El trabajo de tu vida. Ignacio Álvarez de Mon
quedaba embobada. ¿Problema? Que la gente le ponía la pajita de plástico. Aquello no podía ser, no pegaba. Entonces se me ocurrió hacer una pajita de pomelo que se pudiera comer, a base de caramelo, y se lo comenté a un amigo mío. Lo probamos y la gente solo hablaba de la pajita de pomelo. En ese momento se me encendió la bombilla. Le dije a mi amigo que teníamos que producir un millón de pajitas. Su respuesta, «tú estás loco». Miré en Internet y me di cuenta de que no había nada sobre pajitas comestibles. Al mismo tiempo, en aquel momento ya existían movimientos en contra del plástico, tipo Straw Wars. Luego vino la imagen de la tortuga con una pajita de plástico trabada en la nariz que dio la vuelta al mundo, otros movimientos como Lonely Whale, el Horizonte 2020 en la Unión Europea… Por cierto, un miembro de la Comisión Europea que está en este Horizonte 2020 nos ha contactado interesándose por nuestro proyecto. Hoy tengo claro que quiero que Sorbos sea una marca de referencia en la defensa del medioambiente y en la lucha contra el plástico.
IAM Así que, de alguna manera, tu pasión nace de tu creatividad y de la necesidad de aportar valor añadido y estético en lo que haces. Y es así como llegas, casi sin querer, a la preocupación por el consumo excesivo de plásticos, la lucha por el medioambiente y la sostenibilidad. ¿Estoy en lo cierto?
VS Así es, así empezó todo. Todo comienza en el espíritu constante de intentar hacer las cosas de manera diferente y lo mejor posible. Aún hoy me gusta apartarme de los stands en las ferias y ver la expresión de ilusión e impacto en la gente que ve las pajitas. Todavía sigo llorando cuando compruebo esas reacciones de la gente. Ahora tengo embajadores de mi producto por todo el mundo, como por ejemplo dos azafatas de las líneas aéreas Emirates que llevan un muestrario de mis pajitas y se las enseñan a quien pueda estar interesado. El otro día me comentaban la cara de ilusión de los niños cuando descubrían mis pajitas. Ahora voy por todo el mundo mostrando mis pajitas a los niños. Cuando seamos una empresa más grande y tengamos mayores ingresos, tengo claro que parte de los beneficios los dedicaremos a obras sociales. Para mí esa es la esencia de un emprendedor social: emprender para aportar a la sociedad, ir más allá del puro negocio.
IAM ¿Qué pasará cuando otros os copien y produzcan pajitas como las vuestras a gran escala?
VS Por mi parte encantado. Necesitamos copias, entre otras cosas para abrir mercado. Es muy difícil abrir mercado. Nosotros solos no podemos acometer todo el consumo potencial de pajitas en el mundo. Hay que conseguir que la gente se acostumbre a consumir pajitas comestibles. Solo en España se consumen 5.000 millones de pajitas al año; son más de 13 millones al día. A nivel mundial, son más de 1000 millones de pajitas diarias; es imposible abarcar todo eso nosotros solos. Mi orgullo siempre será haber sido los primeros y haber abierto los ojos a otros. Mi gran ilusión es que acabe convirtiéndose en un movimiento.
IAM ¿Qué consejo les darías a jóvenes que están empezando su carrera profesional con inquietudes similares a las tuyas?
VS Todos somos mecánicos. Durante nuestra vida nos dan herramientas y nos enseñan a utilizarlas. Yo creo que no hay que etiquetar a la gente, sino conectar con cada persona, con su esencia, con aquello que está preparada para hacer mejor. Hay que conectar con aquello que cada persona está predestinada a hacer. Por otro lado, lo más importante en esta vida es ser buena persona. Mi padre me decía: «Ojalá, cuando tengas setenta años, te mires en frente de un espejo y ese sigas siendo tú».
1 Safeguarding human health in the Anthropocene epoch. Report of The Rockefeller Foundation-Lancet Commission on planetary health
www.thelancet.com. Vol 386 November 14, 2015.
