Terriers. Constanza Gutiérrez
hombros: “Pero si tú no eres administradora, no sabes hacer eso”. Se rio junto a Carlos y Hernán, pero no le dio risa. Le dio pica. Al rato nos mandaron a acostar.
Desde la carpa se podía ver la luz de la fogata y escuché a Hernán, el amigo de Carlos, preguntar por mi papá. Mi mamá respondió, convencida de que yo dormía, que no quería saber más de ese conchadesumadre. Se rieron (¿de qué se reían?). Dormí muy poco, el ruido no me lo permitía, y escuché todo el tiempo lo que hacían allá afuera. A mi mamá con Carlos, detrás de la camioneta (odié su indiscreción), y a Hernán y al hijo de la dueña del camping riéndose, molestándolos (que me enojó mucho más). También cuando, después de dos o tres horas de silencio absoluto, se despertaron y empezaron a guardar todo.
Me incorporé y miré a la Paulita. Aún dormía, chupándose el dedo. Yo misma me lo había chupado hasta los nueve y mis arruguitas sobre la falange de ese dedo aún son extrañas, como desplazadas. Pensé que le contaría apenas se despertara. Salí de la carpa y vi la parrilla, las botellas (dos de ron) y las latas (suficientes como para no contarlas). Carlos me dijo que hablara despacito para no despertar a nadie, que era muy temprano, y me ofreció un Milo. Dijo que, si quería, podía acompañarlo a comprar cosas para el almuerzo. Enrollamos sacos, desarmamos la carpa en la que la Paulita y yo habíamos dormido y guardamos la cocinilla. Me dijo que dejáramos dormir a mi mamá un rato más, mientras volvíamos del supermercado.
En la camioneta, la Paulita miraba por la ventana, dándome la espalda.
–Si te chupai el dedo después te queda raro.
–¿Cómo?
–Que te vi chupándote el dedo, durmiendo. Si te lo chupai, después te queda raro, mira.
Le mostré mis arruguitas extrañas, comparando mis dos pulgares. Le dio risa y empezó a chuparse el pulgar de nuevo. Carlos encendió el motor del auto y Hernán, que recién despertaba, subió también. Cuando salimos del camping mi corazón latió muy fuerte, pero no estaba asustada. Total, si no me gustaba ese lugar nuevo, ya encontraría la manera de irme a otro mejor.
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