Glosas y poemas sin nombre. Beatriz Celina
Isla de fárfara
Aun cuando el cielo se quede sin aire
Hace tiempo descubrí a mi sombra
Un día mis vecinos se darán cuenta
Todos los días veo pasar a esa anciana,
A veces me parece que no tengo nombre
Si eligiera haber muerto en la guerra y no en la paz
La tierra en que nací ya no es la mía,
De La Habana salió la Habanera
Glosas y poemas sin nombre-
"A veces me parece que no tengo nombre
y voy a la deriva en un barco sin timonel
en un mar púrpura que poco a poco hunde mi espíritu,
tal vez vuelva a ser rebautizada por los peces
y rotulen nuevamente mi nombre,
ese día oiré romper las olas con fuerza
y el viento llegará a mi puerta preguntando si existí."
© 2020, Beatriz Celina
© 2020, La Equilibrista
www.laequilibrista.es
Primera edición: 2020
Maquetación: La Equilibrista
Imprime: Ulzama Digital
ISBN: 978-84-18212-48-2
ISBN Ebook: 9788418212499
Depósito legal: T 830-2020
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.
A la memoria de la Lic. Olga Asunción Navarro Torreiro,
quien asentó validez a mi pluma
Prólogo
Comencé a escribir estas glosas y poemas sin nombres uno de esos días en que nos desnudamos para encontrarnos con nosotros mismos. En que dejamos el traje del tiempo y la piel colgados en el armario para que el silencio ahogue nuestras penas y cante la mudez al sonido de una habanera. Momentos mágicos de absoluta complicidad con nuestra sombra donde descubrimos amarnos una a la otra en el último segundo de vida.
Invito a todos a ser parte del goce de mi poesía.
La autora
Abro mi ventana cada mañana,
todo me es ajeno,
pájaros haciendo nidos fuera de los árboles,
perros ladrando sin razón,
gatos trajinando fuera de los tejados,
fachadas pintadas de cansancio.
Abro mi ventana cada mañana,
todo me es ajeno porque
el viento agita su último soplo.
El desabrigo está abatido,
ya no encuentra cobijo.
toca de puerta en puerta,
nadie le abre,
El desabrigo está abatido
y él solo quiere vestir su desnudez.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.