Glosas y poemas sin nombre. Beatriz Celina

Glosas y poemas sin nombre - Beatriz Celina


Скачать книгу
on>

      Índice de contenido

       Glosas y poemas sin nombre Prólogo

       Abro mi ventana cada mañana,

       El desabrigo está abatido,

       El viento se ha llevado las palabras,

       Las calles están llenas de brozas,

       Desconsuelo,

       Todo lo veo inanimado,

       ¿Por qué quieres ser peregrino?

       A los de afuera les parecemos extraños,

       No tenía prisa para ir a tu encuentro,

       Sé que mi ciudad es la Atlántida,

       Estoy naturalizada en esta greca costera,

       Cuando nada de esto persista

       Bajo el arqueado puente pasa un río,

       Se me antoja andar despacio,

       Este día presente que se fue en el tiempo

       Hoy preciso estar despierta,

       Ha llegado la hora de abrir el oratorio

       Hoy me pregunto cómo lleno mi silencio,

       ¿Dónde están los anónimos artistas?

       Es hora de la metamorfosis,

       No me puedo derrochar los minutos

       Presiento no tener tiempo para más expectativas,

       Ya vuelvo a ser ahora,

       Colocaré lo arcaico ceremoniosamente en la barca,

       Sí, todo lo enterré en mi patio,

       Dichosa, dichosa estoy,

       Sí, sonrío, estoy llena de gusto,

       Unos y otros partieron poco a poco,

       Me han dejado sola, todos se han ido,

       Me levantas de prisa visita inesperada,

       Escucho golpear el viento en mi ventada,

       A veces, en el silencio de la noche,

       Orden y cordura

       Me canso del embozo

       Creo que no debo abrir esa puerta,

       No me acostumbro a viejos hablando solos,

       Llórenme ahora,

       Solo la noche echa a ver mi secreto,

       Entretiempo que llegas a rincones de silencio,

       Tardes azules rojizas de mi Isla exuberante

       He nacido en un espacio de tiempo

       Yo quisiera escribirte cómo vivo,

       Cuando las cenizas de mis versos caigan sobre la tierra,

       Espero verte algún día,

       Me he dado cuenta que mi piel está hecha de silencio,

       Estoy rodeada de presencias,

       Aquí vivo, pero también muero,

       No sabía qué hacer,

       Aquí no hay sitio para más quebranto,

       No, no me niego a lo desconocido,

       Siento no tener tiempo para alcanzar otra primavera,

       En mis entrañas llevo el aullido de los lobos

       Vivo


Скачать книгу