Los misterios del Noisy. Kharla Vera

Los misterios del Noisy - Kharla Vera


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en sus madrigueras, y las aves trinan briosas entre las ramas de los árboles.

      Existe un sendero hecho por ellos mismos, que lleva directo al castillo. Resulta increíble atravesar aquel camino lleno de árboles, y aparecer de pronto frente a la enorme silueta del Noisy.

      El bosque es nuestro mundo, y el castillo también, aunque su parte sea siempre la de hacernos compañía. No hemos entrado en él, pero al menos yo tengo una gran curiosidad por conocerlo. Solemos imaginarnos historias de la época medieval porque el castillo evoca esos aires antiguos, tal vez estuvo habitado por princesas, príncipes y reyes, tal vez hay mucha historia por contar, pero no hay quien lo haga. Tendríamos que viajar en el tiempo para entender un poco más.

      El castillo tiene un total de 550 ventanas las que hemos contado personalmente con Jack, y siempre admiramos la gran Torre del Reloj, la estructura más alta que tiene y mide unos 45 metros, y en el centro está el reloj que no da la hora. Se quedó paralizado marcando las tres.

      A veces me pregunto: ¿que habrá sucedido en aquel mismo instante cuando se detuvo?, ¿qué año, día habrá sido?, ¿marcaba la mañana o la tarde? Mamá dice que el número tres es un número mítico. Fue venerado por muchos sabios, filósofos, científicos desde hace siglos por su increíble influencia en muchos campos. La filosofía de Platón lo consideraba como la imagen del ser supremo en sus tres personalidades: material, espiritual e intelectual. Este número no pierde valor en muchas operaciones aritméticas, también representa la santa trinidad, Jesús murió a las tres de la tarde y resucitó al tercer día. El tiempo está compuesto por el pasado, presente y futuro, toda cosa material y espiritual tiene principio, medio y fin, los colores primarios son tres, amarillo, azul y rojo, en la música se distinguen tres sonidos: agudo, medio y grave, sus claves son DO, SOL, FA; en física, el agua se compone de dos elementos de hidrógeno y uno de oxigeno; el aire: de oxígeno, hidrógeno y azoe; en geometría los cuerpos se distinguen por su forma, densidad y color; el triángulo tiene tres ángulos, recto, agudo y obtuso y existen tres clases de triángulos, equilátero, isósceles y escaleno… En fin es considerado, un número perfecto.

      Por eso ella concuerda en decir que muchas cosas no suceden por casualidad, más claro nada sucede por casualidad, porque el mundo está relacionado entre sí. Ella me cuenta estas cosas porque dice que son parte de las verdades universales del mundo. Algunas noches nos quedamos hasta muy tarde charlando sobre temas como éstos, miramos las estrellas y divagamos sobre mundos de mundos que, podrían existir más allá de ellas.

      Al llegar a casa mamá exclamó...

      —Samantha Poper, ¿qué hora son estas de llegar?

      — ¿Dónde estabas? —reclamó mi madre enojada «y sí que estaba enojada»

      —¿Y ahora qué digo? —pensé. Pero mamá me conocía muy bien para ya saber esa respuesta. Aun así, tenía que salir de mi boca.

      Tomé un poco de aire.

      —Mamá, si te digo o no. Igual me vas a castigar

      —Pero dime ¿dónde estabas?

      —Ya sabes…

      —Dime

      —En… el bosque —respondí con temor.

      Ella me miró seria. «Ahora sí creo había abusado de la confianza que me tenía.»

      —Bien… —dijo con un respiro. Su mano derecha sostenía una cuchareta embarrada de salsa roja y llevaba encima un mandil, la observé y admiré su seriedad que contrastaba con su aún lozanía.

      —¡Ve a tu cuarto!, —corrí de inmediato subiendo por las escaleras—¡te dejaré cinco días sin comer!

      —¡Mamá! —reclamé—, sabía que ahora bromeaba, ese comportamiento era normal en nosotras ¿piensa que de esa manera me va a educar?

      —Solo te digo que tengas cuidado, el bosque puede ser un lugar engañoso.

      Me regresé y le dije: lo sé madre lo bueno es que, tú me entiendes.

