Las cadenas fisiológicas (Vol. VII). Michèle Busquet-Vanderheyden

Las cadenas fisiológicas (Vol. VII) - Michèle Busquet-Vanderheyden


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      • en el manubrio mediante la continuidad del ligamento esternopericárdico superior,

      • en la aponeurosis cervical media,

      • en la cara anterior del saco fibroso del pericardio por el ligamento inferior (el compartimiento del timo está situado por encima del pericardio y se inserta en él mediante un ligamento inferior).

       Figura 19. El timo y el corazón (según Netter).

      La anatomía descriptiva nos permite comprender mejor la importancia que puede tener la recuperación de la movilidad torácica para estimular favorablemente la función del timo.

      Cuando observamos a niños «asténicos», vemos que presentan un tórax enrollado (cadenas de flexión) y cerrado (cadenas cruzadas de cierre). Las tensiones musculoesqueléticas están asociadas a tensiones intratorácicas. Durante la respiración se nota una leve movilidad del esternón. En estas personas la inspiración se hace «hinchando» la cifosis dorsal.

      A partir del momento en que se liberan las tensiones intratorácicas, las tensiones de las cadenas de flexión y de cierre, se observa una respiración más natural con elevación y adelantamiento del esternón durante la inspiración.

      La liberación de las cadenas fisiológicas devuelve al esternón su función determinante de «bomba tímica». Durante las semanas siguientes los padres observan que el niño está menos asténico, que tiene más vitalidad, que es menos frágil a los cambios de tiempo (rinitis, bronquitis...). La anatomía está al servicio de la fisiología, por esto es necesario que el funcionamiento de las cadenas fisiológicas sea libre.

       Figura 20. Modificación del compartimiento del timo durante la inspiración y la espiración.

      Corazón

      El corazón mantiene una estrecha relación con los órganos de la cavidad torácica, pero también con las paredes de esta cavidad.

      Su tamaño corresponde al de un puño. Su forma varía en función de:

      • La contracción del miocardio.

      • La configuración del tórax. Es redondeado en el recién nacido, estirado en el sujeto longilíneo, y transversal en los sujetos brevilíneos.

       Figura 21. El corazón (según Gray).

      La cara inferior del corazón descansa sobre el foliolo anterior del centro frénico del diafragma.

      La cara izquierda se corresponde con la pleura del pulmón izquierdo. En este nivel discurren el nervio frénico izquierdo y los vasos diafragmáticos superiores izquierdos.

      La cara anterior se corresponde con:

      • el compartimiento del timo,

      • los pulmones y la pleura, que están situados en el mediastino,

      • el músculo triangular del esternón,

      • la placa esternocostal.

      La base del corazón está dividida en dos segmentos:

      • Un segmento izquierdo que corresponde a la aurícula izquierda. Este segmento está íntimamente relacionado con el esófago.

      • El segmento derecho que corresponde a la aurícula derecha. Este segmento está en relación con la pleura y el pulmón derechos. En este nivel pasan el nervio frénico derecho y los vasos diafragmáticos superiores derechos.

      Las relaciones del corazón con el contenido torácico tienen lugar a través del pericardio.

      Pericardio

      El corazón está formado por un músculo espeso: el miocardio, y excavado por las cavidades cardíacas que están tapizadas por el endocardio.

      El envoltorio del corazón está constituido por el pericardio. Este es el equivalente del peritoneo para los órganos abdominales.

      Este envoltorio serofibroso envuelve el corazón y lo pone en estrecha relación con su entorno musculoesquelético y visceral.

      Además del corazón, el pericardio engloba la porción yuxtacardíaca de sus grandes vasos.

      El pericardio se compone de dos hojas:

      • una superficial, el pericardio fibroso, que tiene una hoja,

      • una profunda, el pericardio seroso, que tiene dos hojas.

       Hoja profunda del pericardio o pericardio seroso

      El pericardio seroso presenta dos hojas:

      • una hoja visceral,

      • una hoja parietal.

       La hoja visceral

      Se adhiere al miocardio de los ventrículos y, parcialmente, en las aurículas.

      A nivel de los grandes vasos de la base del corazón esta hoja forma dos vainas:

      • Una vaina arterial, que recubre la parte ascendente del cayado de la aorta y el tronco de la arteria pulmonar.

      • Una vaina venosa, que recubre las dos venas cavas y las cuatro venas pulmonares.

       La hoja parietal

      Recubre la hoja visceral y se pega al pericardio fibroso.

      La unión de estas dos hojas forma las líneas de reflexión y recubre los pedículos arteriovenosos.

       Hoja superficial del pericardio o pericardio fibroso

      Es un saco fibroso resistente. Presenta la forma de un cono truncado. Recubre la hoja parietal del pericardio seroso.

      Lo atraviesan los grandes vasos del corazón. Está fijado:

      Al foliolo anterior del diafragma por la continuidad de los ligamentos frenopericárdicos:

      • anterior, que va desde el nervio frénico izquierdo hasta la vena cava inferior (VCI),

      • derecho, que discurre sobre la vena cava inferior (VCI),

      • izquierdo, que es inconstante.

      Estos ligamentos rodean la vena cava inferior a nivel de su porción supradiafragmática.

       Figura 22. El pericardio y sus inserciones.

      A la cara posterior del esternón mediante la continuidad de los ligamentos esternopericárdicos:

      • superior, que discurre por la cara posterior del manubrio y la cara posterior de los dos primeros cartílagos costales (por la parte anterosuperior del pericardio),

      • inferior, que va a la punta del apéndice xifoides.

      A la cara anterior de los cuerpos vertebrales de C7, D1, D2 y D3, por la continuidad de los ligamentos vertebropericárdicos.

      A la lámina tiropericárdica, que corresponde a la hoja profunda de la ACM.

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