2 Global warming of 1.5°C. Summary for Policymakers, IPCC-Intergovernmental Panel on Climate Change. www.ipcc.ch, October 2018, Switzerland.
3 http://strawwars.org
https://www.strawlessocean.org/lonelywhale
https://oceanconservancy.org/blog/2018/06/06/know-plastic-goes
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Auara
Empatia con los mas desfavorecidos
de la aldea global
Si el amor está en tu corazón, cada pensamiento, cada palabra y cada acto pueden dar lugar a un milagro.
Thich Nhat Hanh, Hacia la paz interior
Algunos se enfrentan a dificultades desde el instante en que nacen. Esas son las personas más especiales de todas, que necesitan el mayor cariño, atención y comprensión, y nos recuerdan que la única finalidad de la vida es el amor.
Kübler-Ross, La rueda de la vida
Amar es creer que todas las personas heridas en su memoria, en su corazón o en su cuerpo, pueden transformar su herida en fuente de vida.
Amar es depositar expectativas en el otro e inocularle el virus de la esperanza.
Tim Guénard, Más fuerte que el odio
Un pozo para Ahmed
17-2-17
De: José Ramón Zunzunegui
A: Daniel Cortiñán
CC: Jaime Villamor
Querido Daniel,
No te conozco, no me conoces, y aun así me siento muy a gusto escribiéndote estas líneas. Soy José Ramón Zunzunegui, médico destinado en Sudán, donde ejerzo mis funciones en diferentes lugares infradesarrollados del país, rodeado de problemas cotidianos que tienen que ver con la falta de higiene, la desnutrición y la ausencia de las mínimas condiciones de salubridad.
La razón de esta carta se llama Ahmed. Él quiere que sepas cómo es su día a día ahora en comparación con lo que era antes. Ahmed tiene nueve años, vive con su madre y dos hermanos menores que él. A su padre se lo llevó la guerrilla hace tres años y no han vuelto a saber nada más de él. Ahmed va a la escuela todos los días; la tiene a una hora de donde vive. Se siente muy orgulloso y optimista; sabe que ahí aprenderá cosas con las que poder ayudar a su familia más adelante. Antes no podía ir a la escuela, no tenía tiempo. Se levantaba muy temprano, a las 5:00 h, y partía en su larguísimo viaje por el desierto que le llevaba seis horas en total, tres de ida y tres de vuelta. ¿Cuál era su destino? El agua. Hoy el agua la tiene a media hora, así que, entre ida y vuelta, en una hora ya está listo para ir a la escuela.
El agua siempre ha sido un problema para Ahmed, su familia y el poblado en donde viven. Ahmed perdió a dos hermanos pequeños recién nacidos. Murieron de cólera, como más habitantes de la aldea; fue una epidemia tremenda. Aquel año, la escasez de agua fue especialmente intensa y la gente, desesperada, recurrió a cualquier vía para intentar sobrevivir, consumiendo agua contaminada que a la postre fue la que les mató. La madre de Ahmed aún no se lo perdona; estaba desesperada, no sabía cómo calmar la sed de sus pequeños.
Gracias a tener más agua y más accesible, Ahmed y su familia hoy pueden lavarse, tener una higiene mínima y comer cosas que antes no podían, o al menos no con la asiduidad y seguridad con que ahora lo hacen. Es impresionante ver la cara de satisfacción y de gratitud de Ahmed ahora que recorre cinco kilómetros a diario, una sexta parte de lo que hacía antes. Es increíble, pero la falta de agua, saneamientos e higiene mata cada día a casi 1.000 niños menores de cinco años en todo el mundo.
¿Sabes cuál fue la solución? Tu pozo, Daniel, el pozo que tú has financiado, y por tanto ayudado a construir. Sabemos que has creado una fundación que se dedica a posibilitar que más pozos como este se construyan en el mundo, especialmente en África. Ahmed quiere que te transmita que tu pozo es especial. Tu pozo es fuente de vida, les da la vida, a él, a su familia y al resto del poblado; ese pozo es un regalo cotidiano para ellos. Tu pozo