Cómo mantener la pasión en la pareja. Alexia Costa
que te animes a cambiar, a intentar cosas nuevas y a sorprender a tu pareja. Si tu compañero es la misma persona de siempre, pero logran mostrarse mutuamente diferentes cada día, deben considerarse personas con suerte.
Capítulo I
Jóvenes (hasta los 35 años)
Sección general
La naturaleza del amor:sus características en esta etapa
Qué decir del amor en esta etapa de juventud… Tan versátil como fogoso, tan cambiante como pleno de proyectos, la fase vital que se extiende hasta los 35 años se caracteriza por los comienzos de uniones más estables. Claro que, esta situación, en la actualidad, no puede calificarse de universal; muchas personas se deciden a iniciar un vínculo estable y duradero pasados los 40 años, cuando consideran que ya disfrutaron de la soledad, de las relaciones amorosas pasajeras y han acumulado suficiente «currículum» amatorio como para ansiar un hogar y una familia.
Esos vaivenes de entusiasmo, la inquietud insoportable por saber si el otro, de verdad, llamará, los comentarios con los amigos para elucidar las observaciones, los mensajes y las insinuaciones del «objeto del deseo», con el fin de analizar las probabilidades, qué tan intensa resulta la atracción, son elementos característicos de este amor joven.
Dentro de las tipificaciones amatorias, los vínculos que se desarrollan en esta fase de la vida se asocian a Eros, el tipo de amor en el que prevalece el encanto físico, la intensidad de los encuentros sexuales y se produce un «flechazo» casi instantáneo. Al principio, no existe un proyecto más profundo para el vínculo, y sus miembros no saben si el mes que viene estarán juntos, pero eso no es lo que les interesa. De todos modos, este tipo de relaciones tienen su importancia, a la hora de analizar cómo mantener la pasión, porque es posible que duren mucho tiempo, y que no se rompan aun cuando los arranques pasionales se hayan extinguido. Tal vez, los enamoramientos «Eros» sean los más difíciles de rehabilitar, es decir, los que requieren de un tratamiento más intensivo, pues como se estructuraron sobre la base de la pasión, necesitan de ella casi desesperadamente para sobrevivir. El truco, en estos casos, es generar momentos pasionales que se basen en otras premisas, distintas y complementarias de las que se establecen en relación con el físico y la performance sexual.
En esta fase —pero también en las demás, aunque con una frecuencia menor— se puede formar el tipo de amor que se llama «Manía», considerado, en el significado literal de la palabra, como una locura amorosa, una situación de apasionamiento increíble y de corto plazo, que marca el inicio de la pareja, pero la abandona en un estado aún más débil que el producido por Eros. En este caso, la consigna también es otorgar otro sustento a ese vínculo y cimentar la pasión sobre otras bases.
Consejos para tomar la iniciativa
Incentivar a la pareja para que se active, para que se decida a participar en el juego de la seducción, requiere de creatividad y audacia. El primer requisito resulta esencial para encontrar espacios nuevos en los lugares de siempre, y el segundo es imprescindible para no sentir vergüenza por querer jugar el rol del que atrae, y no tener miedo de la cara de desconcierto que pueda poner el otro. Si tu pareja se encuentra en un estado de sopor absoluto, es posible que piense: «¡Se volvió loco/a!», pero casi con seguridad no tardará en recuperar el ánimo y podrá incorporarse a la iniciativa seductora que propusiste. Si todavía estás pensando cómo, cuándo, con qué excusa o de qué manera incitar a tu pareja para renovar la pasión, estos son algunos consejos útiles:
1.Si es una persona a la que no le gustan los sucesos imprevistos —porque se agobia, se descoloca o se incomoda—, es preferible anticiparse a los hechos diciéndole que le estás preparando una sorpresa, que determinado día no haga planes porque te encargarás de la velada, o bien anunciándole, ese mismo día y varias horas antes, que disfrutarán de un momento especial, a solas. De este modo, tu pareja se divertirá con la idea, se intrigará y no sentirá desconcierto cuando inicies el juego.
