El islam y la cultura occidental. Lourdes Celina Vázquez Parada
Por otro lado, Polonia, Hungría, República Checa, Austria, Eslovaquia, Bulgaria y Croacia no han aceptado, o han aceptado a menos del dos por ciento del porcentaje que les correspondería. De algún modo esto se debe a posturas de tinte racista que ha asumido una parte de su población. En Polonia, incluso, varias ong obligaron a las autoridades a impedir que solicitantes de asilo en la frontera con Bielorrusia ingresaran en territorio polaco en busca de protección. En Croacia se habla de un aumento en la discriminación, la intolerancia étnica y las expresiones de odio hacia miembros de minorías, en particular, judíos, romaníes y serbios. Las personas de estas etnias enfrentan dificultades para acceder a servicios estatales básicos, como a la atención médica, la vivienda inadecuada y el acceso a la educación. Las cuestiones de rechazo hacia los inmigrantes son similares en estos países. El aumento de los atentados terroristas enfrentados en la ue en los últimos años, el choque cultural y religioso y el miedo de muchos ciudadanos a que disminuya en el número de empleos a causa de la aceptación de migrantes ha generado un aumento xenófobo entre las personas y una negación a recibir migrantes.28
Además, Holanda, Francia y Alemania, que juegan un papel muy importante dentro de la Unión Europea y que son los principales promotores de su integración, no han cumplido tampoco con el número de personas a acoger. En Francia, a partir de 2015, debido a un atentado del grupo islámico isis, el Parlamento dificultó el ingreso de migrantes en su territorio. El crecimiento de la xenofobia entre la población y las medidas en contra de la aceptación de las ideas musulmanas conllevaron a una situación de violación a los derechos de los migrantes, situación que incluso fue criticada por el Comité de la onu, que exigió se realizaran acciones a favor de su integración. Alemania se comprometió en un inicio a recibir 800,000 migrantes. Y aunque presentaba esta apertura como una muestra de solidaridad ante los refugiados, es sabido que debido a la escasez de jóvenes en el país, era necesario emplear una política de este tipo para aumentar la fuerza laboral de la población joven y poder evitar una crisis económica en el largo plazo. Sin embargo, debido a los ataques terroristas del isis en 2016, se ha visto, igual que en Francia, un aumento de la xenofobia que ha impedido cumplir con el número de migrantes que se contemplaba a aceptar en un inicio, y se han llevado a cabo las medidas para desviar los flujos migratorios hacia otros países fuera de la ue, que comentamos anteriormente.
Finalmente, los países europeos más vulnerables ante este fenómeno han sido Italia, España y Grecia, ya que, según lo establecido en Dublín iii, deberían asumir la responsabilidad de acoger a los migrantes que pisan primero tierra en su territorio; claramente estos, por ser países fronterizos, reciben un mayor número de migrantes en comparación con los otros países europeos. Sin embargo, como ya se mencionó antes, debido a esta disyuntiva, los demás países europeos se comprometieron a crear una división justa en cuanto a la integración de estas personas en los países europeos según la capacidad de cada país. No obstante, no se ha cumplido con esto hasta la fecha. La crisis económica en España y Grecia ha generado situaciones degradables en las condiciones de vida de los refugiados, y el mal empleo de la división justa en el número de migrantes ha generado alianzas con los países fronterizos para retener la llegada de migrantes al continente europeo. Italia ha reforzado sus negociaciones con Sudán, Gambia y Libia; España con Marruecos, y Grecia se ha beneficiado de la alianza con Turquía para cerrar la frontera hacia Europa.29
Las dificultades de la integración de los migrantes en la Unión Europea
A pesar de las controversias para acoger a los migrantes que llegan en busca de ayuda a la Unión Europea, y de las discordias enfrentadas en el Tratado de Dublín, se tienen diversos planes establecidos para llevar a cabo la integración de las personas que han logrado recibir el estatuto de refugiado dentro de la Unión Europea. A partir de 2015 se comenzaron a crear políticas de integración más definidas, como una tarea que corresponde a cada gobierno nacional, pero donde la ue puede desempeñar un papel de apoyo. El Parlamento Europeo pretende desempeñar un papel cada vez más activo; ha desarrollado programas de alojamiento, alfabetización, cursos de idioma, diálogo intercultural y formación profesional. Actualmente se busca ejercer políticas para agilizar el proceso de integración de los migrantes, tanto en el mercado laboral como en la sociedad.30
