Grands portés de pas de deux (Color). Gilbert Serres

      Existe otro porté menos espectacular que el salto de carpa, pero que forma parte de la misma clasificación (portés recogidos en vertical tras un trayecto aéreo), pese a no ser un grand porté. Consiste en que la compañera efectúe un battement o un cabriole y que presente en primer lugar las piernas, en vez de proyectar el busto hacia el portor. Para ayudarse en la subida, en el appel, la bailarina coloca el brazo derecho por detrás del cuello del portor y coloca su mano derecha sobre la clavícula derecha. En el punto más alto de la subida, eleva la pelvis para estar perfectamente recta, en «posición de la planola» pero en diagonal (los pies más elevados que la cabeza). Acto seguido se arquea y proyecta su brazo izquierdo hacia atrás. En cuanto al portor, coloca su brazo izquierdo en la parte inferior de la espalda de la bailarina, la levanta y sujeta la/s pierna/s elevándolas al máximo para obtener una línea oblicua perfecta con el torso y los brazos. El final y la línea de esta figura en gran parte están controladas por el portor.