Inmigración internacional en Chile. Baldomero Estrada Turra
era el rol que jugaban las redes pre-migratorias y los lazos de parentesco y redes derivadas de los enlaces matrimoniales y/o sociedades comerciales. Muchas de estas organizaciones se formaron con personas estrechamente vinculadas entre sí, ya sea a consecuencia de ideas de grupos de amigos, vecinos o familiares oriundos del mismo pueblo o país, y con una procedencia socio-ocupacional mayoritariamente homogénea (estancieros, comerciantes e industriales). Así también, los postulantes acreditaban buena conducta y óptimos antecedentes, avalados por los testimonios que sus nuevos lazos comerciales, de compadrazgo o de amistad en el país receptor podían aseverar, comprendiendo así el funcionamiento, dimensiones y posiciones de las redes.
En lo posible, tales testimonios o certificados debían ser emitidos por inmigrantes que ya pertenecieran a la asociación que se postulaba. Una vez revisadas las cartas de recomendación en cuanto a su contenido, procedencia y la ocupación de cada postulante, los directivos realizaban la votación correspondiente; en caso que se probase la honradez y laboriosidad de los candidatos, estos eran admitidos. Así lo dicen los estatutos del Hrvatski Dom (Club Croata), creado en 1915 en Punta Arenas: “podrán ser miembros del Club siempre que tengan reputación de buena conducta y honradez, todo croata o eslavo y los hijos de los mismos, debiendo contar por lo menos con diez y seis años de edad y ejercer profesión seria, arte y oficio honestos”160.
Los mecanismos de control de las pautas conductuales también se vieron reflejados en algunos de los reglamentos de las organizaciones de las distintas colonias. Los socios que, por mala conducta, morosos en sus cuotas, contrayentes de enfermedades a consecuencia de relajación de costumbres y/o oficios denigrantes, o quienes se vieron involucrados en causas políticas y/o de índole nacionalista, fueron expulsados de la Asociación. Así también, a los enfermos producto de los abusos del alcohol o los heridos a consecuencia de riñas y pleitos, se les negó todo tipo de auxilio médico, pues atentaban contra el respeto, la fama y la tranquilidad de los miembros de las colonias161.
En el año de 1905, dos socios de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos se vieron involucrados en una riña que culminó en homicidio. David Draguicevich atacó al súbdito de apellido Verick, ocasionándole la muerte.
“Y no habiendo tomado ningunas medidas el representante de nuestro Imperio, se acordó que el presidente y el secretario de esta institución presenten una demanda al Juez de Letras pidiendo que en vista que el homicida Draguicevich posee una regular fortuna, pague una indemnización a la viuda y sus hijas junto con disculpas públicas”162.
El quinto artículo de los estatutos del Club Croata de Punta Arenas hacía alusión al respeto y obediencia de los socios para con los directivos: obedecer dentro del Club a cualquier miembro del Consejo Directivo en caso de reconvención, procurando al mismo tiempo con su comportamiento, ser digno de elogio y fama entre los consocios163.
Por su parte, en el año de 1896 se funda la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos, liderada por un comité compuesto por José Pasinovic, presidente; Agustín Denegri, vicepresidente; Nicolás Bandic, secretario; Oreste Grandi, tesorero, y Juan Sturica, Antonio Milicic164 y Fortunato Bergulian, consejeros. Esta comitiva en conjunto con los socios, elaboraron los primeros estatutos, dejando claro dentro de los reglamentos el mantenerse al margen de toda ideología política y/o religiosa165. Si analizamos el listado de socios por año hasta finales de 1900, de 200 socios con los que contaba la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos, ciento noventa y un correspondían a un origen dálmata, súbditos del Imperio Austro-Húngaro, provenientes de diversas regiones y pueblos de la Isla de Brac, principalmente166.
Algunos, fueron desertores del servicio militar, otros no cumplieron con el enrolamiento en la armada nacional167. Por tanto, por motivos de lealtad y/o deserción hacia la corona de los Habsburgo, las distintas organizaciones experimentaron roces y desacuerdos con respecto a los ideales nacionales, ocasionando quiebres, creación de nuevas instituciones o el cambio de nombre de algunas de estas según las ideologías de sus adeptos.
