Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030. John Griffiths Spielman
A pesar de los extensos recortes financieros al presupuesto de Defensa entre las décadas de 1960 y 2000, el Ejército está relativamente bien equipado. Actualmente, el Ejército opera, aproximadamente, 2.700 vehículos blindados de combate, incluido el LAV-III (conocido como Stryker y ampliamente utilizado en los Estados Unidos23) y el tanque Leopard 2. El Ejército también opera, aproximadamente, 150 piezas de artillería de campo, incluido el obús M777 y el LG1 Mark II24.
La Flota Atlántica de la Marina Real Canadiense, conocida como Flota Canadiense Atlántica, está ubicada junto a las Fuerzas Marítimas Atlánticas (MARLANT), con sede en CFB Halifax, en Halifax, Nueva Escocia. Adjunto a MARLANT está el ala 12a de la Fuerza Aérea con base en el Helipuerto de Shearwater, que proporciona apoyo aéreo a bordo de la Flota Atlántica. El 14 Wing Greenwood de la Fuerza Aérea proporciona soporte aéreo de ala fija para MARLANT. La Flota Atlántica, con 18 buques de guerra y varios buques auxiliares, es responsable de la zona económica exclusiva de Canadá en la costa este, así como del área de responsabilidad de Canadá en el océano Atlántico y el océano Ártico oriental.
La Flota del Pacífico de la Marina Real Canadiense, conocida como Flota Canadiense Pacífica, está ubicada junto a las Fuerzas Marítimas del Pacífico (MARPAC), con sede en CFB Esquimalt, en Columbia Británica. MARPAC consta con un personal naval de más de 4.000 y 2.000 civiles. Con 15 buques de guerra y varios buques auxiliares, la Flota del Pacífico es responsable de la zona económica exclusiva de Canadá en la costa oeste y el área de responsabilidad de Canadá en el océano Pacífico y el océano Ártico occidental. El Escuadrón 443 de Helicópteros Marítimos de la Fuerza Aérea, con sede en el Helipuerto de Patricia Bay, brinda apoyo de helicópteros a bordo de la Flota del Pacífico, mientras que el 19 Wing brinda apoyo aéreo marítimo de ala fija.
La Reserva Naval de las Fuerzas Armadas Canadienses es el componente de Reserva Primaria de la marina. Su propósito principal es administrativo, generalmente solo sirve en estaciones terrestres. Finalmente, el Grupo de Operaciones Tácticas Navales (NTOG) es una unidad de entre 85 o 100 miembros de las fuerzas especiales de la marina. El entrenamiento incluye disparos de precisión, combate cuerpo a cuerpo, técnicas de interrogación, habilidades médicas avanzadas, planificación de misiones, e identificación de dispositivos explosivos improvisados.
La Armada opera doce fragatas, cuatro submarinos de patrulla, doce buques de defensa costera y ocho buques de patrulla/entrenamiento desarmados25. Las naves de superficie consisten en 12 fragatas de patrulla de múltiples funciones de clase Halifax y doce naves de defensa costera clase Kingston. Aparte de los buques de superficie, la RCN opera cuatro submarinos de clase Victoria que fueron adquiridos a la Armada británica en 1998. Las fragatas de clase Halifax fueron sometidas a un programa de extensión de vida útil que comenzó en 2010 y se completó en noviembre de 201626. Dados los problemas presupuestarios, especialmente en el contexto de los miles de millones que el gobierno canadiense ha gastado en la pandemia de covid-19, el plan anterior para reemplazar la clase Halifax, probablemente se demorará más de lo previsto. Aunque ya se escogió el modelo T26 de fragata como reemplazo.
Desde 1975, todos los aviones que apoyan a la marina son operados por la Real Fuerza Aérea Canadiense a través de la 1.a División Aérea Canadiense. El CP-140 Aurora y CP-140 Arcturus (modelos basados en el avión estadounidense P-3 Orion modificado para uso canadiense) se emplean para misiones antisubmarinas y de vigilancia de buques. El patrullaje marítimo costero lo lleva a cabo el CP-140A Arcturus, todos aviones de ala fija con base en tierra. A partir de febrero de 2019, la Armada empezó a reemplazar su antigua flota de helicópteros Sea King con el CH 148 Cyclone (una versión militarizada del Sikorsky S-92). Hasta la fecha, Canadá ha recibido 17 de estos nuevos helicópteros. Finalmente, existe un programa para construir de cuatro a seis buques patrulleros árticos clase 5 Polar (Harry DeWolf), capaces de operar entre los hielos y desde la instalación Naval Nanisivik, una estación naval de aguas profundas. Hasta la fecha, dos de los buques se han construido y están diseñados para proyectar soberanía en el Ártico27.
