Ser y hacer de las familias empresarias. Группа авторов
den cuenta de la importancia y magnitud del problema; sin este paso previo, será difícil actuar con la disposición y oportunidad necesarias.
En las empresas existen distintas iniciativas que pueden ayudar a los empleados y a los propios integrantes de la familia empresaria a hacer compatible el trabajo y el hogar, permitiendo a mujeres y hombres un balance o conciliación entre esos dos ámbitos. Dentro de esta gran idea, se pueden analizar varias posibilidades como el cuidado de los niños en el trabajo, atención de las personas mayores, permisos de abandono de trabajo, recontrataciones y horario flexible, entre otras.
A las empresas actuales se le pide un cambio de mentalidad, más centrado en las dimensiones sociales de largo plazo por su impacto negativo en toda la sociedad, incluidas ellas mismas, que en los resultados solo económicos de corto plazo.
¿A DÓNDE VAMOS?
La empresa es una institución de hombres que se coordinan para conseguir un propósito común de manera estable. Es una organización cultural, fruto de la libertad, la creatividad y la labor cooperativa del hombre.
Cuando la empresa se concibe simplemente como un organismo, tiene cabida solo la búsqueda de la eficacia (obtención de valor agregado) y la eficiencia (aprovechamiento de las capacidades de aprendizaje de los individuos). Solo es posible conceptualizar a la organización como institución cuando busca transmitir los valores y, con ello, el perfeccionamiento de su gente.
La empresa se ha desarrollado desde que el hombre descubrió las ventajas de la cooperación mutua, aunque el concepto de empresa moderna se ha formado a partir de la industrialización como detonante de un crecimiento ininterrumpido y de un protagonismo social. Ha crecido catalizada por una visión utilitaria en beneficio de unos cuantos. Estudios socio-psicológicos han puesto el acento en que la mejor manera de aprovechar al hombre en las firmas empresariales consiste en concepciones más centradas en la persona y sus necesidades que en las utilidades del negocio.
La perfección del hombre ha de entenderse como un proceso largo, de superación progresiva y constante, personal y libre, que consiste esencialmente en la educación. Educarse es aprender a usar la libertad para buscar la verdad y alcanzar un bien. Es, además, a través de hábitos y virtudes que el hombre se acerca a actos buenos y verdaderos.
Antes de participar en la empresa, la educación del hombre depende de dos instancias: la familia y la escuela. La familia incide en la educación temprana de manera amplia, profunda y duradera.
La empresa, como estructura del máximo protagonismo y poder social, está capacitada y, por ello, es responsable de colaborar con esa institución vulnerable, que es la familia. Regresar a la familia su función formativa esencial dependerá de la adopción de modelos de organización más cercanos al hombre y al respeto de la dignidad de la persona.
[1] Reseña del libro de Ramón Ibarra (2000) realizada por Ricardo Aparicio Castillo y Paola Espino Garza.
Ibarra, R. (2000). Empresa-familia: una relación constructiva. México: Trillas.
Pérez-López, J. A. (1996). Fundamentos de Dirección de Empresas. Madrid: RIALP.
PROFESOR DECANO DE LAS ÁREAS DE FACTOR HUMANO Y DE DIRECCIÓN FINANCIERA DEL IPADE, ASÍ COMO MIEMBRO DE LA JUNTA DE GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA Y DEL IPADE. POSEE UN DOCTORADO EN FILOSOFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA Y ES EGRESADO DEL PROGRAMA DE ALTA DIRECCIÓN AD-2 DEL IPADE. LICENCIADO EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y, TAMBIÉN, DE CONTADURÍA PÚBLICA POR EL INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY (ITESM), CAMPUS MONTERREY. FUE DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS PARA LA GOBERNABILIDAD INSTITUCIONAL (CEGI), RECTOR GENERAL DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA-IPADE (1994-2002) Y PRESIDENTE DE EDITORIAL MINOS (1975-2002). AUTOR DE VARIOS LIBROS.
LAS EMPRESAS FAMILIARES, SU
DIRECCIÓN Y SU CONTINUIDAD[1]
JOAN GINEBRA TORRÁ
El negocio familiar es el modo de emprender o de invertir que ha resultado más exitoso para gran parte de las empresas de Occidente. Se ha convertido en un elemento de eficiencia social gracias a constituir un impulso de ascenso social y un motor de estímulo técnico.
Para que una empresa familiar pueda considerarse como tal, es necesario que la formen integrantes de una misma familia, principalmente padres e hijos. El control real de los títulos accionarios debe estar en ese núcleo.
Se manejan cuatro variables que distinguen a una compañía familiar:
1. Las relaciones de afecto, pues son lazos que buscan el bien recíproco.
2. Existe una enorme comprensión de lo que piensa el otro y se precisa poca comunicación formal.
3. La autoridad es clara y aceptada.
4. Se tiene una finalidad común, que se constituye en una unidad de convivencia básica y profunda, con gran espíritu de sacrificio.
Las empresas familiares tienen una secuencia generacional definida:
Cuadro 1. Secuencia generacional de la empresa familiar
1ª generación | Padre solo // Padre + hijos |
2ª generación | Hermanos solos // Hermanos + primos |
3ª generación | Primos |
4ª generación | Primos segundos |
Fuente: Ginebra (1997).
En la primera generación, la gestión está a cargo del fundador solo o de este con sus hijos y termina con el fallecimiento o incapacidad por enfermedad o accidente grave del fundador.
La segunda generación termina con la salida definitiva del último tío. El tránsito entre una tercera y cuarta generación es más difuso. En las compañías de tercera y cuarta generación se diluyen tanto los factores que permiten llamar familiar a una organización, que ya no puede ser considerada de esta forma en sentido estricto.
EMPRESA Y FAMILIA
En los negocios familiares se unen dos realidades distintas, de naturalezas particulares, con fines propios y, también, diferentes: la empresa y la familia.
El propósito fundamental de toda compañía es económico: el negocio, hacer dinero; la familia, en cambio, tiene como propósito primordial la convivencia y el desarrollo de sus integrantes. La empresa es una sociedad y considera a cada individuo por lo que hace, por el puesto que desempeña, en tanto, la familia es una comunidad y cada familiar es considerado por ser quien es.
La familia es un bien superior. Por ello no se puede nunca, en nombre de la compañía, romper la familia; cuando esto ocurre se termina fracturando todo.
En los negocios familiares existen tres estructuras que es necesario tener identificadas:
• Primera estructura o estructura directiva de la empresa. Establece y conduce la acción en relaciones de poder y jerarquía en la organización.
• Segunda estructura o estructura de capital. Es, en última instancia, la que determina la configuración del poder en la compañía.
• Tercera estructura o estructura de poder familiar. Nace de las dependencias personales distintas de las participaciones accionarias; con entidad independiente a las dos previas, aunque se cruza con ellas y las influye de un modo particular. Es la más cambiante de las tres. Ignorar esta estructura puede producir riesgos graves a la hora de dirigir o asegurar la continuidad de un negocio familiar.
La compañía familiar primero es empresa