Juegos predeportivos (Color). Jordi Romeo Murgó
Anticipar: los avances de la próxima clase.
– Preparar: plantear el futuro de la manera más interesante para predisponer al alumnado al aprendizaje.
– Vincular: con clases anteriores y posteriores. Es importante que durante el proceso de aprendizaje el alumnado sepa dónde está, es decir, de dónde viene y a dónde va.
Evidentemente, este modelo de sesión podrá variar en función del objetivo, del tema, del momento de la unidad didáctica en el que nos encontremos, etc. En el presente libro las sesiones se centran, sobre todo, en la descripción de la fase motriz. La fase inicial y la fase final se tienen en cuenta, pero será el educador quien tendrá que pensar cómo llevarla e intervenir: son las fases más reflexivas y personales de toda la sesión y cada profesional decidirá cuál será su estilo y su forma de realizarlas.
LOS DEPORTES DEL LIBRO Y SU ORGANIZACIÓN
En este libro podremos encontrar siete programaciones, una para cada uno de los siguientes deportes: rugby, bádminton, hockey, baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol. Algunos deportes son más conocidos y más comunes que otros; sin embargo, todos ellos tienen una justificación de por qué deben realizarse.
• El rugby es un deporte diferente que puede resultar muy motivante para el alumnado. Nos permite trabajar el espacio íntimo y el contacto. Entre los deportes de contacto, el rugby es una buena opción, puesto que no necesita mucho más material que un balón. Sin embargo, es muy importante extremar las precauciones, sobre todo cuando se trabaja con adolescentes, para evitar lesiones.
• El bádminton es el deporte de raqueta más adaptable a la escuela por dos razones: el volante requiere menos precisión que otras herramientas de los distintos deportes de raqueta y, por lo tanto, facilita el proceso de aprendizaje. Asimismo, no necesita tanto espacio como, por ejemplo, el tenis. Al tratarse de un espacio más reducido podemos organizar al alumnado para que disfrute de la práctica deportiva sin problema. Desde el punto de vista coordinativo es un buen deporte para trabajar la coordinación oculomanual a la vez que, al carecer de contacto, facilita la agrupación y evita de este modo los problemas que puedan surgir de esta situación.
• El hockey es otro deporte con implemento que, por ser distinto de los demás y, en general, poco practicado por el alumnado, ayuda a incrementar su motivación y garantiza que todos los jugadores partan más o menos de un mismo nivel. La interacción entre el niño y el palo con el terreno, la bola y los otros compañeros es única: el hockey nos permite ofrecer sensaciones y estímulos únicos que no se encuentran en otros deportes. Es un deporte que puede conducirnos a situaciones conflictivas por el simple hecho de usar palos, pero a la vez, en muchas ocasiones, alumnos con más inhibiciones para la práctica deportiva participan más porque el uso del palo les proporciona seguridad. En cualquier caso, hay que entender que una situación conflictiva se deberá trabajar con el alumnado y con el fin de convertirla en una situación de aprendizaje.
• El baloncesto es un deporte relativamente practicado por los alumnos y, por lo tanto, tiene la contrapartida de que en el momento en el que planteemos actividades será muy probable que observemos diferencias de nivel muy grandes entre ellos. En función de cada grupo, evidentemente, adaptaremos las actividades e intentaremos ofrecer un proceso de aprendizaje que sea útil para cada alumno. A escala coordinativa, el baloncesto es un buen deporte para trabajar la coordinación oculomanual y, desde un punto de vista condicional, es un muy buen deporte para trabajar la resistencia a intensidades altas (puesto que normalmente el baloncesto presenta un sistema de juego de continuos esprintes y cambios de ritmo).
• El balonmano, como el baloncesto, se basa en la manipulación de una pelota con la mano. Sin embargo, en este deporte el balón es más pequeño y, por lo tanto, las habilidades técnicas más básicas (bote, pase y lanzamiento) tienen una mayor dificultad de ejecución. En lo que se refiere al aprendizaje, es un deporte que se parece bastante al baloncesto: regulación del contacto, sentido espacial y dispersión, cambios de ritmo y de roles (defensivos y ofensivos), búsqueda de espacios libres o huecos en la línea defensiva, etc.
• El voleibol es uno de los deportes que están más de moda y que más podemos utilizar para motivar al alumnado. Si periodizamos bien el proceso de aprendizaje de este deporte y logramos que adquieran un mínimo dominio técnico será fácil encontrar a grupos de jóvenes jugando a voleibol en la playa durante el verano, por ejemplo. Es un deporte en el que no hay contacto físico y, por lo tanto, en según qué grupos será una oportunidad para trabajar con equipos mixtos. Además, dado que no necesita una condición física muy elevada, sino más bien un buen control neuromotor (coordinación), nos permitirá integrar a todo el alumnado independientemente de su nivel. De los deportes colectivos más practicados, el voleibol es el que presenta una estructura más peculiar, puesto que el campo recuerda a los de los deportes de raqueta, no hay contacto, se utiliza el cuerpo para golpear el balón, etc.
• El fútbol es uno de los deportes más conocidos y practicados por nuestro alumnado, pero, a la vez, uno de los que más precisa la intervención de la educación física para enfocarlo desde un punto de vista distinto al que estamos acostumbrados a ver en televisión. Nos encontramos ante un deporte en el que se pierden muchos valores positivos a causa del espectáculo que se ha creado a su alrededor. Será muy importante el trabajo emocional que realicemos en las sesiones y las unidades didácticas que dediquemos al fútbol. Es un buen deporte para trabajar la coordinación oculomanual, ocular y de cabeza y, sobre todo, la coordinación ocular y de pie.
En relación con la organización de las programaciones de este libro, cada deporte está estructurado en sesiones. Asimismo, cada una de ellas está estructurada en actividades que nos permiten conseguir objetivos específicos de cada sesión. Cada sesión incluye un apartado en el que se describen los objetivos de la misma. A diferencia de los objetivos que debe tener una unidad didáctica (que han de ir destinados al alumnado), estos pueden estar destinados al alumno o al profesor y, por lo tanto, nos ayudan a entender cuál debe ser el rol del alumno y, evidentemente, el del docente.
LEYENDAS DE LAS ACTIVIDADES
Las representaciones gráficas de todos los deportes utilizan la misma simbología para explicar las actividades.
• Desplazamiento sin pelota
• Desplazamiento con pelota
• Pase de pelota
• Pelota
• Jugadores
• Jugadores específicamente defensivos
• Material de pista
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