¿Qué estabas esperando?. Paul David Tripp
Biblia es como tu mundo–confuso y fragmentado. Los personajes de la Biblia son como tú y tu esposa–débiles y con defectos. Las situaciones de la Biblia son como las tuyas–complicadas e inesperadas. La Biblia no es un libro de cosmética religiosa. Te trastornará con su honestidad sobre lo que sucede en el mundo en el que vivimos. Desde el fratricidio de Caín hasta la traición de Judas por dinero, la sangre y las entrañas de un mundo roto son diseminadas en cada una de sus páginas. La honestidad de Dios respecto al lugar donde vivimos es en sí misma un acto de amor y gracia. Él acerca nuestra cabeza al agujero bíblico por donde se puede ver el mundo como realmente es, no como nosotros fantaseamos que sea. Él hace esto para que seamos realistas en nuestras expectativas y así busquemos humildemente la ayuda que solo Él puede darnos.
3. Dios es Fiel, Poderoso y Generoso
Hay una realidad más que debes incluir mientras tratas de ver tu matrimonio tan realísticamente como sea posible. No solo debes considerar la condición caída del mundo en que vives y el hecho de que tú y tu esposa están lejos de ser perfectos; también debes recordar que no están solos en esta batalla. La Biblia dice que Dios está cerca, tan cerca que en tu momento de necesidad puedes alcanzarlo y tocarlo porque no está lejos de cada uno de nosotros (Hechos 17:27). Sí, ustedes viven en un mal vecindario (el mundo caído), y ambos son menos que perfectos (pecado), pero en todo esto no han sido abandonados a sus propios recursos. El Dios que determinó el lugar donde vives, vive contigo y se ha comprometido a darte todo lo que necesitas.
Estoy escribiendo esto pocos días después del día de resurrección, así que he estado pensando en la tumba vacía. Considera por un momento lo que esa tumba nos enseña. Primero, nos enseña que Dios es fiel. Siglos antes, luego que Adán y Eva desobedecieron a Dios, Él prometió que aplastaría el mal de una sola vez. Así que envió a su Hijo para derrotar el pecado y la muerte por su crucifixión y resurrección. Pasaron miles de años y Dios no olvidó ni cambió respecto a su promesa. Él no se cansó ni se distrajo. Hizo una promesa y controló los eventos de la historia (los grandes y pequeños) para que en el momento justo Jesucristo viniera y cumpliera lo que había prometido.
Pero la tumba vacía también nos recuerda que Dios es poderoso. Él es poderoso en autoridad y en fuerza. ¡Piensa en la autoridad que tú necesitarías para tener control de todas las situaciones, lugares y relaciones para poder garantizar que Jesús vendría en el momento preciso y haría lo que estaba designado a hacer! También, ¿puede haber una demostración más apropiada de poder que tener poder sobre la muerte? Por el asombroso poder de Dios, Jesús se despojó de las vestiduras de su sepultura y salió de la tumba. Esos hombres que hacen competencias de poder para levantar cosas pueden jalar un bus con sus dientes, pero todos van a morirse, y no hay nada que puedan hacer al respecto.
La tumba vacía nos señala otra cosa asombrosa. Nos enseña que Dios es generoso. ¿Por qué Él se esforzó tanto para ayudarnos? ¿Por qué se preocupa tanto para darse cuenta de nosotros, no digamos para rescatarnos? ¿Por qué habría de sacrificar a su Hijo? Porque Él es generoso. Tu y yo necesitamos reconocer que su bondad fue motivada no por lo que vio en nosotros, sino por lo hay dentro de Él. Está dispuesto por que Él es la definición de la misericordia. Es bondadoso porque es la fuente de amor. Es generoso porque está lleno de gracia sublime. Es generoso porque es bueno, noble, paciente, y benevolente. Aun cuando nosotros estamos indispuestos, llenos de nosotros mismos y buscando nuestro propio camino, Él es generoso. Él se deleita en transformarnos por su gracia. Se deleita en rescatarnos por su poderoso amor.
Así que cuando pecan contra ti o cuando este mundo caído irrumpe por tu puerta, no contra ataques o salgas corriendo. Afírmate en tu debilidad y confusión y di, “No estoy solo. Dios está conmigo, y Él es fiel, poderoso y está dispuesto.” Puedes ser realista y tener esperanza al mismo tiempo. Las expectativas realistas no son esperanza sin honestidad y no son honestidad sin esperanza. El realismo se encuentra en la intersección de la honestidad audaz y una esperanza inquebrantable. La palabra y la gracia de Dios hacen que esto sea posible en tu matrimonio.
