Sé una mujer cuyo Dios es suficiente. Cynthia Heald
mi todo en todo. La Palabra de Dios ha hablado a mi corazón de maneras tan penetrantes con respecto a mi orgullo, mi poca fe, mi descontento y mi escasa visión de Dios.
Mi oración por ti es que también seas desafiada y conducida a las riquezas y la abundancia de Su extraordinaria gracia que nos da todas las cosas de forma gratuita. Oro para que tu vida cambie eternamente porque conozcas que Dios es suficiente.
Con amor y bendiciones,
Cynthia
Padre e hija
El padre habló:
Mi hija, ¿sabes que soy suficiente para ti?
¿Qué quieres decir, Padre?
¿Soy la primera persona a quien recurres cuando tienes una necesidad?
¿Te sientes incompleta sin mí?
¿Me amas más que a la vida?
¿Eres feliz?
¿Soy tu Pastor, a quien sigues y en quien confías en todas tus necesidades?
Por qué, Padre, quiero decir «sí», pero sé bien con cuánta facilidad confío en mí mismo, en otros, o en el mundo para que satisfaga mis deseos.
Quiero que entiendas el gran amor que siento por ti, amor expresado en la cruz. No escatimé a mi propio Hijo para que tuvieras una relación profunda y permanente conmigo: una relación preciosa para mí y la única que puede satisfacer plenamente tu alma. Si te di a mi Hijo, ¿no te daré con Él también todas las cosas gratuitamente? Todo mi trato contigo es para enseñarte que yo soy suficiente.
Sí, Señor. Sé que deseas mostrar tu misericordia para conmigo en cada cosa, y sé que solo en ti puedo encontrar plenitud.
¿Por qué es necesario para ti que me permitas ser todo lo que quiero ser en tu vida?
No estoy seguro Padre, pero quiero saber; quiero aprender. Tienes mi atención. Obstaculizo tu obra en mi vida cuando vivo de forma independiente. Quiero que seas suficiente. Estoy cansada de buscar continuamente la plenitud y el contentamiento a mi forma. Mi oración estará encaminada a entender que tu trato conmigo tiene el propósito de enseñarme tu suficiencia.
Bien. Tu deseo de ser enseñada y de crecer en dependencia es importante. Ahora toma mi mano y déjame guiarte a mi plenitud, para que descubras que ciertamente, yo soy suficiente.
CAPÍTULO 1
Dios, el Creador y el Dador de todas las cosas
El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?
ROMANOS 8:32 (LBLA)
La lección más grande y sublime que el alma tiene que aprender es que Dios, y solo Dios, es suficiente para todas sus necesidades. Esta es la lección que todo Su trato con nosotros pretende enseñarnos; y este es el descubrimiento supremo de toda nuestra vida cristiana. ¡Dios es suficiente!1
HANNAH WHITALL SMITH
Creo que Hannah Whitall Smith estaba en lo cierto cuando afirmó con valentía que la lección más grande y sublime que el alma tiene que aprender es la suficiencia total de Dios y solo Dios. Es sublime porque significa que hemos tomado la suprema decisión de reconocer y confiar en Dios por quien Él es: el Dios del universo supremo, eterno y todopoderoso. Y por esto podemos descansar en el poder y el cuidado de nuestro Dios soberano quien nos da todo lo que necesitamos con misericordia y sabiduría. Es la lección más grande porque nuestros corazones están sin descanso y nuestras almas incompletas sin Aquel que nos creó. Blaise Pascal, filósofo cristiano del siglo XVII comentó: «Hay un vacío con la forma de Dios en el corazón de cada ser humano, y no se puede llenarse con ninguna cosa creada, solo lo puede llenar Dios, el Creador, dado a conocer a través de Jesús».2 Hasta que dejemos que Dios llene este vacío en nuestros corazones, pasaremos nuestras vidas buscando algo que satisfaga nuestra vacuidad. Nos privaremos de experimentar la plenitud y la riqueza de la gracia, la presencia y el plan de Dios para nosotros. El propósito de nuestro estudio es discernir la verdad de que solo Dios puede satisfacernos y proveer de manera suficiente lo que en verdad necesitamos para nuestro bienestar y plenitud. Esta es la principal lección y merece toda nuestra determinación y compromiso, pues, a fin de cuentas, es el descubrimiento supremo de toda nuestra vida cristiana.
El Dios sobre todos los dioses
1. Una oración que se encuentra en uno de mis libros favoritos se dirige al Señor de esta manera: «En el principio, tú, el Increado, hiciste todas las cosas de la nada…».3 La primera vez que leí esas palabras, me sorprendió la manera en la que el autor se refiere a Dios como el «Increado», y luego me di cuenta de que es la descripción perfecta de Dios, solo el Increado pudo convertirse en el Creador. ¿Qué otras observaciones sobre la supremacía de Dios se pueden aprender de estos versículos?
Salmos 89:5-8
Salmos 103:19
Isaías 44:6-8
Daniel 4:34-35
Mike Mason
2. Apocalipsis 4:11 nos declara: «Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas» (RVR1995). Fue por Su voluntad que Él creó todas las cosas; y Su último y más sublime acto de creación fue el hombre y la mujer, hechos a Su propia imagen. Lee Génesis 1:26-28 y 2:15-25. Describe la creación y el plan de Dios para Sus hijos.
3. Allen Ross comentó: «Ser hecho a la imagen de Dios significa que los seres humanos compartimos, aunque de forma imperfecta y limitada, la naturaleza de Dios, es decir, Sus atributos expresables (vida, personalidad, verdad, sabiduría, amor, santidad, justicia), y, por tanto, tenemos la capacidad de tener comunión espiritual con Él».5 ¿Cómo expresan estos versículos el deseo de Dios de tener una relación personal con nosotros?
Proverbios 8:17
Isaías 55:1-3
Mateo 11:28-30
Agustín, obispo de Hipona
4. Agustín, uno de los primeros teólogos cristianos, reitera el pensamiento de Pascal de que solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades. A medida que consideras las declaraciones de Agustín y Pascal, escribe tus criterios a favor o en contra de sus observaciones.
El Dios que da todas las cosas
5. Puesto que Dios nos ha creado para sí mismo, el apóstol Pablo, antiguo fariseo y ávido perseguidor de los cristianos, declaró con denuedo la gracia de Dios en Romanos