Genera cambios y construye tu éxito. Fernando Hernández Avilés
“Cambia antes de que te veas obligado a ello”.
Jack Welch
No todos los cambios son movimientos y acciones radicales alrededor de nuestra vida. El primer y principal cambio lo hacemos en nuestra mente y corazón cuando nos preparamos, aún sin estar en movimiento, para estar listos ante lo que venga o se necesite. En ese instante entendemos que, en algún momento, debemos dejar atrás lo que nos brindó seguridad, placer o satisfacción, para poder explorar nuevos y desconocidos caminos, con sus retos, miedos e incertidumbres. El verdadero cambio es estar listos para dejar ir y abrirnos a lo que pueda venir. Y si en el camino puedes anticiparte a ello, mucho mejor.
KIT
ESENCIAL
1 Aunque pienses que el futuro siempre es incierto, no te detengas.
2 Planifica tus acciones para generar resultados y esperar menos de la suerte.
3 No puedes controlarlo todo, por eso, concéntrate en hacer lo que sabes y lo que sí está a tu alcance realizar.
4 Sin importar los resultados que obtengas, tu futuro depende solo de ti y de lo que hagas.
5 Consejo: planea, organiza y ejecuta las acciones que establezcas para alcanzar tu meta, y así le restarás poder al destino y a la fortuna.
USO MIS
RECURsOS
Organiza. El mapa del tesoro para lograr los resultados que deseamos a mediano y largo plazo se llama “organización”. Nos ayuda a identificar y priorizar en el presente nuestras habilidades, recursos, herramientas, opciones y objetivos, e influirá determinantemente en el futuro. Nos brinda claridad en nuestras metas, nos señala la utilidad de nuestras herramientas, recursos e insumos, y nos facilita la toma de decisiones más rápidas para aprovechar las oportunidades que se presenten. A través de la organización podemos ser precisos en nuestra ejecución, mejorar nuestras expectativas y mantener el control emocional, aun en momentos de adversidad.
PREPARO
MI EQUIPO
PARA
EL VIAJE
Imaginemos que estamos a punto de realizar un viaje a un destino que no conocemos. Es muy probable que nos sintamos muy emocionados y con expectativas, al mismo tiempo que trataremos de tener la mayor información posible: costumbres, lugares de interés, comida, entretenimiento, historia y gente. Seremos cuidadosos para que todo vaya bien y no tengamos ningún inconveniente.
Algo similar pasa cuando emprendemos un nuevo viaje o redireccionamos el actual. Nos sentimos motivados por haber tomado una decisión de cambio, por descubrir y acercarnos a todas esas cosas que no conocemos, por los retos, aprendizajes y desafíos, por la gente, las experiencias y posibles logros. Esto nos mantiene con alta expectativa.
Todo suena posible y muy viable pero, al mismo tiempo, nos asaltan las dudas y la incertidumbre. Nuestro instinto de precaución nos hará reflexionar y preguntarnos si estamos haciendo lo correcto, si vale la pena. Y así nos cuestionamos: “¿Qué pasará si mi nuevo camino no resulta ser tan especial como lo imagino?, ¿realmente tendré con qué dar batalla en esta nueva meta que me propongo?, ¿seré capaz de romper mis viejos hábitos para alcanzar mis objetivos?”.
Es normal y muy sano que tengamos ese tipo de preguntas, que deseemos saber y anticipar, aunque sea un poco, cómo podría ser el futuro en esa nueva dirección que estamos tomando. Lo importante es que esa inquietud nos sirva para preparar mejor el viaje, para hacer una revisión exhaustiva que nos ayude a tener al menos lo mínimo necesario para comenzar y mantenernos en el camino. Lo que no podemos permitirnos es que esa incertidumbre nos paralice, nos frene o nos haga incluso imaginar situaciones irreales que limiten nuestra capacidad de acción.