¿Son realistas tus expectativas matrimoniales?
COMPROMISO 1: Nos entregaremos a un estilo de vida de confesión y perdón.
COMPROMISO 2: Haremos del crecimiento y el cambio nuestra agenda diaria.
COMPROMISO 3: Trabajaremos unidos para formar un vínculo robusto de confianza.
COMPROMISO 4: Nos comprometeremos a cultivar una relación de amor.
COMPROMISO 5: Negociaremos nuestras diferencias con aprecio y gracia.
COMPROMISO 6: Trabajaremos para proteger nuestro matrimonio.
2.
UNA RAZÓN
PARA CONTINUAR
Todos buscan esperanza. Todos anhelan una razón para continuar. Todos aferran su diario vivir a alguna clase de sueño. Todos quieren saber que a lo que se dedican es algo que vale la pena. Los seres humanos no vivimos por instinto. Somos seres racionales hechos a la semejanza de Dios. Las cosas que hacemos y decimos tienen sus raíces en deseos y pensamientos profundamente establecidos. Hay un sentido en el cual es correcto decir que todos estamos de por vida en la gran búsqueda de un tesoro. Tu tesoro puede no ser mi tesoro, pero igualmente ambos somos buscadores de tesoros. Si tú no crees que las cosas que estás haciendo te van a dar algún tipo de ganancia probablemente vas a dejar de hacerlas.
Tomas estaba batallando y listo para hacer sus maletas. No era que estuviese enfrentando algún desastre que lo hubiese dejado devastado y solo. De hecho, a la distancia, Tomas parecía tener una buena vida. El tenía una esposa brillante, hermosa e inteligente. Tenía tres niños hermosos menores de siete años. Su trabajo nunca era aburrido o trivial. Pero Tomas jugaba con el deseo de renunciar a su propia vida. Simplemente ya no lo podía disfrutar. El y Daniela parecían funcionar todo el tiempo con una irritación reprimida el uno hacia el otro. Sus horarios eran ridículamente exigentes, y sus hijos parecías estar en contante necesidad de atención. Tomas sentía que era raro el día en el que no se sintiera molesto con Daniela por alguna razón. Estaba cansado de trabajar duro sin ver resultados y ya no encontraba mucha razón para continuar.
Cynthia estaba en la cama despierta. Miraba a Manuel. Era difícil para ella comprender que el hombre acostado a su lado era el mismo que la había cautivado. Mientras una lagrima corría por su mejilla, recordaba la contagiosa sonrisa de Manuel y su sentido del humor. Pensaba cómo él era capaz de hacer que las cosas más triviales se convirtieran en algo placentero. Recordaba que solía emocionarse al sonido de su voz; pero ya no más. De alguna manera, en el camino, Manuel había dejado de ser Manuel. Ahora parecía permanentemente distraído y frustrado. Se pasaba el tiempo viendo deportes o en la computadora. Ir a la cama era particularmente difícil para Cynthia. Ella anhelaba un poco de ternura antes de que ambos sucumbieran al cansancio y se durmieran, pero no había ternura. Manuel se metía a la cama, fastidiado otra vez, murmuraba un buenas noches, le daba un beso mecánico y se daba la vuelta para dormirse. Noche tras noche, Cynthia se acostaba y permanecía despierta buscando una razón para continuar.
Desde el principio, Erica sabía que Willy era muy apegado a su familia, pero nunca pensó que sería como esto. Ella se sentía como una extraña en su propia vida. Estaba cansada de pasar cada día festivo y vacación con la familia de Willy. Estaba cansada de las complicaciones del matrimonio, la familia extendida, el trabajo, la iglesia. ¿Cuántos días festivos había pasado viendo a Willy y a sus hermanos divertirse y pasarla bien, indiferentes al hecho de que ella no estaba bien? Ella se había dado cuenta tiempo atrás donde estaba la lealtad de Willy, y sabía que nunca habría una decisión que él no discutiera con su familia. Había pensado mucho sobre lo que decía la Biblia acerca de “dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer,” y sabía en lo profundo de su corazón que Willy nunca había dejado a su familia. Erica estaba cansada de ser una extraña y le resultaba difícil continuar.
Nathan se paró allí con la nota arrugada en su mano. La había encontrado varias semanas atrás en el piso de su armario. Las cosas se habían dificultado desde entonces. Anita no lo había negado. Ella se había infatuado