Ciudadano de un sueño sin retorno. Alejandro Iriarte Walton
25 de noviembre de 1956 zarpó desde México el yate Granma (de ahí viene el nombre del periódico, órgano del Comité Central del Partido Comunista oficial de Cuba), con 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio, entre los que se encontraban Fidel Castro, Raúl Castro, Juan Manuel Márquez, Fausto Obdulio González, Juan Almeida Bosque, Camilo Cienfuegos y el argentino Ernesto “Che” Guevara. Después de siete tormentosas jornadas de navegación, llegó a las costas orientales de Cuba el 2 de diciembre.
Cualquier nacido en estas tierras sabía no solo de memoria, sino con dolor y agrios recuerdos, que en esa época otoñal ocurren grandes huracanes, las aguas son borrascosas, con lluvias inclementes, con ciclones, tornados, trombas marinas o mangas de viento y torbellinos. Por eso podemos decir que escogieron una mala fecha, ya que todo tenía que ser con una planificación exacta, para poder sorprender al adversario. Como buenos jóvenes, eran impulsivos, inexpertos y arrogantes.
La programación del desembarco era para el 30 de noviembre, cuando deberían ser apoyados en la ciudad de Santiago de Cuba por un alzamiento popular que ya estaba organizado. La tardanza impidió el éxito de esta coordinación destinada a distraer a las fuerzas del ejército batistiano para facilitar el desembarco de los guerrilleros. El ejército cubano los esperó con 80.000 hombres al mando del mismo Fulgencio Batista.
Dispersos, perdidos y perseguidos, sufrieron una seria derrota inicial en la localidad de Alegría de Pío, debido a lo cual poco más de veinte hombres pudieron internarse en la Sierra Maestra, una zona de difícil acceso en el oriente cubano, donde lograron instalarse. El gobierno nuevamente los había vencido. Murieron varias decenas de guerrilleros, e incluso se difundió la noticia del fallecimiento de Fidel Castro, lo que entristeció muchísimo los ánimos revolucionarios desplegados por el país. En la Sierra Maestra pudieron rearmarse y lograron potenciarse con nuevas fuerzas de campesinos que se unieron a los revolucionarios.
En el año 1957, un mes después de la derrota, el 16 de enero, la guerrilla realizó su primera acción militar, atacando y tomando el pequeño destacamento militar de “La Plata”. Al día siguiente, el 17 de enero, aparece en el New York Times, el periódico más leído en los Estados Unidos, una entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews en la Sierra Maestra. El impacto al saber que estaba vivo fue enorme en toda la isla y a nivel internacional.
El 28 de marzo de 1957 se llevó a cabo la primera acción importante de la guerrilla en el combate de “El Uvero”. Luego se firmó el Manifiesto de Sierra Maestra, donde los guerrilleros expusieron frente a todo el país cuáles eran los ideales revolucionarios. En julio se dividió el Ejército Rebelde y se formó una segunda columna, comandada por Ernesto “Che” Guevara.
El 30 de julio de 1957 se produce un hecho que constituyó un acontecimiento decisivo para impulsar la Revolución cubana: es asesinado alevosamente Frank País, un joven de 22 años, pastor protestante cristiano, quien en 1955, junto a otros jóvenes, había creado la organización Acción Nacional Revolucionaria, que pasó a formar parte del Movimiento 26 de Julio. En 1956 fue designado jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en todo el país. El 30 de noviembre de 1956 dirigió el levantamiento armado en Santiago de Cuba en apoyo al desembarco del yate Granma desde donde, como se dijo, habrían de desembarcar Fidel Castro y un grupo de guerrilleros con el fin de instalarse en la Sierra Maestra.
El 30 de junio de 1957 la policía cubana asesinó a su hermano Josué País, desde ese día la persecución a Frank fue incesante. El 30 de julio lo encontraron junto a otros compañeros de la Acción Nacional Revolucionaria en un callejón de la ciudad de Santiago de Cuba. Fue acribillado a balazos. En respuesta, se declaró una huelga general en toda Cuba y su entierro se organizó como un desafío a la dictadura de Batista; alcanzó una convocatoria tan masiva, que la hizo ser la más grande manifestación popular conocida hasta entonces por la ciudad. El cuerpo de Frank País fue vestido con el uniforme verde olivo y el brazalete negro y rojo del Movimiento 26 de Julio. La movilización del 30 de julio de 1957 se considera una de las fechas decisivas de la revolución cubana y la caída de la dictadura de Fulgencio Batista. Ese día ha sido instituido en Cuba como el “Día de los Mártires de la Revolución”.