2.Por el contrario, si tu pareja no le tiene miedo a las sorpresas, y disfruta de ellas, simplemente no le anticipes nada. Aprovecha la salida del trabajo, o el horario en que finaliza alguna actividad, para tomar algo y charlar fuera del hogar. Es importante que cuides tu belleza personal y que te vistas como si salieran a algún lugar importante, aunque luego del café regresen a casa.
3.Si no te animas a formularle esa clase de propuestas de manera oral —por timidez o porque te incomoda decir frases seductoras—, pueden ser perfectos un correo electrónico o una cartita que dejes en su bolsillo o en su cartera, o un mensaje de texto destinado a proponer una cita para concretar lo que organizaste. Es muy importante que pienses bien lo que vas a escribir para conquistar a tu pareja y que aproveches su faceta más positiva: el humor, el erotismo, el misterio, etc.
Como puede verse, todavía no apareció ninguna idea de cómo organizar esa actividad de a dos, con miras a revitalizar la pasión. Todo este capítulo abordará diversas perspectivas para renovar la intimidad y elevar el voltaje amatorio de la pareja. Por ahora, alcanza con darte algunas ideas para convocar al ser que se ama y demostrarle que le espera un momento diferente. También te divertirás mucho al prepararle estas sorpresas e intrigas.
Recomendaciones de belleza personal
En esta fase, las personas acostumbran cumplir con ciertas pautas de cuidado, de higiene y de embellecimiento. Hombres y mujeres se empeñan, de diversas formas, para verse bien y poder gustarle al otro, pero, cuando las parejas ya se han constituido, y cuentan con varios años de existencia, sus integrantes tienden a relajar las rutinas de belleza. Por supuesto que hay excepciones, pero resulta común que —amparándose en el cansancio, el conocimiento mutuo o la costumbre— surjan frases tales como «Bueno, ahora que estamos juntos, por suerte no tengo que estar «de punta en blanco» cada vez que nos vemos… ¡porque nos vemos todos los días!». Se pueden identificar varios errores que comienzan en esta etapa y se prolongan durante todos los demás períodos de la vida en común. Aquí se señalarán dos:
•Dedicarse a comer, y el verbo «dedicar» se refiere a que las parejas encuentran verdadero placer en pensar qué van a comer a la noche, el domingo al mediodía, la nueva receta hipercalórica que planean probar, y eso, en su justa medida, está muy bien. El problema surge cuando el próximo plato exquisito se transforma en el hobby más importante que se practica de a dos, y que se efectúa de manera muy frecuente. El exceso de kilos, aunque sea compartido, sigue siendo un nivel de sobrepeso que afecta la parte estética y la salud de las personas.
•Abandonar, poco a poco, la actividad física. En lugar de incentivar a la parte más perezosa del dúo para que practique ejercicios —salga a caminar, a andar en bicicleta, inicie un deporte o para que se inscriba en un gimnasio—, siempre existe una mejor opción para no ir a entrenar el cuerpo. Si se suman las horas en que permanecemos sentados —en el trabajo, en la casa, en el auto o en el colectivo—, el movimiento físico es mínimo, y por supuesto que aumenta la tendencia al sobrepeso y a sentirse mal con la propia imagen.
En esta fase, hombres y mujeres deberán cuidar los detalles de arreglo personal con los que se sienten mejor: perfumes, cortes de pelo, tinturas, depilación, alguna ropa más sentadora que otra, etc, y evitar verse afectados por problemas como el sobrepeso y el sedentarismo, que asoman como los factores más importantes para reducir el voltaje pasional de la pareja. Vale la pena atender, en este sentido, a estas dos razones principales:
• El ejercicio físico contrarresta el estrés. A diferencia de lo que podría pensarse, si bien la práctica de una actividad provoca cierto cansancio muscular, en el plano psíquico combate el agotamiento mental y renueva la energía con la que se cuenta para las tareas cotidianas.
•Estar en movimiento mejora la resistencia del cuerpo para cumplir múltiples tareas. Por ese efecto energizante, la persona se siente mejor para llevar a cabo más iniciativas. Es por eso que, no sólo puede atender al trabajo, sino también al placer; la persona que realiza ejercicios físicos, podrá soportar muy bien una noche apasionada, aun después de haber trabajado todo el día.
La forma de revertir esta situación es prácticamente obvia: iniciar actividad