Poemario. Maga Nuit
los espejos ilusorios
de la aventura denominada realidad,
las puertas hacia el saber,
buscando más allá
la esencia de su verdad.
Libera el bestiario pasional,
desata la razón motora,
para avanzar a través
de la jungla imaginaria,
deshacerla, dejarla atrás.
Mástiles de fuertes desechables,
fiebres desencadenantes,
sudor frío de conclusiones fáciles,
el pelo enredado en vano
y un camino correcto.
Perspectivas del instinto,
de viejas interpretaciones
que lo han de transformar
en carrera de obstáculos ridículos.
Voluntad y certeza
Determinación y manos curtidas,
para tomar y manipular
las tanzas afiladas,
de una vez por todas,
de su propio destino.
Inconcluso
Culpa mía
el conjunto de características
que delinean mi comportamiento
en tu mente técnica.
Mis acentos
acarrean sensaciones anteriores,
por lo que se encuentran
renaciendo con malas interpretaciones.
Los temas recurrentes,
anclados en tu oído.
Se muestran ante mí como fantasmas
que adoptan nuevas formas.
El sonido de mi voz,
en momentos sentimentalistas,
despierta decodificaciones
hiladas en antecedentes incompletos.
¿Es que su resolución es imposible
ante mi esfuerzo?,
¿o ante tu parecer tan bien planteado,
pero ajeno?
¿Es que el planteo y su razón
son obsoletos?
Cuando es el corazón el que busca
respuestas, ¿entiende razones?
Paraíso
El paraíso es:
Un estante,
de delicioso roble oscuro
donde descansan hojas amarillentas,
virtuosas en manchas de humedad.
Otras blancas sin renglones,
deseosas de perder su virginidad.
Mis pinceles embarrados,
en licores embriagantes.
El perfume penetrante y vil,
de la trementina colorida,
oreándose en miles de personajes,
paisajes, chorreándose.
Los dientes blancos y negros,
melancólicos en mi casete favorito.
La voz que roza estas palabras,
un testigo de mi paraíso.
Imperfecta
No sé escribir correctamente,
como no sé dibujar perfecto.
Rimas que no riman,
líneas peludas.
Pedazos de alma,
fragmentos de latidos.
Que componen imperfecciones,
que insinúan mi vulnerabilidad.
Piel suave, carácter duro,
sueños brillantes, realidades curtidas.
No sé describirme, ni quiero.
Pero escribo.
Pero dibujo,
transparente.
Cuento
Escribo, sí
hasta que se acabe el tiempo.
Dibujo, pinto,
pero luego de autodestruirme para volver
en pinceladas y palabras,
tras el transcurrir casi onírico
de las obligaciones cotidianas.
Cual Cenicienta que no logra conciliar dos
realidades, la del deseo y la del deber.
Puntos suspensivos
Me adorné,
me maquillé,
me vestí,
para volver a dormir.
Confundida
Noción confundida de páginas extrínsecas,
de información flotante, inconclusa.
Flirteo del impaciente atropellado ánimo.
La confianza embriagada de imágenes
ajenas,
desagradablemente inquietantes e
imborrables, desconfía.
Y el día de hoy paga por el daño de ayer.
Las ansias ingenuas se estrellan,
contra la coraza hecha de cicatrices.
Y revuelven mis entrañas deseando que baje
la guardia. O aprenda.
Estímulos
Cascadas de estímulos
cual recién nacido.
Resurrección de ideales
de fuerzas innatas.
Antiguas sensaciones
al fin enterradas,
como obsoletas baratijas,
presentes solo
para aprenderlas.
Como fotografías gastadas,
innecesarias en una cajonera
del sótano debajo de mis
nuevos escalones.
De lo profundo
nunca desistido.
Despertar de una pesadilla
a un sueño propio
desde el cimiento mío.
Dueña y señora
de mis tierras.
Abandonando escombros,
alimentos agridulces.
Títulos trillados