Cartas a Simón 1950 – 1959. Fernando González

Cartas a Simón 1950 – 1959 - Fernando González


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día del viaje a Chicago. Él me cuenta del viaje y me dice que su casa allá está a algunas millas afuera de la ciudad. Debe ser una casa de campo, un castillo. ¡Qué bueno para ti! Observa mucho esa vida; hazte muy amigo de sus padres y hermanos. Usa del alma que Dios te dio, para alegrar a los otros, para alegrarles la carga, que ese es el gran oficio en esta vida en este esferoide.

      También le escribí en español ayer al padre McCoy. Lo felicito por su onomástico. ¿Qué hay de él?

      Parece que Nano se va unos días a Tolú con Fdo. Uribe, para luego pasar a Cali. Eso es lo que les oigo conversar en la casa. Como te dije en la anterior, Álvaro parece que se va para Greensborough (North-Carolina) en dbre. Pero ayer me dijo Margarita que en la fábrica como que no le han vuelto a mentar el asunto. Parece que sí, pero no está bien seguro. Como lo leerías en la prensa, anteayer asesinaron a Delgado Chalbaud, uno de los tribunos que gobernaba a Venezuela. La venía gobernando una junta militar de tres y Delgado la presidía. Hoy, en la cárcel, mataron a Urbina, el que asesinó a Delgado. Como ves, en Venezuela anda siempre la cosa así, entre militares; y lo mismo pasa ya en Colombia: aquí, el porvenir va a ser de los Quicos.6

      El remedio para el cálculo me alborotó la enfermedad: así está un dolorcito constante, que por la noche aumenta… ¿Qué diablos será? Pues que suceda lo que Dios disponga; yo no me voy a echar a morir antes de tiempo, por preocupación. Si me muero, hay que alabar a Dios por ello. Iré a ver a Ramiro y las maravillas del Señor. Pero no, todavía no es tiempo.

      La finca: hace dos meses que no voy; eso se comerá todo el capital, si sigo; ese es asunto para ricos. Voy a ver cómo se queda con ella Gustavo. No es edad propia para fundar empresa esta de los cincuentas. En la carta venidera te comentaré más lo de Tony. Dale saludes, lo mismo que al Padre McCoy y a tu room-mate o room-companion. So long, my Simon. Be happy, always happy in this beautiful Earth, happy in the night, happy in the day: We are God sons; we see, we smell; we hear; we touch; we love.

       Fernando González Ochoa

      Bueno, Moncho:

      Te agradezco el que te gusten mis cartas, con ellas brego por describirte y hacerte amable el estado mental en que yo quisiera vivir y morir, y que se podría llamar: Conciencia de la Presencia de Dios. Dos conciencias, o mejor dicho, dos conocimientos vivos son precisos, a saber: Vivencia, o Conocimiento vivo, o Conciencia de Dios, como el único ser; y conciencia o vivencia de que uno vive en Dios, por Dios y que, por lo tanto, es inmortal. Pero casi todo mundo dice que sabe esas dos cosas, pero muy pocos las saben: las han oído, las han leído, pero son unos poquísimos aquellos a quienes les han nacido. Cuando uno realiza o se da cuenta de Dios y de Dios en uno, es cuando vuelve a nacer; Jesucristo le dijo a Nicodemo, un profesor que fue a preguntarle: “Para entrar en el reino de los cielos hay que volver a nacer”. Nicodemo, un sabio de ese tiempo, pero que no vivía aún a Dios, le dijo: “¿Y cómo hago para volverme a meter en el vientre de mi madre y nacer de nuevo?”. Jesucristo le respondió: “Tú eres maestro de este pueblo judío ¿y no sabes que hay que volver a nacer? Te digo que hay que volver a nacer por el espíritu y el agua”.

      ¿No ves, Moncho? Por el agua, porque ella lava. Es un símbolo el agua. El agua es meditar, bregar, fregarse, sufrir con inteligencia y paciencia, orar, ser amigo que sirve, prójimo que sirve a los que necesitan (y todos necesitan algo) y entonces se renace en espíritu, es decir, siente uno o vive uno a Dios. No es que uno sepa a Dios así como sabe Física, sino que cada célula nuestra queda empapada en la divinidad y sabe uno que es un Dios, así como sabe que tiene cuerpo y ojos y que vive.