En la actualidad, Canadá no tiene capacidad de reaprovisionamiento en el mar, lo cual es bastante extraño para una Armada que se considera oceánica. Por el momento, y hasta que Canadá complete la construcción de dos nuevos buques de reabastecimiento, su Armada depende de los aliados de la OTAN para sus capacidades de reabastecimiento y de un petrolero comercial reconvertido. Esto demuestra qué tan lejos ha ido Canadá en términos de interoperabilidad. De hecho, las fragatas canadienses pueden incorporarse fácilmente en cualquier fuerza de tarea naval aliada y en numerosas ocasiones, incluso, han servido como buque de comando para una fuerza de tarea naval estadounidense. Esto simplemente resalta el nivel de confianza que existe entre las Fuerzas Armadas de las dos naciones.
La Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) está encabezada por el comandante de la Real Fuerza Aérea Canadiense. El comandante de 1.a División Aérea Canadiense y la Región NORAD de Canadá, con sede en Winnipeg, es responsable del comando operativo y el control de las actividades de la Fuerza Aérea en todo Canadá y en todo el mundo. Las operaciones de la 1.a División Aérea Canadiense se llevan a cabo a través de once escuadrones ubicados en todo Canadá. La 2.a División Aérea Canadiense es responsable de las funciones de capacitación y apoyo. Un componente canadiense de la fuerza de alerta temprana aerotransportada de la OTAN también se ubica en la base aérea aliada Geilenkirchen en Alemania.
El desafío más importante que enfrenta la Fuerza Aérea hoy es qué hacer con su antigua flota de F-18 comprada en la década de 198028. Originalmente, Canadá tenía programado reemplazarlos con el nuevo F-35, al menos esa era la intención del gobierno conservador de Stephen Harper. Sin embargo, las acusaciones del partido de oposición, respecto de que el gobierno estaba ocultando el verdadero costo del programa, llevaron a su cancelación cuando Justin Trudeau y los liberales asumieron el poder en 201529. Sin una decisión sobre qué reemplazará al F-18, el gobierno de Trudeau decidió, entre otras cosas, comprar a Australia una serie de F-18 usados, pero aún totalmente funcionales, como una solución provisional30. No está claro cómo avanzará el gobierno en este tema: los posibles reemplazos incluyen el Super Hornet, el Eurofighter, el Gripen sueco e incluso el F-35, pero por el momento el gobierno simplemente ha decidido ignorar el problema. Además, dado el costo de la gestión de la pandemia, parece extremadamente probable que a corto e incluso mediano plazo (10-15 años) la Fuerza Aérea continúe asumiendo el envejecimiento de los F-18.
El tema se ha convertido en un punto de controversia entre Canadá y Estados Unidos. Primero, porque el gobierno canceló el programa F-35, pero lo que es más importante, continuar indefinidamente con los F-18 pone en tela de juicio la contribución de Canadá al NORAD. A medida que los interceptores canadienses continúen fallando, Canadá tendrá que depender cada vez más de los Estados Unidos, incluso para la patrulla de los sectores canadienses del NORAD. Canadá necesita desesperadamente adquirir lo antes posible nuevos interceptores para poder continuar haciendo una contribución proporcional a la defensa del espacio aéreo de América del Norte debido a su compromiso con NORAD.
Desafíos actuales de seguridad y defensa
En 2008, el impacto del calentamiento global en Canadá se convirtió en un factor importante en la política exterior y defensa del país. El primer ministro en ese momento, Stephen Harper, dijo, refiriéndose al Ártico como una prioridad nacional, “o lo ganamos o lo perdemos”31. La capa de hielo del Ártico, como muchos científicos habían advertido durante años, se redujo en una medida sin precedentes, lo que sugiere que una nueva ruta comercial marítima de este a oeste podría abrirse de forma permanente en un futuro próximo32. Lo más importante de este enlace comercial este-oeste es que sería significativamente más corto que emplear el Canal de Panamá, lo que puede significar que el pasaje ártico eventualmente se convertirá en la ruta preferida de los cargueros de todo el mundo que son conscientes de los costos y del tiempo. Igualmente, importante es la especulación de los geólogos con respecto a que el área podría tener importantes reservas de petróleo y gas natural. Se dice que el Ártico posee el 13% del petróleo y el 30% del gas natural no descubiertos del mundo33.
Es fácil ver, por lo tanto, cómo no menos de cinco países podrían verse envueltos en una disputa sobre un territorio escasamente poblado. Canadá, Rusia, Estados Unidos,