      En la cena papá preguntó sobre nuestro día, le conté erróneamente sobre el sujeto que vimos llegar al Noisy y con sorpresa preguntó si sabíamos de quien se trataba, pero obviamente no sabíamos; además me recalcó que no tenía nada que hacer tan cerca del castillo. Era un hombre muy estricto, eso le valía de mucho por el puesto que tenía en el pueblo, pero no en su hogar. No recuerdo bien hacia cuantos años le habían elegido alcalde, pero aquello implicaba ciertos privilegios que muchas veces mamá y yo siempre ignorábamos, ella no se complicaba y se dedicaba a su hogar abnegadamente. Supongo que su autosuficiencia es lo que había conquistado el corazón de mi padre a pesar de su edad, bueno no es que fuera viejo pero si un poco mayor para ella.

      Concluida la cena toda la familia asistió a la feria. Había llegado un parque temático al pueblo, con stands donde vendían todo tipo de cosas: postres, manualidades, estampas, juguetes de madera, y muchas cosas más. Mi padre como dirigente debía estar allí, observé que Jack había asistido con su abuela, de seguro le había mandado de mala gana vestirse para que viniera.

      Unas cuantas personas del pueblo se reunieron a conversar con mi padre y hablaron de temas políticos, sobre convenios, fondos, economía, etc. ¿Novedades?, y hablando de novedades mi padre recordó mi comentario del hombre que llegó al castillo aquella misma tarde. Todos se quedaron asombrados, una mezcla de temor se les dibujaba en la cara. Entonces me interrogaron…de nuevo. Y al pobre Jack también lo llamaron e inquirieron sobre lo que habíamos visto. Noté el disgusto de su abuela por desobedecer sus órdenes y adentrarse al bosque sin precaución.

      Gracias a ella se recordó el acuerdo. Nadie absolutamente nadie podía acercarse al castillo a husmear ni ninguna cosa, por las continuas apariciones y sucesos extraños que sucedían cerca de él. Habían puesto su atención hacia al hombre del castillo que, casi olvidaron castigarnos.

      Llegando a casa ya bien tarde, casi a media noche, fui a mi recámara a dormir, me preguntaba si a Jack lo habían azotado o algo así. Su abuela solía ser muy cruel con él y le golpeaba cuando se portaba mal con látigos, correas o lo que encontrara a la mano, cosa que mi padre siempre intentaba a mala gana evitar y bajo insistencia mía y de mi madre se interponía o intimidaba a la pobre señora advirtiéndole que, podría ser encarcelada por eso. A él le importaba un comino, pero sabía que tenía parte en eso. Pero bueno me dormí de inmediato con mi corazón atormentado de que algo malo le ocurriera. Jack era como mi hermano menor y siempre me acompañaba en mis locas ideas. Cuando él llegó al pueblo era muy pequeño, tenía apenas tres años algo así, su madre le dejó con su abuela porque ella trabajaba en otra ciudad, pero casi nunca venía a verlo o visitarlo.

      Jack sufría mucho su ausencia y yo siempre trababa de hacerle olvidar su tristeza, por eso nunca le dejaba solo, a excepción de cuando ya estábamos en la escuela. De allí siempre pasábamos juntos.

      Esa noche soñé con el castillo.

      En mis sueños lo veo, vacío, oscuro casi como un lugar terrorífico pero esplendoroso, invadido por una soledad inconmovible. Se siente un aura de historia...de antigüedad, como si antes hubiera estado allí. De repente una espesa neblina comienza a cubrirlo trayendo consigo un frío espantoso y sepulcral. Sé que solo es un sueño pero temo entrar a sus entrañas y encontrarme con lo peor. Un fantasma o un alma en pena.

      No entiendo lo que evoca en mi, miedo, admiración, emoción, terror a la vez. Pero en realidad lo único que quiero es admirarlo.

      El habitante ha llegado

      Los desolados pasillos recorren una larga travesía entre las extensas alas del Noisy. Espacios vacíos y hundidos en una recóndita penumbra que, apenas y se ven por el rayo de luz que intenta ingresar por las hendijas. Todo es tan viejo y obsoleto, paredes desmoronadas y habitaciones empolvadas, tuberías oxidadas, y la madera está apolillada, el tiempo no ha sido un aliado para este lugar más bien su camino hacia el final.

      Desde afuera, parece un lugar interesante con la idea de que en él existen múltiples misterios como algún baúl antiguo lleno de cosas, cartas viejas,


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