El gobierno de Batista comenzó a desangrarse de a poco. El 5 de septiembre se sublevó la Base Naval de Cienfuegos, bajo el liderazgo del alférez Dionisio San Román, con apoyo de partidos políticos y de la guerrilla revolucionaria. Fulgencio Batista respondió con una cruenta represión, que incluyó un bombardeo por parte de la aviación. Murieron un gran número de los 400 sublevados y el alférez San Román falleció mientras lo torturaban alevosamente.
Durante ese año se ramificaron las células del Movimiento 26 de Julio en casi todas las ciudades y pueblos importantes de la isla. Se llevaron a cabo acciones de protesta, sabotajes y enjuiciamientos de esbirros y delatores a todo lo largo del país.
A principios de 1958, la guerrilla seguía incrementándose con campesinos y ciudadanos que se le unían, lo que trajo nuevas victorias militares y el nacimiento de una emisora de radio, que se llamó Radio Rebelde. Era dirigida por Ernesto “Che” Guevara y se usaba para mantener la comunicación entre todos los guerrilleros. Esto provocó que el gobierno de Estados Unidos, presionado por la opinión pública, impusiera un embargo de armas al régimen de Batista, bajo pretexto de violación del Acuerdo de Asistencia Mutua Militar.
El presidente norteamericano, Dwight Eisenhower, no sabía cómo encontrar una alternativa satisfactoria entre Batista y Castro. Pensaba que llevar a cabo unas elecciones democráticas era la única vía de solución.
El 27 de febrero, Fidel Castro decidió ampliar la cobertura de su ejército, creando tres nuevas columnas de guerrilleros al mando de Raúl Castro, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos. Ya eran cinco las columnas de guerrilleros. El 9 de abril, los rebeldes llaman a una huelga general a todos los trabajadores del país, pero muy mal planificada, por lo que fue sofocada rápidamente. Esto último envalentonó al dictador, el que lanzó una fuerte ofensiva en contra de la guerrilla en la Sierra Maestra. El 6 de mayo, Fulgencio Batista comandó al ejército de la Nación atacando puntos estratégicos, pero la guerrilla se defendió con fiereza y ganó cada una de las batallas. Se amplió el frente de combate y se avanzó hacia la capital. Fueron tres meses de fuertes combates, en donde las diferentes columnas del ejército del dictador mostraron debilidad y quedaron totalmente desarticuladas; el 7 de agosto emprendieron la retirada.
Fidel Castro, atrevido al máximo, decidió ampliar la guerra a toda la isla de Cuba. Mandó las columnas de Camilo Cienfuegos y de Ernesto “Che” Guevara hacia el occidente, los que alcanzaron la proximidad de las grandes ciudades de Santa Clara, Cienfuegos, Colón y Matanzas, para desde ahí acechar a La Habana.
Entre septiembre y octubre de 1958, Fidel Castro tomó contacto con cada uno de los diferentes partidos políticos y movimientos sociales de la nación y se pusieron de acuerdo para la avanzada final.
El régimen dictatorial de Fulgencio Batista el 3 de noviembre decidió realizar unas falsas elecciones presidenciales, pero ninguna fuerza política les concedió legitimidad. En ellas se eligió a Andrés Rivero Agüero como primer ministro del Gobierno, con el 70% de los votos.
Entre el 20 y 30 de noviembre se desarrolló la Batalla de Guisa, donde participó el mismo Fidel Castro junto a 200 rebeldes. El poblado fue tomado por los guerrilleros, y murieron 160 soldados del régimen. Se dio la orden de que las tropas comandadas por Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos pasaran directamente a la ofensiva, atacando los regimientos de las ciudades más importantes vecinas a La Habana.
Para fines de diciembre de 1958 la debacle de la dictadura de Batista aparecía como inevitable. El 28 de diciembre iniciaron la ofensiva final sobre la ciudad de Santa Clara, llave del centro de la isla y último reducto antes de la capital.
El 31 de diciembre de 1958, Fulgencio Batista decidió huir rápidamente hacia Santo Domingo junto al presidente electo Andrés Rivero, por lo cual el país quedó virtualmente acéfalo y a cargo del general Eulogio Cantillo. Fidel Castro llamó a una huelga general, bajo el slogan “Revolución, sí; golpe de Estado, no”, y ordenó a las tropas a cargo de los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos continuar el avance hacia La Habana y tomar definitivamente las posiciones