      Al escribirte estas teologías o filosofías, lo que deseo es darte la buena que tengo, y gozar yo con ella y prepararme para que mi vejez y últimos días y horas sean gloriosos, y que cuando me duerma en Cristo ustedes celebren eso con alegría, que no se lamenten ni lloren, sino que piensen: “¡Vea, hombre! ¡Ya está con Ramiro en el reino!”. Si logro que ustedes se sientan eternos o inmortales, que vivan esto: que no hay muerte sino viaje o ida, habré conseguido que todos seamos hijos de Dios. ¡Qué bueno!

      Nano debe estar en estos momentos en el 6.° examen (Derecho Administrativo); creo que de un momento a otro vendrá a avisar cómo le fue. Hoy le daré los $200 que dizque gastará en Tolú. Los merece. Tiene, además, $70 para Cali.

      Ayer cayó un globo en el algarrobo y Lucas casi se enloquece de felicidad. “¡Un globo, abuelito…!”. Corrieron y Nano se subió al árbol y lo cogió. Como 12 muchachos gritaban en el alambrado. Nano les regaló luego el de 24 pliegos que estaba hace años debajo de la cama de Pito.7 Enseguida Álvaro, Lucas, Margarita y la Mona y Nano remendaron el cogido y lo elevaron… Había viento que lo llevó contra el mismo algarrobo, y allí se quemó. Lucas gritaba: “¡Ámvaro, se quemó…!”. Hace como un mes que desapareció el balón de Lucas y decía: “Me lo robaron…”. Salía todos los domingos al alambrado a preguntar a los muchachos que pasaban… Ayer lo vimos en el alambrado de frente a la casa de Ángel y que les gritaba a los muchachos de allá, que jugaban balón: “Ese balón es mío, muchachos; me lo robaron, echen mi balón”. Pues sí, señor, ese era el balón de él y se lo entregaron muy roto ya. Ese Lucas es un macho. La Claudia, ni se diga.

      Muchas bendiciones de

       Fernando González

      P. S. Many greetings for my dear friend Tony. F. G.

      * * *

      Monchito:

      Tu carta con el retrato literario y la foto del chino Jorge Chuang, la recibimos. Es una obra maestra de psicología, es un reportaje muy bueno y sirve de modelo. Te felicito. Gozamos mucho; Ignacio dijo que tú eras muy inteligente. Tus apreciaciones son medidas, justas y verdaderas. Eres otro del que se fue hace 3½ meses. Has progresado en 100 días lo que yo no esperaba sino en 4 años. Y esto te lo digo de todo corazón. Así es que el dinero que gastas y gastes está muy bien invertido. Te abrazo y felicito de nuevo. Recibimos también las tarjetas de Navidad para todos. Muy bellas. Tu mamá y los muchachos gozaron mucho. Ayer estuvimos en la misa de gallo aquí donde las monjas de al lado; comulgué por ti. Estuvieron el Dr. Orozco Micolta y doña Ema. Lucas gozó mucho; se acostó a las 11.

      Enfermedad mía: con el régimen de leche me fue mal por el hígado; vino el médico y me dijo que se había equivocado; me pasó a sopas de legumbres y carne (sustancia de) sin sal; purés y frutas dulces. Desde ese instante me alivié; ya hace tres días y medio que soy otro: ni mi dolor, ni nada. El médico dice que en 3 meses estaré más gordo que Ignacio.

      Álvaro y Lía: recibimos carta de Lía: que los han atendido mucho; que Álvaro trabaja de 8 a 7; que ya aprendió lo que iba a estudiar; que a ella la llevaron a la Universidad Femenina y le recibieron muy bien: que grabaron discos con discursos de ella en español y nos mandó uno. Esa Lía es inteligente; verás cómo aprende inglés. Pero dice que Álvaro sigue inconforme, con ganas de venirse ya: es muy casero y no tiene más ambiciones que su casa y sus hijos. Lástima, pues es muy inteligente. Pero es bueno y Dios lo ha protegido.

      Nano: feliz aquí; anda con Leticia hija de arriba para abajo; como que son novios. Este nano es un hombre novio, muy religioso, cusumbosolo e inteligente. Pero le convendría irse unos años a ese país. Pilar: con Carmen, en el automóvil nuevo, paseando todo el día. Pueda ser que encuentre la felicidad que tanto merece. Margarita: cuidando a Lucas, que quiere vivir en la piscina; está muy sana y habla de ti con alegría y orgullo. De Medellín, nada sabemos. No le vayas a contar a Álvaro ni a Lía que a Claudia la dejamos con Isabelita,8 pues no lo saben; ellos creen que está aquí. No te preocupes de los gastos. Gasta lo que necesites.

      Cuídate mucho, para que no enfermes. Estudia con método para que no tengas que estudiar hasta altas horas de la noche. De aquí es difícil escribirte,


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