El amor no es para mí. Dana Darius
¿qué piensas? Siempre nos lo hemos contado todo, podemos hacerlo de nuevo, ¿no?
—Sí, bueno, es que estos años han pasado muchas cosas y no sé por dónde empezar.
—Cariño, tenemos todo el tiempo que tú quieras, yo hoy no tengo planes, podemos quedarnos aquí y ponernos al día. —Mi teléfono suena otra vez.
—Pues por cómo suena tu teléfono, no lo parece —mira mi pantalla—. ¿Quién es Jordi? —Le voy a ser sincera porque no quiero que haya mentiras entre nosotros, nunca las ha habido y prefiero que no las haya, como él ha dicho en estos años han pasado muchas cosas.
—Jordi es un amigo, él es quien compone mis canciones y también es el que me animó para que te escribiera, quedamos de vez en cuando y nos lo pasamos muy bien, pero nada más, tenemos una regla importante y es que ninguno quiere tener pareja, bueno, en mi caso, ninguna que no seas tú, claro. —Me mira y me sonríe, es buena señal.
—Ella, no esperaba que guardaras castidad por mí, no hay más que verte para desearte y eso le pasa a cualquier tío, le tendré que dar las gracias entonces, ¿no le vas a llamar?
—No, ahora no, ya le contaré lo nuestro después, tranquilo que le daré las gracias de tu parte. Ahora tengo cosas mejores que hacer, lo entenderá. Y, bueno, ¿me dices que es eso que te ronda por la cabeza? que me tienes en ascuas, porque yo tampoco creo que me hayas guardado castidad.
—Cuando discutimos y me eliminaste de todas tus redes pensé en venir a buscarte, de verdad que quería hacerlo, pero entonces pensé que tú estabas enamorada de aquel chico con el que acababas de empezar a salir y yo llevaba con Beth un tiempo, creí que dejarlo estar era lo mejor, que tú hicieras tu vida y yo la mía, luego el padre de Beth me ofreció una oportunidad laboral inmejorable y no la quise desperdiciar, pero aunque haya seguido con ella nunca he dejado de pensar en ti.
«¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?».
—¿Sigues con ella? No lo entiendo porque esto que hemos hecho significa algo, ¿no? ¿Cómo has podido? —No sé si estoy enfadada, decepcionada o herida… ¡Nos acabamos de acostar juntos! —Esto lo cambia todo, ¿no?
—No quiero mentirte, sí, sigo con ella, pero la relación que tenemos es más por interés que por otra cosa, no estamos enamorados ni nada de eso, nos tenemos cariño pero nada más. No es como contigo, pero no puedo dejarla de la noche a la mañana, Ella. Por eso por ahora solo puedo ofrecerte estar contigo cuando venga a Madrid, una semana al mes; si aceptas eso te prometo la semana en exclusiva para ti, lo que ha pasado, ha pasado porque te quiero, porque llevo cuatro malditos años pensando en ti, no he podido evitarlo. Sé que te molesta que esté con Beth, pero créeme, ella no significa nada, no cómo lo significas tú, dame la oportunidad de poder volver contigo, por favor. —Lo que hago es una locura y llámame tonta si quieres pero mejor eso que nada, y me ha dicho que no tienen una relación sino que están juntos por interés, por lo que no estoy tampoco destrozando una familia ni nada de eso.
—Lucas, yo te quiero, te quiero de verdad y me conformo con eso, pero entiende que no me voy a conformar eternamente. Si me quieres tienes que arreglar las cosas y dejar a Beth, no te pido que sea mañana pero sí en un periodo no muy largo, no quiero ser la otra…
—Ella, tú nunca podrías ser la otra, siempre has sido la primera, para todo pero entiende que después de que me alejaras de tu vida yo tuve que seguir con la mía… Lo arreglaré, pero dame tiempo, ¿vale?
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