El amor no es para mí. Dana Darius

El amor no es para mí - Dana Darius


Скачать книгу

      «Y cotilla también» añado mentalmente.

      —No, no me empotró, me llevó a cenar al restaurante de su tío y se pasó la noche tirándome la caña, dejó que me emborrachara como una cerda, intentó besarme pero casi le vomito encima, y cuando me fui al baño me dejó tirada. Suerte que Jordi estaba por ahí y me trajo a casa.

      —Joder, Ella, qué cabrón, ¿no? Ese pensó que ya no pillaría cacho, seguro. Oye, pues qué suerte que Jordi estuviera por ahí, ¿y qué? ¿Follasteis otra vez?

      —No, lo invité a dormir, de hecho, aún sigue durmiendo. Vimos una peli y nos fuimos a la cama pero sin sexo ni nada.

      —Joder, pues vaya plan. ¿No te apetecía acostarte con él o qué? De verdad que no te entiendo, Ella, a ver si te vas a volver monja.

      —No es eso, Maka. Mira, con Jordi estoy muy a gusto, la verdad es que hacía mil años que no estaba así con nadie, se lo puedo contar todo, no se enfada por nada, me sabe dar consejos… Se ha convertido en mi mejor amigo, no te negaré que el sexo con él es genial, pero siempre y cuando los dos lo queramos, él no quiere relaciones y yo tampoco… Y ayer se portó muy bien conmigo, hemos dormido juntos sin que pase nada, ¿sabes por qué? Porque me respeta. —Y me lo repito a mí misma mientras pienso en lo bien que lo hubiéramos pasado.

      —Bueno, pues nada, me alegro de os llevéis tan bien… Pero Ella, no es bueno que te obsesiones con ya sabes quién, no va a volver a buscarte… Y en el caso de que realmente quieras que vuelva quizá deberías pedirle perdón tú… porque ya sabes quién fue la que lo borró de su vida…

      —Tienes razón, ya pensaré lo que hago, te dejo que voy a hacer café.

      Qué razón tiene Maka, no se lo puedo negar. Te contaré lo que pasó con Lucas porque seguro que no entiendes nada y creo que ya me toca contarlo para que así me puedas entender un poco más. Ya te he dicho que se fue a vivir fuera, pues cuando se marchó y decidió quedarse allí con aquella chica yo me enfadé y discutí con él, sé que no tenía derecho a pedirle nada, porque yo fui la que lo dejó y la que lo apartó de su lado, pero en ese momento me sentí traicionada, éramos amigos y me había dejado aquí sola y él ya no aguantó más y me dijo verdades como puños pero que a mí me dolieron en el alma, por eso decidí perder el contacto con él, lo bloqueé en las redes sociales, en el móvil y puse fin a nuestra amistad.

      Al principio estaba muy enfadada con él pero con el tiempo se me pasó y aunque rehíce mi vida de nuevo, empecé a castigarme por haberme portado tan mal con él, tenía razón en todo lo que me dijo, nunca quise escucharle, ni le di una sola oportunidad mientras que él a mí me las había dado en otras ocasiones. Pero no fui capaz nunca de pedirle perdón.

      Un ruido me hace salir de mis pensamientos y me giro para ver a Jordi con una sonrisa de oreja a oreja.

      —Ella, llevaba mucho tiempo sin dormir tan bien. Huele a café, ¡qué bien! ¿Llevas mucho rato despierta? —Lo miro y no se ha molestado ni en vestirse y está como todo hombre recién levantado… ¡Madre mía!, ya me entiendes.

      —No, es que me ha llamado Maka y no te quería molestar, por cierto, tápate un poco que te vas a resfriar —Y lo miro otra vez… «¡Madre mía!»… lo veo poner una sonrisa pícara.

      —He pensado que si no tienes planes hoy, ya que estás mejor podríamos quedarnos aquí y ver alguna película… Eso sí, sin que te duermas.

      —Me parece una idea perfecta.

      —Así me cuentas más cosas de ese chico que te tiene tan loca, no me has contado mucho de él y yo sí que te conté cosas de mi ex, es lo justo, además entre tú y yo hay algo, no sé cómo decirlo, pero contigo no necesito tener secretos, no sé si me entiendes. —Y sí, le entiendo muy bien, a mí me pasa lo mismo, es como si algo me atrajera a estar con él y contarle todos mis problemas.

