El amor no es para mí. Dana Darius
tiene unos ojazos…
—Ya… ya, pero no me interesan sus ojos, me interesa más saber otros detalles más íntimos. ¿Ya te estás pensando el casarte con él?
—¿Qué dices, pava? ¡Yo paso de tíos! Ya te lo he dicho, lo tengo claro, solo hay una persona de la que me pueda enamorar y lo sabes. No quiero a otro en mi vida, pero oye, a nadie le amarga un dulce de vez en cuando.
—Bueno, pues podéis ser follamigos, ya sabes de esos con los que solo quedas para follar a veces. Ya sé que tú buscas a Lucas, pero despierta, Ella, Lucas se marchó y de momento no creo que vuelva. ¿Cuánto hace que no habláis? ¿Dos? ¿Tres años?
—Cuatro, ¿vale? Ya veremos lo que pasa con Jordi, yo soy libre como una mariposa, y no quiero complicarme más la vida. Si me la complico tiene que ser con alguien que de verdad merezca la pena. Por cierto, ¿qué habéis hecho esta tarde? —Quiero saber cuánto dinero se han gastado porque luego vendrán a llorarme a mí.
—Nada, al final Hugo ha llamado a tu prima cuando hemos entrado en la primera tienda y se ha tenido que ir.
La conversación con Maka se vuelve interminable, la dejo para irme a la ducha y quedamos para el día siguiente, dice que quiere explicarme cosas de Noah, ya quiere liarme con otro. No paran estas amigas que tengo, ¿cuándo entenderán que no quiero líos de amoríos, que estoy bien como estoy y que si los tengo prefiero escogérmelos yo?
Me voy a dormir pensando en las canciones que he escuchado. Jordi aparte de follarme como un dios, también me ha dejado las letras de unas canciones que cree que me pueden encajar y elijo unas cuantas que me gustan, algunas son más rítmicas, más salseras, otras son lentas y románticas. Creo que he elegido bien, bueno, ya lo veremos… Y con la música me voy al mundo de Morfeo.
Capítulo 3
Recuerdos que vuelan
por mi mente
(Ella)
Hoy hace un día estupendo, voy camino del local y he quedado con Maka en el parque de al lado. Ayer hablé con ella después de pasear a Roquet y quedamos en vernos hoy para que la pusiera al día y me ayudara con la elección del local.
La veo a lo lejos, lleva una camiseta de tirantes negra y una falda que más que una falda parece un cinturón, como se agache se le va a ver todo… Está loca, mucho más que yo, ¡qué ya es decir!
—¡Hola, perraca! Ayer no me especificaste mucho a cerca de tu relación con el compositor… Hubo tema, ¿eh? Qué bien que te haya quitado las telarañas, porque, hija, ya te iba haciendo falta… y, ¿qué tal?
—Pues, chica, solo te puedo decir que hacía mucho que no me corría dos veces en tan poco tiempo. Está muy bueno y encima es un maestro, ¿qué más puedo pedir? Me mira alucinada. No suelo ser tan explícita pero entre nosotras nunca hemos tenido secretos.
—Joder, nena, sí que te ha cambiado un poco, sí… Y qué, ¿ya has pensado si vas a salir con él otro día?
—No, lo mejor es que de momento nos limitemos al trabajo y a ser amigos, no quiero engancharme, y me conozco, me engancharía porque es guapísimo, y además muy majo.
—Pues chicos así no hay muchos. Por cierto, el otro día me fui a cenar con tu compañero de cante y, ¡joder!, que tío más soso. Solo quería saber de ti, qué capullo…. Ves, a ese también le pones. Que chasco más grande me llevé, así que ya sabes, cuando quieras puedes trincarte a este también, que lo tienes en el bote.
—¿Qué dices, tía? Yo paso, aunque lo cierto es que me lo apunto en mi lista, que nunca se sabe. —Ves, si ya te lo había dicho, me quiere liar también con el cantante, esta Maka nunca se cansa.
