¿Existen alternativas a la racionalidad capitalista?. Crisóstomo Pizarro Contador
target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_c5222004-51b7-5398-87e1-26eb90ec9d1f">2 Wallerstein, I. et al., “Getting Real. The Concluding Collective Chapter”, en Ibíd., 188.
3 Wallerstein et al., “The Next Big Turn”, 5.
4 Wallerstein et al., “Getting Real”, 190.
5 Wallerstein et al., “The Next Big Turn”, 5; “Getting Real”, 189.
6 Wallerstein et al., “Getting Real”, 189.
7 Ibíd., 189-191.
8 Ibíd., 190-191.
9 Schumpeter, J., The Theory of Economic Development (New Brunswick, Londres: Transaction Publishers, 6ª ed., 2012), 64.
10 Ibíd., 65.
11 Ibíd., 66.
12 Ibíd., 75.
13 Ibídem.
14 Ibíd., 78, 81.
15 Ibíd., 82-83.
16 Ibíd., 84.
17 Ibíd., 84-85.
18 Ibíd., 86-87.
19 Ibíd., 87.
20 Ibíd., 88-89.
21 Ibíd., 91.
22 Ibíd., 92.
23 Stiglitz., J. E., “Prólogo”, en Schumpeter, J. A., Capitalismo, socialismo y democracia (Barcelona: Página Indómita, 1ª ed., 2015), i, 11-12.
24 Ibíd., 14.
25 Ibídem.
26 Ibíd., 16.
27 Ibíd., 16-17.
28 Ibíd., 13.
29 El papel del Estado en el desarrollo tecnológico se presentará en el capítulo ii.
30 Ibíd., 17.
31 Ibíd., 18.
32 Ibíd., 18-19.
33 Ibíd., 19.
34 Ibíd., 170.
35 Schumpeter, Capitalismo, prefacio a la 1ª ed. (1942), i, 24-25. En la segunda parte del volumen i se formula la siguiente pregunta: “¿Puede sobrevivir el capitalismo?”, y su respuesta es “no, no creo que pueda”. Ibíd., 135-136.
36 En esta historia, Schumpeter desataca los siguientes cambios: el aumento y el proceso de transformación cualitativa del contenido del presupuesto del obrero, desde de 1760 a 1940; la historia del aparato de producción de una explotación agrícola típica, desde el comienzo de la racionalización de la rotación de los cultivos y de la cría del ganado hasta la agricultura mecanizada de nuestros días —junto con los silos y los ferrocarriles—; la historia del aparato de producción de la industria del hierro y el acero, desde el horno de carbón vegetal hasta el alto horno; la historia del aparato de producción de energía, desde la rueda hidráulica hasta la turbina; la historia del transporte, desde la silla de postas hasta el aeroplano; la apertura de nuevos mercados, extranjeros o nacionales, y el desarrollo de la organización de la producción, desde el taller de artesanía y la manufactura hasta los grupos empresariales, como los del acero de Estados Unidos. Ibíd., 26, 168-169.
37 Ibíd., 12.
38 Ibíd., 153.
39 Ibíd., 259-260.
40 Ibíd., 153, 261-262.
41 Ibíd., 253-254 y 299.
42 Ibíd., 154.
43 Schumpeter, Capitalismo, 252.
44 Ibíd., 136.
45 Ibíd., 298-299. Schumpeter también hablaba del socialismo como el “heredero legítimo” del capitalismo. Ibíd., 136.
46 Ibíd., 16-17. Desde un punto de vista teórico muy distinto al desarrollado por Schumpeter, Rajan y Zingales dicen que la continua búsqueda de protección estatal contra la competencia tiende a transformarse en el peor enemigo del capitalismo. El mercado libre no debe concebirse como “la anarquía de la jungla del oeste salvaje”, sino como un campo de juego transparente que ofrezca igualdad de condiciones para todos los competidores. Para esto es necesario que las autoridades impongan reglas que regulen al mercado y tener muy presente que estas serán siempre resistidas por aquellos que temen a la competencia. Rajan, R. y Zingales, L., Salvando el capitalismo de los capitalistas (Nueva Jersey: Princeton University Press, 2004).
47 Polanyi, K., La gran transformación. Crítica del liberalismo económico (Barcelona: Virus, [1944] 2016), 147.
48 Weber, M., Economía