En el año de 1918 el ministro de Relaciones Exteriores solicita al Gobernador de Magallanes la disolución del Club Hrvatski Dom, por ser tan peligroso para la tranquilidad de la colonia austrohúngara en Magallanes. A raíz de un pleito ocurrido durante un partido de football entre un grupo de croatas y serbios antiaustríacos, quienes provocaron a la colonia austriaca con gritos subversivos contra el Imperio Austriaco, se agredió con golpes y armas a varios de estos, siendo víctimas del conflicto los señores Czernoch, Esteban Scarpa y varios otros168.
Una rama de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos compuesta por Juan Sekul, Andrés Stambuck, Francisco Tomsic, Bartolo Poduje, Juan Ursic, Juan Spanich y Juan Turina tomó la decisión de separarse y fundar una organización con denominación eslava, escudo de Croacia, Dalmacia y Eslovenia y el idioma croata como oficial. Así, en el año de 1900 se crea la Sociedad Croata de Beneficencia169, luego, para el año de 1919 por motivos nacionalistas el nombre de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos cambiaría al de Sociedad Dálmata de Socorros Mutuos, y la frase súbdito o hijo de súbdito austrohúngaro, se reemplazaría por ser oriundo de la provincia de Dalmacia o hijo de socio dálmata. La bandera utilizada sería la de la Provincia de Dalmacia170.
Lo mismo ocurrió con la compañía Austriaca de bomberos fundada en el año de 1902, la cual cambió su nombre a Bomba eslava y finalmente a Compañía de Bomberos Croata Dalmacia. A medida que crecía el número de inmigrantes y descendientes de croatas en Magallanes, aumentaban los conflictos nacionalistas. En el año de 1902, comenzó un pleito judicial que involucró a la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos y a uno de sus socios y ex miembros de la directiva, Andrés Yuricic, quien fue partidario de la independencia y separación de Croacia del Imperio Austro Húngaro y del reconocimiento de los croatas como tal, en desmedro del apelativo de austriacos.
Yuricic violó una correspondencia emitida por el cónsul austriaco en Nueva Zelanda, la cual iba dirigida al Directorio de la Asociación. El cónsul solicitaba los estatutos de las Sociedad con el fin de replicarlos y crear una institución semejante para los súbditos austriacos en Nueva Zelanda, a lo que Yuricic le contestó que la Sociedad Austriaca no existía, y que toda institución con nombre austriaco en Chile, fue reemplazada con el nombre de Sociedad Croata. En ese sentido, Juan Marovic en representación de la directiva de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos se querelló criminalmente frente a Yuricic, solicitando una multa, prisión y expulsión de la Sociedad:
“Habiendo el señor Yuricic, al contestar la carta violada manifestando al señor cónsul en Nueva Zelanda, que la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos de Punta Arenas, destinataria de la carta, no existía…. se solicita que la ley penal, por consiguiente, castiga al señor Yuricic con las penas de 541 días a 3 años de reclusión, y de 61 a 540 días de presidio, y multa de 100 a 1000 pesos”171.
Yuricic, resaltando ya para esos años sus deseos de independencia y patriotismo croata, entre otras cosas mencionó que:
“…El señor Marovich sabe muy bien que los croatas y dálmatas, solo por asuntos políticos hemos renunciado a algunas prerrogativas de naciones libres e independientes…Pregunte el señor Marinovich a un australiano o canadiense si ellos son ingleses. Si el señor Marinovich y acompañantes se han hecho austriacos, háganlo en buena hora, pero no den ese nombre a los croatas y dálmatas que llevan con orgullo el nombre de su querida patria”172.
Si bien, los conflictos nacionalistas al interior de las colonias de inmigrantes en Chile no fueron de la magnitud como los sucesos que ocurrieron en Argentina para el caso de los italianos173, algunas sociedades de socorros mutuos como la austriaca, no solo controló las conductas de sus socios y el resguardo de que el comportamiento de estos fuese consecuente con los estatutos, sino que también, se aseguró de que sus integrantes no participaran en ningún tipo de propaganda patriótica o de índole nacionalista174.
En el año de 1917, el presidente del Club Austriaco de Punta Arenas comunicó al presidente de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos que en base a lo acordado por el Directorio tras la suscripción al periódico Novo Doba, se decidió
“…separar a los siguientes socios por haber infrinjido las disposiciones de los artículos 3° y 9° inciso I° de nuestros estatutos”: Francisco Martinich, Marcos Sesnich,