Animación social de personas dependientes en instituciones. SSCS0208. Virginia Moreno García
"¡Mira! llevo muchísimo rato esperando cola y no me da la gana que llegue un listillo como tú y se me cuele delante, así que por favor, ponte a la cola.".
3 Un amigo le comunica por teléfono que ha cambiado bruscamente los planes que tenían para irse de vacaciones juntos. Usted responde: "Bueno, esto realmente me ha sorprendido. Te llamaré dentro de un rato, cuando haya tenido tiempo para digerir lo que está pasando.".
4 Está en la cola de un supermercado. Alguien detrás de usted tiene sólo un producto, y le pide si le deja pasar. Usted tiene muchísima prisa y pocos productos. Le contesta: "Comprendo que para un solo producto no quieras hacer la cola, pero yo estaba primero y realmente me gustaría irme pronto.".
SOLUCIÓN
Las conductas que aparecen, respectivamente, son:
1 No asertiva
2 Agresiva
3 Asertiva
4 Asertiva
6.5. Entrenamiento en habilidades sociales
Consiste en un conjunto de estrategias y habilidades que se enseñan a una persona con la intención de mejorar su competencia interpersonal en diferentes situaciones.
Las técnicas de entrenamiento en habilidades sociales más apropiadas dependerán de la naturaleza de las dificultades del sujeto. También es imprescindible un control del contexto, pues ya sabemos que el repertorio de habilidades interpersonales de un sujeto va a estar condicionado, en cierta medida, por los factores externos propios del ambiente.
Sabía que...
El entrenamiento en habilidades sociales está orientado hacia la ampliación del repertorio de conductas que tienen los sujetos, lo que conlleva el desarrollo de habilidades nuevas y conductas alternativas.
Cualquier propuesta de entrenamiento en habilidades sociales debe basarse en la colaboración activa de la persona destinataria. Se presupone que ésta tiene intención de cambiar, que comprende el porqué de esta necesidad y, por lo tanto, acepta el procedimiento y lo cumple.
Una vez que hemos realizado la evaluación (por ejemplo, a través de escalas como "El inventario de situaciones y respuestas de ansiedad" o "La escala Multidimensional de Expresión Social") y se han detectado las dificultades, se orientará a la persona para que realice el entrenamiento.
A continuación, se comentan algunas estrategias ampliamente utilizadas en numerosos programas de intervención y que pueden ser fácilmente aplicables, tanto en personas mayores como en discapacitados:
Definición del problema: se expone el problema y se intenta que la persona proponga diferentes alternativas para la solución. Queremos que sea consciente de la dificultad que presenta en habilidades sociales.
Identificar soluciones: tras las diferentes alternativas propuestas, hay que optar por la conducta social deseada. Posteriormente, se dan instrucciones concretas para conseguirla. Se ayuda a identificar los componentes de la habilidad en cuestión.
Exposición a un modelo: se crea una situación artificial, en la cual un modelo va a realizar la habilidad o conducta que queremos conseguir, haciendo hincapié en los componentes, tanto cognitivos como conduc-tuales, de la misma.
Role-play: ahora es el turno de la persona que necesita aprender la habilidad. En este caso, tendrá que representar la conducta socialmente habilidosa, para poner en práctica lo aprendido hasta el momento.
Retroalimentación: se valora la actuación y se analizan tanto los logros obtenidos como los errores cometidos, para que pueda mejorar. Se refuerza la correcta realización de la conducta social deseada en la situación de representación. En el caso de que la realización de la conducta no haya sido correcta, el modelo vuelve a exponer, y le proporcionamos a la persona nuevas oportunidades de ensayo y representación de la conducta deseada hasta que la realice correctamente.
Entrenamiento para generalizar lo aprendido: durante todo el tiempo de entrenamiento, las situaciones, conductas y representaciones se realizan de una forma tan real y cercana a la situación social natural como sea posible.
Recuerde
Cualquier propuesta de entrenamiento en habilidades sociales debe basarse en la colaboración activa de la persona destinataria.
Tareas: se propone una serie de tareas a la persona para que vaya observando su comportamiento. Se le proporcionan unos autorregistros para que anote qué conductas adopta en diferentes situaciones sociales.
7. Actividades de acompañamiento y de relación social, individual y grupal
Las relaciones sociales son importantes a lo largo de toda la vida, fortalecen física y mentalmente, se relacionan directamente con la sensación de bienestar y la calidad de vida. Por eso, mantenerlas y hacer nuevas amistades es importante para transitar un proceso de envejecimiento activo.
Recuerde
Escuchar es un aspecto muy importante dentro de la comunicación
Un aspecto fundamental es la comunicación, y no sólo hablar, sino también saber escuchar, comprender las circunstancias de la otra persona, expresar los sentimientos, demostrar interés por la vida, implicarse, participar, ofrecer y pedir ayuda. En resumen, construir lazos con la gente cercana.
La importancia de la participación social de las personas mayores presenta dos dimensiones: la individual y la colectiva. Por un lado, desde una perspectiva individual, la participación social de las personas mayores es una de las estrategias que se derivan del concepto de envejecimiento activo, modelo asociado a la prevención de discapacidad y a la promoción de la salud, desde el cual se propugna que cada persona debe afrontar su propio proceso de envejecimiento desde un papel o rol activo y sin desconectarse o aislarse de la sociedad.
Por otro lado, desde una dimensión colectiva, las personas mayores poseen un rico caudal de experiencia vital que debe ser reconocido como insustituible para posibilitar que los cambios derivados del dinamismo inherente a la propia evolución de las sociedades se produzcan de un modo equilibrado.
¿Qué podemos hacer para favorecer el aspecto social?
Favorecer hábitos saludables y actitudes positivas hacia el envejecimiento y la discapacidad.
Estimular e impulsar la participación activa e integración de estas personas en la comunidad.
Promocionar la cultura, la formación y el acercamiento a las nuevas tecnologías.
Fomentar y dinamizar la relación social intergeneracional y de apoyo solidario a colectivos más desfavorecidos.
Canalizar el ocio y tiempo libre hacia actividades o proyectos diversificados, gratificantes y significativos.
Impulsar programas y actividades relacionadas con la mejora de la salud y el envejecimiento positivo, desarrollando programas como:Cursos formativos o charlas destinadas a proporcionar conocimientos, desarrollar hábitos y consolidar actitudes que contribuyan a un envejecimiento positivo y saludable.Talleres ocupacionales, ofertando una gama diversificada de actividades manuales y creativas.Actividades de mantenimiento físico, como bailes de salón, salidas a caminar, etc.
Promocionar proyectos de voluntariado.