El uso del color en los videojuegos. Emiliano Labrador

El uso del color en los videojuegos - Emiliano Labrador


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alta, aumentando progresivamente la saturación

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      Escala de color de un color saturado muy luminoso a nada luminoso

      Saturación

      La saturación se define como la cantidad, fuerza o pureza de color que tiene un tono. Cuanto más intenso, más puro es ese color, más saturado se dirá que está. Por el contrario, cuanto menos cantidad de color, o sea, cuanto más cerca del gris esté, se dirá que está poco saturado o desaturado.

      La saturación también es un atributo de cromaticidad, ya que variando este parámetro cambia el color que se percibe.

      En la naturaleza, la saturación alta es indicativo de vida, de frescura, de madurez. Los colores saturados son los más llamativos. Así, la fruta madura presenta colores saturados. Las naranjas, las fresas, los kiwis, etc., cuando están en su plenitud de madurez presentan colores intensos, saturados. Las flores y los animales, en el momento en que buscan reproducirse, muestran sus colores más saturados. Pero también el cielo azul, los árboles verdes, las piedras preciosas más valiosas, todos muestran su belleza saturando al máximo sus colores. La saturación simboliza pues, la vida, la riqueza, el lujo.

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      Escala de un color sin saturación ni brillo a uno totalmente saturado y brillante

      A su vez, en la naturaleza, la baja saturación es indicativo de senectud, de podredumbre, de muerte. Todo lo orgánico se desatura al perder sus propiedades. La fruta, las flores y el plumaje pierden su esplendor, esto es, su saturación. En los días de tormenta el cielo muestra un azul grisáceo, las hojas de los árboles pierden su verde intenso y lo cambian por verdes sin vida. Las ropas de los reyes y la corte tienen colores saturados, y cuando se produce el cambio de la sociedad feudal a la industrial, en el XIX, los hombres que ejercen el poder eliminan los colores saturados de su ropa por otra de color gris. Se pasa de una imagen de opulencia a una de austeridad no solo mediante el comportamiento, sino también mediante el color. Los colores poco saturados son en la mente humana sinónimos de seriedad, de pobreza, de muerte.

      Así, el uso de la saturación ha de servir para recrear el ambiente que sea necesario en el videojuego. Los juegos casual, sobre todo en plataformas móviles, pero también los de PC o consola, se hacen siempre con colores muy saturados, reforzando la idea de divertimento y positivismo. Un juego con colores saturados está diseñado para jugar en periodos cortos de tiempo. Los juegos con guiones elaborados suelen tener colores poco saturados, más grisáceos cuanto más profundo sea el argumento. Un juego de larga duración tendrá, en general, colores menos saturados. Los juegos de aventuras tendrán colores más saturados que los juegos donde haya algún tipo de reflexión sobre la condición humana.

      En el juego The Witness (2016), un juego de puzles, los bosques están representados con verdes muy saturados, tanto que las escenas no son nada naturales. El juego quiere introducirnos en un entorno artificial, de una belleza exagerada, tanto como lo es el argumento del juego. El color nos traslada a un mundo onírico e intensifica la idea de extrañeza y desazón que produce el no saber qué ha sucedido en la isla.

      En los juegos de aventuras, como Uncharted 4: El desenlace del ladrón (2016), los colores de la selva tienen un nivel de saturación más o menos similar a los del mundo real, dando también la imagen de fuerza, vigor, urgencia y grandilocuencia que el guion requiere, pero a la vez manteniendo un punto de realidad. Si bien las escenas son un poco más saturadas que en el mundo real, se intenta simular que lo que se ve podría existir.

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      The Witness (2016). Copyright Thekla, Inc

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      Uncharted 4 (2016). Copyright Naughty Dog

      En juegos donde se quiere crear una atmósfera de misterio, como en The Vanishing of Ethan Carter (2014), los colores son mucho menos saturados que en la realidad. Eliminar fuerza al color hace que la escena se perciba como más trágica, misteriosa, incluso fúnebre. Es más fácil darnos un susto en una escena con colores poco saturados que en una con colores saturados.

      En los programas de edición de imágenes podemos identificar la saturación del color mediante su disposición en la horizontal. La saturación de un color se mide en porcentaje (%). Un color completamente saturado, esto es, en su plenitud de color, tendrá una saturación del 100 %. Por el contrario, un color que esté completamente desaturado, es decir, que haya perdido completamente su pureza, convirtiéndose en gris, tendrá un 0 % de saturación. En el cuadro X siguiente puede ver una muestra de colores que van desde el tono puro, 100 % saturado, hasta un gris medio, con un 0 % de saturación.

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      The Vanishing of Ethan Carter (2014). Copyright The Astronauts

      Para mantener ese tono de gris medio se ha de alterar también el nivel de brillo de manera proporcional para llegar a la mitad de la vertical izquierda del cuadro. Con otros valores de brillo, se llegará hasta colores desaturados que tienden al blanco o al negro.

      La desaturación de un color en la mezcla aditiva se realiza igualando los tres canales de color, rojo, verde y azul, de forma que cada canal aporta la misma cantidad de luz a cada píxel de la imagen, de manera que no predomina ninguno de ellos, mostrando entonces un tono de gris, tal como se puede observar en esta imagen de Assassin’s Creed IV: Black Flag (2013).

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      Escala de colores que van desde el tono puro, 100% saturado, hasta un gris medio, con un 0% de saturación

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      Imágenes de Assassin’s Creed IV: Black Flag. Copyright Ubisoft (2013) con los tres canales activos: canal rojo, verde y azul respectivamente

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      Assassin’s Creed IV: Black Flag (2013) con los colores desaturados. Cada canal, rojo, verde, azul, está desaturado. Copyright Ubisoft

      Temperatura del color

      La temperatura del color es una característica subjetiva que se basa en la relación que establece el cerebro con un color y su sensación térmica más habitual. Así, los rojos, amarillos y naranjas son colores que el cerebro asocia al sol, el fuego, la arena de la playa, pero también a conceptos aprendidos como el amor, la pasión, la fuerza, el movimiento, etc. Del mismo modo, los violetas, los azules y algunos verdes, el cerebro los asocia al hielo, al metal, a la noche, y también a lo débil, la introspección, la calma, la muerte.

      Hay colores que están en la zona de transición, como algunos violetas y algunos verdes. Dependiendo de la proporción de azul y de rojo que tengan los violetas, y dependiendo de la proporción de azul y amarillo que tengan los verdes, estos estarán más cerca de la zona cálida o de la zona fría. Pero no solo eso. También van a cambiar su sensación térmica dependiendo de qué colores tengan cerca. Así, podrán parecer más cálidos o más fríos dependiendo del contexto en que se encuentren.

      La temperatura subjetiva del color no se debe confundir con la temperatura del color de la luz. La temperatura del color de la luz es una característica de la luz que tiende a ser más rojiza o más azulada dependiendo de la longitud de onda que emita. Se expresa en grados Kelvin ya que el color emitido se compara con el que emitiría un objeto negro calentado a una temperatura determinada.


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