Del Marqués a la monja. Darío Jaramillo Agudelo
Decir que son de oro, estos cabellos,
Miguel de Cervantes (1547-1616)
O le falta al amor conocimiento,
Luis Barahona de Soto (1548-1595)
¿A quién me quejaré de mi enemiga?
Lupercio Leonardo de Argensola (1559-1613)
Imagen espantosa de la muerte,
Luis de Góngora y Argote (1561-1627)
Varia imaginación que, en mil intentos,
Con diferencia tal, con gracia tanta
Cosas, Celalba mía, he visto extrañas:
Ni en este monte, este aire, ni este río
Menos solicitó veloz saeta
Bartolomé Leonardo de Argensola (1562-1623)
Yo os quiero confesar, don Juan, primero:
Cuando a su dulce olvido me convida
Lope de Vega y Carpio (1562-1635)
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
Cuando me paro a contemplar mi estado,
Versos de amor, conceptos esparcidos,
Noche, fabricadora de embelecos,
¡Oh quién te amara, dulce vida mía,
Un soneto me manda hacer Violante,
Amor, no se engañaba el que decía
Es la mujer del hombre lo más bueno,
Juan de Arguijo (1567-1623)
Castiga el cielo a Tántalo inhumano,
En segura pobreza vive Eumelo
Bernardo de Balbuena (1568-1627)
Perdido ando, señora, entre la gente
Francisco de Medrano (1570-1607)
Quien te dice que ausencia causa olvido
Antonio Mira de Amescua (1574-1644)
Blando hechizo de amor, dulce veneno,
Francisco de Borja (1577-1658)
Detente, aguarda, presumida Rosa,
Entre envidias del campo generosa,
Luis Martín de la Plaza (1577-1635)
Reina desotras flores, fresca rosa,
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
¡Ay, Floralba! Soñé que te... ¿Direlo?
Tú, que la paz del mar, ¡oh navegante!,
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
Es hielo abrasador, es fuego helado,
Osar, temer, amar y aborrecerse,
A fugitivas sombras doy abrazos;
Érase un hombre a una nariz pegado,
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Miré los muros de la patria mía,
Ya formidable y espantoso suena
Francisco López de Zárate (1580-1658)
Quien ama y a su Amor no está presente,
Esta a quien ya se le atrevió el arado,
Tirso de Molina (1581-1648)
Todo es temor, amor, todo es recelos,
Luis Carrillo y Sotomayor (1582-1610)
Amor, déjame; Amor, queden perdidos
Juan de Tassis y Peralta –Conde de Villamediana– (1582-1622)
Cansado de mí mismo, y más cansado
Silencio, en tu sepulcro deposito
Felipe Godínez (1582-1659)
Hombre, empréstito breve de la vida,
Francisco de Rioja (1583-1659)
Lánguida flor de Venus, que ascondida
Pedro Soto de Rojas (1584-1658)
Si quiebras, tiempo, los peñascos duros,
Antonio Hurtado de Mendoza (1586-1644)
María de Zayas y Sotomayor (1590-1661)
Que muera yo, Liseo, por tus ojos,
Pedro de Quirós (1590-1667)
Jerónimo Cáncer y Velasco (siglo xvi-1655)
Esa mustia beldad, que enamorado
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)
¿Qué género de ardor es el que llego
Éstas que fueron pompa y alegría
Gabriel Bocángel (1603-1658)