Para el proceso de análisis de las solicitudes de asilo, cada país tiene un sistema diferente. En Alemania, por ejemplo, el bamf (Bundesamt für Migration und Flüchtlinge) examina el contenido de las solicitudes: el solicitante debe hacer creíble la amenaza de una persecución inminente. Al decidir sobre la solicitud de asilo, el bamf aplica el derecho de residencia alemán, las normas de la Convención de Ginebra sobre Refugiados y la legislación de la ue. Luego, los solicitantes de asilo tienen que esperar una respuesta. Los ciudadanos de países como Afganistán, Pakistán, Eritrea y Somalia deben esperar entre 14 y 17 meses para obtener una respuesta. Los provenientes de Siria y el norte de Irak, entre 3 y 4 meses debido al peligro que enfrentan en estos países. Los solicitantes de asilo se distribuyen a través de un sistema en línea, para lograr que la integración en cada región sea posible. Además de que no todos los estados federales están suficientemente preparados para acoger el mismo número de migrantes.31
Una de las controversias más importantes para la integración de los migrantes en Europa es la prohibición del trabajo. El Bundestag redactó una ley en diciembre de 2014: “Mejoramiento de la situación de los solicitantes de asilo y los extranjeros tolerados”. La ley fue aprobada en 2015, con el objetivo de asegurar una distribución justa de los costos sociales entre los países. La ley introduce un soporte de residencia de los solicitantes de asilo y personas toleradas cuyo sustento no está asegurado.
Esta ley ha sido muy criticada por la prohibición del trabajo que implica. Desde que se aprobó, a los solicitantes de asilo no se les permite trabajar durante nueve meses. Incluso los solicitantes calificados se ven obligados a actuar como inactivos. Este es un verdadero problema para los mismos solicitantes, a quienes la inactividad les produce serios problemas de depresión, porque quisieran sentirse útiles en el país de acogida. También es un problema para la propia economía del país y para la situación sociológica, pues los ciudadanos europeos se crean una falsa impresión de los solicitantes de asilo, ya que piensan que son ellos quienes no quieren trabajar. La mayor parte de la población no sabe que a los solicitantes de asilo no se les permite trabajar debido a esta ley. La situación es diferente para cada grupo de edad. El grupo más afectado es el de las personas que han completado su formación profesional en su país de origen, porque sus estudios a menudo no son reconocidos en la Unión Europea, ya que el sistema educativo es diferente. También el idioma suele ser un obstáculo.
La situación con los niños es distinta. En general, la escolaridad obligatoria también se aplica a los niños y adolescentes refugiados, pero sus oportunidades educativas varían según el país de acogida. La educación es obligatoria, no obstante, debido a que el proceso de integración es tardado, se pierde hasta un año para que los niños puedan comenzar con las clases. Además, hay que tomar en cuenta que, debido al idioma, su integración en la escuela es tardada. Por el incremento en el número de refugiados, no hay suficientes plazas escolares, pero el gobierno debe garantizar que los niños se integren lo más pronto posible en las clases regulares.32
El problema con los refugiados no termina cuando obtuvieron un permiso de residencia o después de haber construido su vida en Europa. La reacción de los europeos ante el aumento en el número de inmigrantes es un aspecto importante. Por un lado, hay bastantes organizaciones que apoyan y ayudan a los refugiados para que puedan integrarse adecuadamente a la cultura y a la vida del país. Pero también hay otras que no están a favor. Dado que la cuestión política y económica en Europa ha cambiado notoriamente con estos movimientos de refugiados, se ha incrementado la simpatía a los partidos de ultraderecha y se han creado organizaciones que se oponen a la creciente aceptación de migrantes en el continente, con el argumento de que el choque cultural y las diferentes costumbres crean un problema muy grande.
Una organización importante de mencionar es pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente), que dicen fue formada por “el pueblo”. Sus miembros se encuentran insatisfechos con la política y tienen prejuicios contra los inmigrantes y refugiados, en particular contra