Soporte vital básico. SANT0208. Ana Belén Carmona Romera
imprescindible la presencia de dos reanimadores. Uno se encargará de las compresiones y el otro del balón y sellado del mismo. Un resucitador no puede dar las compresiones y, al mismo tiempo, mantener el sellado de la mascarilla para la correcta ventilación de la víctima. Se debe usar un tamaño adecuado en función de la víctima. Existen diferentes tamaños adecuados, desde para lactantes hasta para adultos de tamaño grande.
Diferentes tamaños de balón resucitador. Adecuar el tamaño a la víctima
3.7 Indicaciones para la administración de oxígeno medicinal
La oxigenoterapia queda definida como el aporte de oxígeno a un individuo con fines terapéuticos.
El aire atmosférico, en condiciones normales, contiene un 21% de oxígeno. Cuando se realizan ventilaciones a una víctima se le está aportando alrededor de un 16-17% de oxígeno (concentración de oxígeno en aire espirado). Este aporte de oxígeno nos va a permitir la supervivencia del individuo hasta la llegada de los equipos de emergencias con sistemas que posteriormente se utilizarán para la administración de dicho oxígeno.
Las indicaciones de aporte de oxígeno con un individuo están relacionadas con la hipoxemia, que, como ya anteriormente definimos, es la disminución del oxígeno que transporta la sangre, independientemente de la causa de esta, como, por ejemplo, la afectación respiratoria o por afección cardíaca que no permita el adecuado bombeo de la sangre oxigenada. También se emplea el oxígeno como antídoto del monóxido de carbono en caso de intoxicación por este.
Existen varias formas de disponer del oxígeno medicinal:
Los servicios sanitarios dispondrán del oxígeno de forma portátil en botellas.
En los centros sanitarios existen tomas fijas centralizadas para conectar el sistema y oxigenar al paciente. El oxígeno se encuentra almacenado en grandes bombonas o tanques de almacén.
También existe el concentrador de oxígeno, un sistema de filtros que capta el oxígeno del aire ambiental y lo concentra hasta lograr concentraciones de un 90-95% de oxígeno.
3.8 Dispositivos de administración de oxígeno medicinal
La administración de oxígeno medicinal se realiza mediante unos sistemas de suministro de oxígeno y estos se pueden clasificar según se trate de sistemas de alto o bajo flujo:
Sistemas de alto flujo:Todo el oxígeno es aportado por el sistema.La concentración de oxígeno es independiente al patrón de respiración.Se controla el oxígeno administrado desde un 24 a un 60% de concentración de oxígeno.Dentro de estos dispositivos están la máscara Venturi y los nebulizadores de pared (usados a nivel hospitalario en pacientes intubados y traqueostomizados).
Sistemas de bajo flujo:Se mezcla el aire ambiental con el aportado por el sistema.El patrón respiratorio condiciona la concentración de oxígeno.Si hiperventila, disminuye la concentración de oxígeno y, si respira tranquilamente, se consigue mayor concentración del mismo. Por tanto, a mayor frecuencia respiratoria menor concentración de oxígeno.El tamaño del reservorio del individuo (por ejemplo, nariz) o del sistema (bolsa), también influye en la obtención de una mayor o menor concentración de oxígeno.Es por tanto difícil conocer la concentración de oxígeno aportada exactamente.Engloba: las gafas nasales, las máscaras simples y las máscaras con reservorio.
A continuación, se detallan los principales sistemas de administración de oxígeno.
Mascara Venturi
Es un sistema de alto flujo que permite obtener concentraciones estables de oxígeno (a 24, 28, 31, 35, 40 o 45%). A simple vista parece una mascarilla simple, pero en su parte inferior incorpora un dispositivo que nos permite regular la concentración de oxígeno que se quiere aportar al individuo.
Gafas nasales
Es un sistema cómodo para el paciente, puesto que no hay que retirarlo para hablar, comer, etc. Es un tubo de plástico con dos vástagos que se introducen cada uno en un orificio nasal y, posteriormente, se fija el tubo en las orejas del individuo.
El individuo incorpora al respirar tanto el aire aportado por las gafas como el ambiental. Por eso, no se puede concretar la concentración de oxígeno administrado, pero se sabe que oscila entre el 24 y 44%.
Se aconseja no sobrepasar los 6 litros/minuto con este sistema ya que es incómodo para el paciente y seca la mucosa nasal.
Gafas nasales
Nota
Por encima de 4 litros/minuto es necesario humidificar el oxígeno que se está aportando.
Mascarilla simple
La mascarilla simple es un sistema de bajo flujo. A flujos altos sí que se puede conseguir un aporte de un 60% de oxígeno pero para flujos menores, es igual en eficacia pero menos cómoda que las gafas nasales.
Se puede administrar hasta 8 litros/minuto.
Presenta dos agujeros laterales para facilitar la expulsión de aire espirado.
Mascarilla simple
Mascarilla con reservorio
Sistema de administración de oxígeno en el que se alcanzan concentraciones de oxígeno superiores al 60%. Pueden llegar a alcanzar 100% de concentración en oxígeno.
Debe de ajustarse el flujo de oxígeno a fin de conseguir que la bolsa del reservorio se mantenga hinchada durante todo el tratamiento con oxígeno.
Con un flujo de 6 litros/minuto, se consigue un aporte de oxígeno del 60% aproximadamente.
La bolsa reservorio va a acumular oxígeno durante todo el proceso respiratorio en que el individuo no está realizando inspiración. Por tanto, se acumula un mayor volumen de oxígeno en este y, cuando se realicen las inspiraciones, el aire inspirado acumula una alta concentración de oxígeno.
Mascarilla con reservorio
3.9 Cálculo de las necesidades de oxígeno durante un traslado
Debido a que el contenido de oxígeno que presenta una bombona portátil de oxígeno es limitado, los equipos sanitarios deben conocer la cantidad de oxígeno del que disponen para realizar la atención extrahospitalaria y el traslado al centro sanitario.
Inicialmente, es necesario conocer la cantidad de oxígeno que queda dentro de la botella. Para realizar este cálculo se hará una multiplicación de la capacidad en litros de la botella (este dato lo suele poner en el lateral de la misma, normalmente contienen entre 0,5 y 1,5 litros) por el número que indica el manómetro de la botella (indica por tanto la presión de la misma).
Ya conocida la cantidad de oxígeno del que disponemos, se puede calcular la duración que este nos puede proporcionar conociendo los litros/minuto de administración que fijemos.