La espiritualidad puritana y reformada. Joel Beeke

La espiritualidad puritana y reformada - Joel Beeke


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de que la definición se refería no tanto al estado que era esencial para la verdadera fe y siempre hallado en ella, como a lo que es, o incluye la verdadera fe en su condición más perfecta y su más elevado ejercicio”.248Pero, para Calvino, la seguridad es esencial para la fe y está presente en todos sus ejercicios, independientemente de la conciencia que el creyente tenga de ella.

      En segundo lugar, mediante esta combinación de principios, cualquier discontinuidad radical entre Calvino y los calvinistas con respecto a la fe y la seguridad debe ser rechazada. Pese a variar los énfasis, Calvino y los calvinistas están de acuerdo en que la seguridad se puede poseer sin que siempre se conozca.249Cuando Calvino define la fe incluyendo la seguridad, no está contradiciendo la distinción de la Confesión de Westminster entre fe y seguridad, pues él y la Confesión no tienen en mente la misma cuestión. Calvino está definiendo la fe en su carácter asegurador; la Confesión, qué es la seguridad como fenómeno auto-consciente y experimental.250

      En tercer lugar, aunque Cunningham tiene razón al afirmar que Calvino no desvela todos los detalles de la relación entre fe y seguridad, él, Robert Dabney y Charles Hodge van demasiado lejos cuando dicen que la doctrina de Calvino es contradictoria o ignorante de las cuestiones que emergerían en el siglo siguiente.251 Aunque el clima espiritual del siglo diecisiete varió considerablemente del dieciséis, un estudio detallado de Calvino sobre la relación fe-seguridad revela una doctrina bien tejida e integrada que es fiel a la Escritura y a la experiencia. El énfasis de Calvino en la seguridad a lo largo de su Institución, comentarios y sermones prueba que la cuestión de la seguridad personal estaba muy viva en su generación. Frases como “éste es el modo de alcanzar la seguridad”, “ésta es la clase de seguridad que tenemos” y “en esto descansa nuestra seguridad” muestran que Calvino le está hablando a una audiencia que conocía poca seguridad.252Se está dirigiendo a individuos recién liberados de la servidumbre de Roma, que había enseñado que la seguridad era herética. Enseñando que la seguridad debiera ser normativa, aunque la incredulidad no morirá fácilmente, Calvino se propone construir la seguridad de la Iglesia sobre un sólido fundamento bíblico. Dice que la incredulidad sólo es una enfermedad y una interrupción de la fe que no tendrá dominio sobre la fe de manera diaria, ni finalmente triunfará.253Antes bien, Dios desea “poner remedio a esta enfermedad y que demos enteramente crédito a Dios en sus promesas”.254Puesto que es de Dios, la fe debe triunfar, pues Dios usará incluso las dudas y asaltos para fortalecer la fe. Mediante los perpetuos triunfos en Dios de la fe, Calvino alienta a los hijos de Dios que frecuentemente dudan, dirigiéndolos a Dios para hallar el principio de la seguridad de la fe.

      Muchos eruditos estarían en desacuerdo con el título de este capítulo. Algunos dirían que el catolicismo romano mantuvo encendida la antorcha del cristianismo mediante la poderosa fuerza del papado, los monasterios y el monarca, mientras que Calvino y los reformadores intentaron extinguirla.255Pero otros afirmarían que Juan Calvino, el padre de la doctrina y teología reformadas y presbiterianas, fue enormemente responsable de reencender la antorcha de la evangelización bíblica durante la Reforma.256

      Algunos también dan crédito de Calvino como padre teológico del movimiento misionero reformado.257Las opiniones de la actitud de Calvino hacia la evangelización y las misiones han variado desde la defensa ferviente hasta la moderada, en el lado positivo,258 y desde la indiferencia hasta la oposición activa, en el lado negativo.259

      Una opinión negativa de la evangelización de Calvino es normalmente el resultado de:

      • No estudiar los escritos de Calvino antes de sacar conclusiones

      • No entender la opinión de Calvino sobre la evangelización dentro de su contexto histórico, y/o

      • Nociones doctrinales preconcebidas sobre Calvino y su teología. Algunos críticos ingenuamente afirman que la doctrina de Calvino sobre la elección prácticamente niega la evangelización.

