Experto en gestión medioambiental. Innovación y Cualificación S. L.
4.2. Principales formas en que interactúan los seres vivos
Los seres vivos pueden interactuar mediante dos tipos de relaciones: interespecíficas e intraespecíficas.
La diferencia fundamental entre ambos tipos de relaciones es que las relaciones interespecíficas se producen entre individuos de diferentes especies, mientras que en las relaciones intraespecíficas intervienen individuos de la misma especie.
A continuación se explicarán los principales tipos de relaciones.
Relaciones interespecíficas
Mutualismo
Se denomina así cuando la presencia o actividad de un individuo de una especie favorece a otra y viceversa. Un ejemplo de mutualismo es la relación entre polinizadores y especies vegetales con flores: el polinizador que visita una flor busca y recibe alimento (polen, néctar), y, en el proceso de alimentación, parte de su cuerpo entra en contacto con los órganos reproductivos de la flor (ovarios femeninos y estambres masculinos), por lo que su cuerpo queda impregnado de granos de polen (células reproductivas masculinas) de una flor.
Al visitar una segunda flor, los granos de polen de la primera flor llegan a los órganos reproductores femeninos, produciéndose la fecundación de la segunda flor con células masculinas de la primera flor. La acción de transporte y polinización efectuada por el polinizador (abeja o colibrí) es beneficiosa para la especie vegetal, que permite cumplir así su ciclo de vida, mientras que para el polinizador el beneficio es trófico, ya que obtiene su alimento de este modo.
Las relaciones de mutualismo pueden ser facultativas, si ambas especies pueden vivir normalmente sin la interacción con la otra (aunque se beneficien en caso de interactuar), u obligatorias, cuando los individuos de ambas especies no pueden vivir sin la otra.
Un ejemplo de mutualismo obligado es el caso de la flora bacteriana (conjunto de especies de bacterias y hongos) presente en el tracto digestivo de la mayoría de las especies, por ejemplo, de mamíferos (incluyendo al hombre), que permite que estos organismos puedan hacer una digestión normal de ciertos alimentos, a la vez que producen ciertas sustancias que resultan ser esenciales para el organismo que les hace de hospedador (vitaminas y aminoácidos). Las bacterias no pueden vivir fuera del tracto digestivo y dependen de la ingestión de elementos por parte de mamífero para poder obtener su alimento.
Las situaciones de mutualismo obligadas son denominadas simbiosis, y simbiontes es el término usado para cada uno de los organismos o especies. Por otra parte, el mutualismo facultativo suele denominarse también protocooperación o mutualismo propiamente dicho.
Comensalismo
En este caso, una de las especies se beneficia en tanto que la otra no es ayudada ni dañada en grado alguno. Un ejemplo de mutualismo lo realizan las aves carroñeras, que se alimentan de los restos que dejan los depredadores; o bien, el beneficio al obtener alimento los peces rémoras cuando se adhieren a la superficie de peces más grandes, como son los tiburones, etc.
Nota
La diferencia entre mutualismo y comensalismo consiste en que en las relaciones de mutualismo ambas especies interactúan y se benefician una de la otra, mientras que en el comensalismo solo una de las especies se beneficia, aunque la otra no sufre ningún daño.
Depredación
Es aquella interacción en la que un individuo (depredador) se alimenta de otro (presa), al que causa la muerte. La presa debe ser un organismo vivo (si está muerto, el consumidor se denomina carroñero o detritívoro) y el depredador puede consumir a la presa en forma completa o solo una parte, ocasionándole en general la muerte.
Cuando se habla de depredación, se asumen individuos de distinta especie, dejando de lado episodios de canibalismo (cuando el depredador y la presa son de la misma especie), aunque sea un fenómeno muy común en ciertas especies.
Los depredadores pueden ser especialistas en consumir solamente ciertas especies, o ciertos tejidos o partes de un organismo, o ser generalistas, consumiendo todo aquello que pueda cazar (en general, más pequeño, menos ágil, más blando, etc.).
Los herbívoros que se alimentan de plantas, pueden matar a la presa, solo dañarla (si consumen algunas hojas), casi no ocasionarle daño alguno (si se alimenta de los frutos), o beneficiarla (si se trata de un polinizador que consume el polen de las flores).
La depredación requiere de la presencia de ambas especies simultáneamente, y cada encuentro tiene cierta probabilidad de terminar en un episodio beneficioso para el depredador (alimentación) y perjudicial para la presa (muerte).
Al ser una interacción tan determinante para la vida de las presas, estas han desarrollado una serie de mecanismos de defensa, como las coloraciones miméticas (que impiden ser descubiertas), espinas, púas, pelos, aromas (irritantes o nauseabundos, como el zorrillo) que desalientan al depredador, o cuernos, caparazones, cáscaras, etc., que dificultan la acción del depredador.
El depredador, por su parte, ha desarrollado una serie de adaptaciones (estructuras, respuestas fisiológicas, comportamientos de caza, etc.) que tienden a aumentar su eficiencia en la búsqueda, captura, manipulación, digestión, etc. de las distintas presas.
Por ejemplo, la chita captura su presa por ser capaz de correr muy rápido, otros tienen una mirada penetrante que inmoviliza (águila calva americana). Muchos depredadores atacan a presas que son jóvenes, viejas, débiles, enfermas o inválidas.
Esta supresión natural de individuos enfermos y débiles beneficia a la especie depredada, evitando la diseminación de una enfermedad y dejando a los individuos más fuertes y saludables para el apareamiento.
Hay que diferenciar la depredación del parasitismo, debido a que el parásito no produce la muerte del huésped (presa), al menos de forma inmediata, y a que el parásito suele ser más pequeño que el huésped.
Parasitismo
Es otro tipo de interacción depredador-presa. Un parásito es un consumidor (huésped) que se alimenta de otro organismo vivo, viviendo sobre o en el organismo hospedante por toda o la mayor parte de la vida del mismo.
El parasitismo es una forma especial de depredación, en la que el depredador (parásito) es mucho menor que su presa (hospedador). El parásito se nutre del hospedador, al que debilita gradualmente. Esto puede matar o no a este último. Las tenias, organismos que causan enfermedades (patógenos) y otros parásitos, viven dentro de sus hospedadores. Los piojos, garrapatas o mosquitos, se adhieren al exterior de sus hospedadores.
Algunos parásitos pueden moverse de un hospedador a otro, como las pulgas de los perros. Otros, pueden pasar su vida adulta adheridos o insertados en un único organismo hospedante, como el muérdago, que se alimenta y vive en las ramas de los robles, y las tenias o solitarias, que se hospedan y alimentan en los intestinos de los humanos y animales.
Competencia
Es una interacción indirecta, ya que se produce a través del recurso por el cual se compite, diferenciándose de aquellos otros casos en los cuales se produce una interacción directa (llamada interferencia), como es la lucha entre machos de una especie por el dominio de un territorio o de una hembra.
La competencia no necesita de la presencia simultánea de ambos competidores, sino que basta con que un organismo consuma un recurso que algún otro organismo necesite. Por ejemplo, los depredadores nocturnos (lechuzas) y diurnos (gavilanes) pueden competir si cazan la misma especie de ratones, aunque lo hagan en momentos distintos.
Relaciones intraespecíficas
Las relaciones intraespecíficas son las que ocurren entre organismos de la misma especie.
Reproducción
Los individuos con una composición genética que les permite sobrevivir ante