Por eso es importante aprender a viajar ligero, como una constante en tu nueva aventura o desafío. De la misma forma que decidiste dar un paso hacia una nueva situación de vida, deberás hacerlo para no seguir cargando aquellas personas, experiencias, hábitos o actitudes que quizá en el pasado fueron útiles, pero posiblemente no lo sean para este nuevo reto.
AJUSTO
EL PLAN
DE VUELO
Es importante que tengas presente que no podrás controlarlo todo, pero sí podrás tratar de anticipar la forma en la que quieres y podrías manejar las nuevas experiencias y aprendizajes. Debes prepararte física, mental y socialmente para cuando las cosas salgan de tu control. En tu viaje aparecerán muchas situaciones que resultarán desafiantes pero que, si preparas bien tu plan, podrás manejarlas satisfactoriamente. Así como los imprevistos, que quizá no controles como quisieras, pero sí podrás determinar la forma en la que influyen en ti o no. Por lo que deberás ser claro y determinado cuando esas situaciones se presenten, para no desviarte del camino y resolverlas lo más pronto posible.
Recuerda que habrá mucha gente que estará contigo acompañándote y motivándote hacia la realización, pero no todos van a compartir tu mismo entusiasmo respecto a tu nueva decisión. Habrá quienes sientan que pierden con tus nuevos movimientos, habrá quien tenga recelo de tus acciones y otros tantos que no alcanzarán a entender y ver los proyectos como tú lo haces. Lo importante es acercarte a aquella gente que comparta tu interés, objetivos y motivación, y darles su justo lugar y momento a las demás personas. Al final de cuentas, el único que está haciendo la inversión para este nuevo viaje eres tú.
Sin embargo, deberás cuidar cómo impactan tus nuevas decisiones y acciones en la gente que está a tu alrededor. Habrá compromisos previos que no podrás romper tan fácilmente. Por eso, toma tus decisiones junto a la gente cercana a ti, para facilitarte el mejor desarrollo posible y positivo.
Ten en cuenta que la información es poder que nos ayuda a ver y acercarnos a experiencias, sin la necesidad de haberlas vivido directamente. Hazte de mucha información sobre tu nueva meta, busca gente que ya haya pasado por un camino parecido, investiga las experiencias y resultados de otras personas similares a ti en circunstancias afines a las tuyas. La información nunca sobra, solo valida que sea lo más clara e imparcial posible, para que con ella puedas pasar a la acción.
Define y enlista cuáles son las herramientas y habilidades con las que ya cuentas, que deberás llevar contigo para el arranque de este nuevo proyecto y, más adelante, podrás ir identificando nuevos recursos adquiridos. Lo importante es que no detengas el inicio por nada y solo te concentres paso por paso en tener lo necesario para ir avanzando hacia tus objetivos. Recuerda que estarás trabajando por etapas, y así será más fácil y realista tu desempeño y también el nivel de desafío.
DESPEGO
Una vez que hayas iniciado el cambio, deberás asegurarte de generar los mecanismos que te permitan mantenerte en la ruta. Para ello podrás seguir las siguientes recomendaciones, estrategias y técnicas que te faciliten el viaje:
Mantén tu equipo en las mejores condiciones posibles. Seguramente para esta nueva travesía necesitarás mayor poder de concentración, usar más energía, estar más activo físicamente y darles solución a mayores retos de los que estás acostumbrado. Por eso es importante que te alimentes bien, que duermas lo necesario, que encuentres momentos de relajación, que hagas ejercicio y que estés constantemente atento para evaluar cómo están tu cuerpo y tus emociones.
Inyecta energía y fuerza motivadora a lo largo de tu viaje. Habrá momentos en los que estarás tan motivado, como al principio, pero también habrá algunos en los que sentirás que no hay razón para continuar, e incluso que sería mejor desistir. Por eso es importante que busques acciones y metas a corto plazo, que te permitan mantenerte motivado, con un alto sentido de logro y capacidad. Acostúmbrate a reconocer y celebrar todas tus victorias, y también a aceptar tus errores con su correspondiente aprendizaje.
Busca