      Para valorar la opinión de Calvino sobre la evangelización correctamente, debemos entender lo que el propio Calvino tenía que decir sobre la materia. En segundo lugar, debemos mirar el plano completo de la evangelización de Calvino, tanto en su enseñanza como en su práctica. Podemos encontrar decenas de referencias a la evangelización en la Institución, comentarios, sermones y cartas de Calvino. Después, podemos mirar la obra evangelizadora de Calvino (1) en su propia grey, (2) en su ciudad de Ginebra, (3) en otras partes de Europa y (4) en oportunidades misioneras allende los mares. Como veremos, Calvino era más evangelizador de lo que comúnmente se reconoce.

       Calvino: Maestro de la Evangelización

      ¿Cómo fue la enseñanza de Calvino evangelizadora? ¿De qué manera su instrucción obligó a los creyentes a buscar la conversión de toda la gente dentro de la Iglesia, así como en el mundo, fuera de ella?

      Junto con otros reformadores, Calvino enseñó la evangelización, de forma general, proclamando el evangelio con fervor y reformando la Iglesia de acuerdo con los requerimientos bíblicos. Más particularmente, Calvino enseñó la evangelización centrándose en la universalidad del reino de Cristo y la responsabilidad de los cristianos de ayudar a extender tal reino.

      La universalidad del reino de Cristo es un tema recurrente en la enseñanza de Calvino.260Calvino dice que las tres personas de la trinidad están involucradas en la extensión del reino. El Padre mostrará “lo que es la verdadera religión no sólo en un rincón…, sino que enviará su voz hasta los confines de la tierra”.261Jesús vino a “extender su gracia por todo el mundo”.262Y el Espíritu Santo descendió para “alcanzar todos los confines y extremos del mundo”.263En resumen, una descendencia innumerable “que se extenderá por toda la tierra” nacerá a Cristo.264Y el triunfo del reino de Cristo se hará manifiesto por todo lugar entre las naciones.265

      ¿Cómo extenderá el Dios trino su reino por todo el mundo? La respuesta de Calvino comprende tanto la soberanía de Dios como nuestra responsabilidad. Dice que la obra de evangelización es obra de Dios, no nuestra, pero Dios nos usará como sus instrumentos. Citando la parábola del sembrador, Calvino explica que Cristo siembra la simiente de vida en todo lugar (Mt. 13:24-30), juntando a su Iglesia no por medios humanos sino por poder celestial.266El evangelio “no cae de las nubes como la lluvia”, sin embargo; sino que es “traído por las manos de los hombres adonde Dios lo ha enviado”.267Jesús nos enseña que Dios “usa nuestra obra y nos convoca a ser sus instrumentos para cultivar su campo”.268El poder para salvar descansa en Dios, pero Él revela su salvación por medio de la predicación de su evangelio.269La evangelización de Dios causa nuestra evangelización.270Nosotros somos sus colaboradores y Él nos permite participar del “honor de constituir a su Hijo en gobernador de todo el mundo”.271

      Calvino enseñó que el método ordinario de “reunir una Iglesia” es mediante la voz externa de los hombres; “pues, aunque Dios podría traer a sí a toda persona mediante una influencia secreta, emplea, sin embargo, la acción de los hombres para despertar en ellos inquietud por la salvación de los demás.272Llega a decir: “Nada retarda tanto el avance del reino de Cristo como la escasez de ministros”.273 Sin embargo, ningún esfuerzo humano tiene la última palabra. Es el Señor, dice Calvino, quien “hace resonar la voz del evangelio no sólo en un lugar, sino a lo largo y ancho de todo el mundo”.274El evangelio no es predicado al azar a todas las naciones, sino por el decreto de Dios.275

      Según Calvino, esta unión de soberanía divina y responsabilidad humana en la evangelización ofrece las siguientes lecciones:

      1. Como evangelizadores reformados, debemos orar cada día por la extensión del reino de Cristo. Como dice Calvino: “Debemos desear que esto se haga cada día, a fin de que Dios reúna a todas sus iglesias de todas las partes del mundo”.276Puesto que place a Dios usar nuestras oraciones


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