Listos para correr. T.J. Murphy
• La mecánica esencial y los patrones de control motor se reinstalarán de modo que, cuando camines y corras, no machaques los cartílagos y tejidos conjuntivos.
• La función de las caderas será óptima, con lo cual obtendrás más potencia al correr, disminuirá la presión en las rodillas y adquirirás la capacidad de correr con estilo, tanto si eres un principiante en su primera carrera o sesión de crossfit, como un corredor con larga experiencia en la competición que se sume en los extremos más profundos y oscuros del cansancio propios de las carreras largas.
• Y más.
Tal vez todos hayamos nacido para correr, pero a veces algo se tuerce por el camino. Todo va a pedir de boca hasta que nos sentamos y nos quedamos encajados en pupitres el primer año de colegio. La cosa es que los tejidos y articulaciones se amoldan a las posiciones en que pasamos la mayor parte del tiempo. Si pasas una parte significativa del día sentado en una silla o con unos zapatos que elevan los talones, el cuerpo se alabea y sufre restricciones por culpa de esos patrones. Súmale a esto los períodos que pasas con la cabeza inclinada sobre el teléfono mientras escribes en el teclado y los resultados pueden ser anquilosantes. Esas nuevas posturas y tendencias de tejidos y articulaciones en ningún caso favorecen una actividad como correr. Por eso tienes que volver a nacer para correr.
EL CAMBIO ES POSIBLE
El primer paso para este renacimiento es reconocer la posibilidad de restablecer tus capacidades naturales a pesar de los daños que se hayan producido por estar tanto tiempo sentado, por haberte cuidado tan poco y por depender demasiado para correr de unas zapatillas sobredimensionadas, de los analgésicos y de la fuerza de voluntad para superar los obstáculos físicos.
La premisa clave de este libro es que es posible cambiar. Comienza por esa mentalidad según la cual la clave para disfrutar corriendo toda una vida se encuentra en el mismo cuerpo, y tu labor es preparar ese camino.
¿Cuánto cuesta recuperar los tejidos, articulaciones y mecánica a un nivel óptimo? Los doce estándares son postes indicadores. Son objetivos que implican el estilo de vida, el grado de movilidad, la capacidad de movimiento y los hábitos relacionados con correr.
La clave para disfrutar corriendo toda una vida se encuentra en el mismo cuerpo, y tu labor es preparar ese camino.
Los estándares se presentan siguiendo una exposición binaria; o sí o no, sin áreas grises. El examen de cada estándar te dirá si a ese respecto estás listo para correr, o si no, si todavía te queda trabajo por hacer para cumplir ese estándar. No existe un programa para todos los públicos con el cual alcanzar el nivel adecuado, pero una vez que sepas cuál es tu nivel en cada uno, te daré los medios y estrategias para que la respuesta pase de no a sí.
CUMPLIR LOS ESTÁNDARES
Aunque entraré en detalles sobre este tema más adelante, quiero poner de relieve aquí los criterios más importantes para cumplir los estándares. Ten siempre presentes estos principios fundamentales:
• Ten paciencia. Alguno de estos estándares tal vez parezca imposible durante la prueba inicial, sobre todo si llevas años corriendo, combinados con años sentado en una silla. Primero de todo, que no cunda el desaliento. Tus tejidos tienen una capacidad fantástica para cambiar. Si llevas tiempo sentado en una silla muchas horas al día, tus tejidos se han adaptado a esa postura, que no es una postura que permita a las caderas desarrollar su poderosa función. Sin embargo, el cuerpo tiene una cualidad plástica y puede cambiar. Pero te advierto que no ocurrirá de la noche a la mañana. Como se dice, cómete el elefante bocado a bocado. Márcate pequeños objetivos y alcánzalos uno a uno. Comprométete con el programa a largo plazo. Si te dedicas a alcanzar paso a paso cada uno de estos estándares, estarás a más de medio camino de conseguirlo. Perseguirlos es la clave.
• Sé creativo. En la tercera parte ofrezco un corpus básico de ejercicios de movilización para contrarrestar ciertos bloqueos que tal vez te impidan alcanzar alguno de estos estándares. Estas movilizaciones servirán para que te pongas en camino, pero eres tú el que está al mando. Existen muchas vías disponibles y quiero que pienses con creatividad. Si viajas mucho en avión y permaneces cinco o más horas seguidas sentado junto a la ventanilla, ve armado al combate. Llévate contigo en el avión un rodillo de cocina o una pelota de béisbol femenino, lleva alguna prenda de compresión, y también un tubo con pastillas de electrolitos para hidratarte con agua. ¿Qué pasa con tu estrategia general para alcanzar un estándar complicado por el grado de movilidad? Tal vez te preguntes: «¿Está bien recurrir al método Pilates para alcanzar el estándar de flexión de las caderas?». Por supuesto. Puedes usar Pilates, puedes ir a clases de crossfit o recurrir a los viejos episodios de la televisión de Jack Lalanne. Sé creativo en la elaboración de ritos en tu vida para buscar, lograr y mantener los estándares.
• Ponte a prueba una y otra vez. Esta es una táctica para aprovechar al máximo tu inversión en esta tarea. Ponte a prueba antes y después de practicar una movilización. Digamos, por ejemplo, que pasas dos minutos ejercitando la movilidad del tobillo con un ejercicio específico. Somete a prueba el grado de movilidad antes y después del ejercicio. ¿Aprecias alguna mejora? Si has notado un cambio, estupendo. Si no es así, prueba con una movilización diferente o recurre a otro método: busca la combinación correcta que inicie el cambio en el tejido.
• No lo dejes. Por supuesto, no existe una línea de meta. Uno de los mantras del programa Listos para correr es «No hay días de vacaciones». Dependiendo de tu experiencia, tu edad, el estado de tus tejidos y el trabajo a que los sometas, perseguir y cumplir los estándares es como perseguir y mantener una buena salud mental. Nunca termina. Si estás empezando –sea como corredor, crossfitter, atleta, aspirante a soldado o quizá todo lo anterior–, no dejes que la distancia del viaje te abrume. Invirtiendo diez minutos diarios semana a semana, mes tras mes, te sorprenderán las mejoras que consigues en tu consecución de unos estándares superiores. Si tu objetivo es un «lavado de cara» completo o alcanzar tu potencial como velocista en el deporte elegido, sé firme en dedicar ese tiempo a tu cuerpo, como lavarte los dientes y usar el hilo dental a diario. Lleva un diario para anotar tus avances y no quites ojo a tu rendimiento respecto a los estándares. Ése es el secreto para estar listo para correr toda tu vida.
Invirtiendo diez minutos diarios semana a semana, mes tras mes, te sorprenderán las mejoras que consigues.
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