      —Bueno, vale, te contaré cosas de Lucas. ¿Qué quieres saber? —Prefiero que me pregunte y responderle a narrarle toda mi historia, entre otras cosas porque los recuerdos me ponen triste.

      —Bueno, como os conocisteis ya lo sé y que se fue también, pero no me queda claro por qué le dejaste si era tan maravillosa vuestra relación. Porque nunca me cuentas cosas malas.

      —Es que no tengo recuerdos malos, en serio… Solo dos veces lo pasé mal porque me dejó él a mí pero al día siguiente volvimos. Yo sin embargo nunca le di la oportunidad a él, fui egoísta… Le dejé porque estaba insegura, era una época de mucha presión en sus estudios y yo me sentí desplazada, la verdad es que es de ser bastante tonta, pero conocí a otro chico que me calentó la cabeza y me hizo creer cosas que no eran y sin pensarlo dos veces le dejé.

      —Vaya… Me parece muy precipitado dejar a alguien con quien estás bien así, sin pensarlo, entiendo que te arrepientas. Mi relación con Lorena era muy distinta, estábamos mal, nuestra vida se convirtió en pura rutina y se acabó el amor, pero tú todavía sigues enamorada.

      —Sí, y lo peor de todo es que creo que nunca más podré avanzar, creo que las relaciones me salen mal en parte porque yo no estoy lo ilusionada que debería, y claro, los chicos pierden interés.

      —Anda, vaya tontería, Ella. Mira, en toda relación siempre hay imperfecciones, y si te gusta alguien de verdad luchas. ¿Por qué no le escribes a Lucas y le pides perdón? No tienes que pedirle matrimonio, solo hacer las paces y volver a ser amigos, ha pasado mucho tiempo… ¿Quién no te dice que él sienta lo mismo por ti?

      «Ojalá fuera tan fácil».

      —Jordi, nos dijimos cosas muy feas… no creo que quiera perdonarme, no es tan solo por la discusión, es porque después le borré de mi vida como si nunca me hubiera importado. —De repente me mira como si yo fuera una niña pequeña que necesita consuelo, y su mirada es como si penetrara en mi alma. Siento un deseo irrefrenable de besarle, me acerco a él y lo hago.

      Jordi no se retira, al contrario, contesta a mi beso, sé que en el fondo él lo desea tanto como yo, porque siempre me mira de una manera tan especial… Somos amigos sí, pero nos une algo más. No solo las canciones, cuando estamos juntos es como si estuviéramos hechos el uno para el otro, ojalá fuera tan sencillo… pero ninguno quiere nada serio y yo estoy demasiado enamorada de Lucas.

      Jordi me envuelve en un abrazo y me acaricia, yo le respondo de la misma manera, le cojo la mano y lo arrastro hacia el dormitorio, le necesito, necesito tener una buena dosis de sexo.

      —Ella, ¿estás segura? No es que no quiera, al contrario, ahora mismo es lo que más quiero, pero no quiero que pienses en Lucas mientras estás conmigo… aunque solo sea sexo —lo dice como si sintiera algo más profundo por mí, algo que yo no le puedo dar, pero creo que no es eso, porque él lo dijo muy claro: no quiere nada con nadie

      —No, pero lo necesito. —Ambos nos sumergimos en un torbellino de caricias, besos, más caricias y más besos por donde no te puedo ni nombrar, llegado el momento me penetra con fuerza, como sabe que me gusta y ambos gemimos de placer, te puedes imaginar cómo sigue todo… No, no puedes porque ya te digo yo que Jordi es un dios, y no me canso de decirlo, es atento y cariñoso, pero sabe dar donde hay que dar, activa mi botón mágico casi sin despeinarse, me vuelve loca en la cama, solo con imaginármelo ya estoy mojada, y lo mejor de todo es que parece que yo le causo el mismo efecto, nos entendemos a la perfección.

      Capítulo 4

      Un mensaje, una sorpresa

      (Ella)

      Los días pasan y no dejo de darle vueltas a muchas cosas, demasiadas. Jordi me dio un consejo y llevo días valorándolo, me dijo que le escribiera a Lucas para ver si todavía queda algo de lo que sentimos hace tiempo… Y estos días no he dejado de pensar que quizá tenga razón y tenga que dar ese paso porque ahora mismo no me parece tan mala esa idea, por muy descabellada que


Скачать книгу