Llegamos al local y nos espera Jesús, es agente inmobiliario. Entramos y es todo tal cual me lo esperaba, habrá que arreglarlo e invertir bastante dinero pero prefiero hacerlo así y dejarlo a mi gusto.
Jesús mira el estado del local y se lleva las manos a la cabeza.
—Ella, perdona, no sabía que estaba tan mal… Tenemos otro local, no es tan grande pero está mucho mejor que este, la zona no es tan buena pero quizá te pueda gustar. —Jesús me conoce desde que tengo unos diez años, es amigo de mi tía Lola.
—Tranquilo, ¡es perfecto! —Lo calmo un poco aunque me mira extrañado.
—¿En serio? ¿No prefieres mirar otro?
—No, este está muy bien, es muy grande y está en el sitio indicado, rodeado de las mejores discotecas de Madrid, es justo lo que estoy buscando, sé que necesita arreglos pero no me importa, sabes que me lo puedo permitir y así lo dejaré a mi gusto.
—Pues en ese caso negociaré el mejor precio que te pueda conseguir, porque hace mucho que está a la venta y en estas condiciones creo que podemos conseguirlo a un precio mejor.
—Perfecto, lo dejo en tus manos. Maka, ¿a ti qué te parece? —Maka me mira y mira el local, quizá piense que estoy loca por comprarlo, lo cierto es que esta casi en ruinas.
—Tía, la zona es inmejorable y conozco a unos colegas que te lo dejarán perfecto. La barra esta la quitarás, ¿no?
—Sí, lo quitaré todo y lo pondré todo nuevo. Oye, Jesús, ¿crees que podríamos firmar esta semana? Te lo digo porque quiero empezar con las obras cuanto antes, ¿qué oferta les harás?
—Pues voy a intentar que te lo dejen en cincuenta mil euros, porque piden setenta y lo veo mucho, ¿tendrás que pedir un crédito?
—No, sabes que no lo necesito, tengo dinero de sobra, pero si lo consigues por ese precio te estaré infinitamente agradecida, porque tendré que invertir bastante en él, ya sabes.
—Si lo consigues en ese precio te hacemos un carnet VIP. —Miro a Maka y me rio, tiene unas ideas de bombero retirado, más que nada porque no veo a Jesús a sus casi sesenta años en un bar de copas del tipo que será mi bar.
Quedamos en hablar al día siguiente y yo ya me he hecho a la idea de que ese local ya es mío, llamo a mi padre para contárselo y que me dé su visto bueno.
—Papá, ¿te pillo ocupado?
—No, cielo, ¿qué pasa? ¿Todo bien?
—Sí, es solo que ya he cogido el local del que hablamos, quería que lo supieras. He decidido que voy a abrirlo y también me dedicaré a la música, quiero tener algo mío por si la música no me va tan bien como debería.
—Cariño, eso no pasará, pero está bien que tengas tu propio negocio, ¿qué vas a hacer al final?
—Pues ahora tengo que arreglar todo el local y comprarlo todo, supongo que eso me llevará un par de meses antes de que inaugure, tengo que ir pensando en un nombre, ya te contaré.
—¿Hoy tienes que ir al estudio?
—Sí, tengo que grabar con mi compañero, que ayer no estaba, y estuvimos con el compositor que me han asignado. Tiene unos temas muy bonitos y estuve hablando con él de componer algo para mamá, ¿te parece bien?
—Claro, mi niña, a ella le hubiera encantado. —Su voz ahora suena apagada, sé que han pasado años pero la echa de menos como el primer día.
—Perfecto, papá, te dejo que tengo cosas que hacer, hablamos otro día. —En parte no es cierto, pero sé que cuando se pone así yo también acabo poniéndome triste y prefiero no hablar del tema.
Mi madre lo era todo para nosotros. Era una mujer divertida, apasionada, cariñosa, y ellos siempre fueron la pareja perfecta, eran mi punto de referencia y es por eso que no quiero estar con nadie, quiero lo que tenían ellos o no quiero nada. Por eso tengo a Lucas en un pedestal, y te dirás, si tan maravilloso era, ¿por