Técnicas de PNL. Isabelle Jussieu
Todo lo que se señala como problema, obstáculo o fracaso se puede tratar de forma más significativa como mensaje de respuesta, es decir, como indicación de en qué medida deben ser efectivos determinados procedimientos para conseguir una meta concreta.
Las personas que tienen miedo a fracasar viven fracasos internamente y de manera constante. Además, con ello no hacen cosas que les podrían llevar al éxito. El miedo a la derrota es una de los obstáculos más grandes en el camino hacia el éxito.
Nuevas vías hacia la meta
Tratar las dificultades como escollos lleva a la pasividad. Tratarlas como mensajes de respuesta, por el contrario, abre nuevas vías hacia la meta. Intente vislumbrarlo mediante vivencias propias.
Todas las personas han vivido situaciones en las cuales interpretaron las dificultades como mensajes de respuesta. Piense sencillamente cómo aprendió a leer y escribir. Imagínese qué hubiese pasado si la primera vez que tuvo un libro en sus manos y vio que aquellos signos que los adultos trataban como vocales no le decían nada, hubiese vivido la situación como un fracaso y hubiese abandonado. Solo mediante constantes mensajes de respuesta ha llegado a aprender a leer y no gracias a fracasar en la tarea.
El décimo principio
Si algo no funciona, intente otra cosa. Posiblemente este principio de la PNL le parecerá innecesario ya que es obvio que se ha de probar otra cosa si una no funciona. Sorprendentemente, muchas personas son extremadamente insistentes en lo que hacen aunque es evidente que no funciona en absoluto. Hacen siempre de la misma manera algo que les resulta desagradable. ¿Reconoce este comportamiento en su propia experiencia? ¿Por ejemplo, en una discusión con su pareja, al levantarse, al conducir? Cada persona tiene automatizadas ciertas actuaciones, de tal manera que no se le ocurre cambiar su manera de actuar aunque ve que le producen desventajas.
La PNL le ayuda a reconocer y modificar comportamientos antiguos e inefectivos. En la medida en que ha empezado a leer este libro y a experimentar con los ejercicios propuestos, ya ha dado un paso al probar algo diferente a lo hecho hasta la fecha. ¡Por cierto, el último principio de la PNL se aplica también a la propia PNL e incluso a los principios básicos! Si determinadas técnicas se muestran como inefectivas, pruebe otras. Si algún principio se muestra inefectivo, modifíquelo. Si algo no funciona, pruebe otra cosa.
Anclas mentales
Una de las técnicas básicas de la PNL es el anclaje. En la PNL es importante a veces poder activar de forma rápida determinados estados emotivos complejos. No es algo sencillo, sobre todo cuando el sentimiento que se ha de activar es totalmente opuesto al actual.
Con la técnica del anclaje resulta mucho más sencillo. El anclaje tiene que ver con la relación que generamos constantemente entre acontecimientos, incluidos acontecimientos que en principio no tenían que ver unos con otros.
Activar el reflejo
Imagínese el siguiente experimento. El guía del experimento se pone delante de usted y sopla aire en sus ojos con una bomba de aire a diferentes distancias. La reacción natural es un reflejo automático, el reflejo de cerrar los párpados (que sirve para proteger los ojos). Luego, el guía coge una pequeña campana que hace sonar justo antes de que se produzca su reflejo de cerrar los párpados. Evidentemente, el tintineo de una campanilla no tiene ninguna relación con cerrar los ojos. Sin embargo, cuando tras unas cuantas repeticiones el guía sólo hace sonar la campanilla sin soplar aire a sus ojos, se activará igualmente en su cuerpo un reflejo que cerrará sus párpados.
(Si no lo cree, puede realizar este experimento en cualquier momento con otra persona.) En la PNL se diría que se ha construido un ancla mediante la cual activar el reflejo. Esto no sólo funciona con reflejos sencillos, sino también con estados emotivos.
Sentimientos felices
En este capítulo acaba de conocer una de estas anclas: la postura positiva. Esta ancla no se genera de forma artificial como el reflejo de cerrar los párpados en el experimento del ejemplo, sino de forma totalmente natural.
A menudo, los sentimientos positivos aparecieron en el pasado junto con una postura positiva. Cuando tenemos sentimientos felices estamos más relajados y respiramos más profundamente. La postura positiva es recta y relajada, facilitando una respiración más profunda. Por ello, en el caso de sentimientos felices, la postura positiva se toma en cierta medida de forma automática.
Por otro lado, en la postura positiva mejora la presión sanguínea, las funciones orgánicas y la respiración, llevando esto a su vez a percepciones corporales positivas. La postura positiva y los sentimientos de felicidad se refuerzan mutuamente. Cada vez que aparecieron juntos la postura y los sentimientos positivos se reforzó la relación entre ambos con lo que la postura positiva se fue convirtiendo en un ancla cada vez más fuerte.
La estructura de la personalidad
Normalmente nos vivimos a nosotros mismos como una unidad. Yo soy yo. Sin embargo, todos conocemos situaciones en las que esa unidad no es tan uniforme. Seguramente ha vivido alguna vez conflictos internos: quería algo y a la vez no lo quería; o quizá ha conseguido algo y al mismo tiempo es infeliz.
En la programación neurológica, un modelo que se ha mostrado como realmente práctico trata a la persona como resultado de un trabajo conjunto de diferentes «partes», «personalidades parciales» o «subpersonalidades».
El Yo son muchos
Puede imaginárselo como una pequeña empresa. La personalidad general con sus tendencias, deseos, problemas y sueños es la empresa; el Yo es el jefe, y las subpersonalidades son los empleados.
Al contrario de muchas empresas reales, todos estos empleados tienen como meta el bien de la empresa. La empresa es toda su vida, aún más que en el caso de los célebres empleados japoneses. Ellos son una parte de la empresa.
Negociar ante un desgarro interior
Este punto de vista tiene una ventaja importante. Si nos sentimos desgarrados por un conflicto interior no es fácil encontrar un camino de salida. Sólo podemos decidirnos por uno u otro. En el modelo de la empresa, el conflicto se muestra de diferente manera.
Dos empleados (subpersonalidades) quieren hacer algo por la empresa cada uno de forma distinta. Podemos averiguar qué hacen los empleados y cuál es el punto en el que no están de acuerdo. Podemos negociar entre ambos, explicarle a uno los aspectos positivos del otro y conseguir que realicen un trabajo conjunto positivo.
Tomar decisiones sólidas
El resultado de una negociación de este tipo es muy diferente al que podemos conseguir, en el caso de un conflicto interno, mediante una decisión producida por la fuerza de la voluntad. Volviendo al modelo de la empresa, esta se tornará más operativa si todos los empleados trabajan conjuntamente.
En algunas técnicas de PNL aprenderá aplicaciones prácticas de este modelo. Por si no le acaba de parecer plausible esta idea de las subpersonalidades o le resulta incómoda, déjenos insistir en ello. Se trata de un modelo. No afirmamos con ello que existan unos «pequeños hombrecillos» en su cabeza. En lugar de «partes» o «subpersonalidades» puede llamarlas «posibilidades de actuación» o «tendencias».
Integración Personal
La Integración Personal (IP) es un desarrollo posterior de la PNL que hace un uso especialmente intenso del modelo de las subpersonalidades. Es sobre todo cuando se trata de penetrar y trabajar en estructuras subconscientes o de la conciencia profunda (la parte de la mente que está directamente relacionada con los desarrollos corporales), cuando se muestran las posibilidades especiales de la Integración Personal.
Extraer el potencial de una persona
El principal objetivo de la Integración Personal consiste en conseguir (integrar) un trabajo conjunto óptimo de todas las subpersonalidades eficaces, para