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sólo a la parte manifestada (física) de la vida, creyéndose un ego separado del Todo.
La intención de este libro es demostrar que el ego, aunque cueste creerlo, posee una inteligencia propia que le permite penetrar en la mente y revertir las energías centrífugas en centrípetas, egotizando la percepción de la realidad, provocando que la persona se crea un individuo independiente y desconectado, que sólo piense, sienta y actúe para sí mismo. Por consiguiente, debemos hacernos preguntas como: ¿por qué somos seres con una mente caída, tridimensional y limitada, pudiendo ser seres con una mente universal infinita? Y ¿qué o quién nos impide elevar nuestra conciencia?
La única manera de obtener respuestas para iluminar la mente es que el ser humano se quite el “velo psíquico” tridimensional que lo enceguece, y para lograrlo debe espiritualizar la materia; esto significa limpiarla de una gruesa capa de energía inconsciente y egótica que la densifica en forma exagerada aumentándole el peso gravitatorio que la hace caer al mundo del instinto.
Los caminos correctos para equilibrar y elevar el nivel vibracional de la mente material son: desarrollar la autoobservación, el autoconocimiento y practicar la meditación Contacto Directo. Cabe señalar que esta meditación (la cual aprenderemos más adelante) posee la gran virtud de ser un puente directo para fusionarse con la Conciencia Pura, librándose así de las interferencias del ego, de las ansiedades del mundo y de los ruidos psíquicos.
Con la autoobservación, el autoconocimiento y la meditación Contacto Directo, la mente comenzará a despertar y a trascender su propia estructura egotizada. Este cambio hace que la persona utilice energía espiritual en vez de energía instintiva; así, la alta pureza de la luz espiritual provoca que el psiquismo tridimensional se desmagnetice, se desalegorice y se desegotice, permitiéndole a la mente salir de su gravedad, oscuridad y densidad y, por ende, ascender a los estados luminosos de la conciencia.
La tercera dimensión
La frecuencia donde vibra la mente humana egótica
· El siguiente gráfico nos muestra la tercera dimensión en que vive atrapado y adormecido el ser humano.
· En este libro veremos que existe una conciencia de la materia que nos engaña y nos apega a esta tercera dimensión.
· En ese plano bajo e instintivo la gente vive en un estado de inconsciencia, lo que hace caer a la mente.
· La conducta en este nivel de Conciencia Tridimensional es mecánica, las personas obedecen ciegamente a los mandatos del instinto como si fueran robots.
· En esta tridimensión las personas no tienen visión universal y objetiva, pues están desconectadas del plano espiritual.
· En la tercera dimensión las energías son gruesas y centrípetas, lo cual comprime a la mente, dejándola sin conciencia de sí misma.
· El ego vive en la tercera dimensión, camuflado en la mente humana.
· A través de la meditación Contacto Directo, usted será capaz de trascender la tercera dimensión, iluminar y elevar su mente.
· Sólo despertando la conciencia se puede acceder a los estados luminosos espirituales.
· Esta tercera dimensión es tan sugestiva y magnética que las personas quedan estacionadas allí por toda su vida, adormecidas y olvidadas del espíritu.
· La tercera dimensión es cuando la mente se duerme y se identifica con el argumento mundo-materia.
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Cuando decimos que la mente de la humanidad está caída es porque perdió su Memoria Espiritual, que es la conciencia de sí misma o autoconsciencia. Esta memoria ha sido reemplazada por la memoria mundana que encapsula a la mente en un tiempo- -espacio, haciéndola olvidarse de experimentar el aquí y el ahora, desconectándose del ser puro que es eterno presente.
Es sorprendente ver que alguien pueda tener una muy buena memoria material y, sin embargo, vive olvidado de sí mismo. Esto es porque vibra en la tridimensión en donde su mente o se identifica con los estímulos externos o con el argumento psicológico interno. A raíz de esto, vemos que las personas pueden pasar días enteros sin acordarse de sí mismas. Este fenómeno se produce por- que la mente egótica futuriza o recuerda, no teniendo la capacidad de vivir el presente.
Decíamos que las personas están convencidas que son dueñas de sus actos en este nivel de existencia, pero al tener dormidas sus mentes no se dan cuenta que lo que verdaderamente dirige sus vidas es una inteligencia-conciencia que se apodera de sus identidades y que se expresa como ego; ella anula la visión cósmica de la gente reemplazándola por una aletargadora ensoñación mental que se presenta con incesantes divagaciones, ensoñaciones, ansiedades, deseos y apegos hacia el mundo material.
Además de dominar la psiquis humana, esta conciencia egótica es la movilizadora, organizadora y defensora de todo el aspecto material del universo que, a través de una infinidad de engaños, trucos y trampas, se encarga de que los organismos sobrevivan, se reproduzcan y se desarrollen; por ejemplo: si el comer y el beber no fueran actos apetitosos y agradables, nadie se alimentaría y en consecuencia, las personas morirían; si el llanto de un bebé no fuera desagradable e irritante, lo dejarían llorar sin prestarle atención; si el sexo no fuera placentero, nadie lo practicaría; por lo tanto, la reproducción de las especies cesaría; si no diera miedo enfermarse, nadie se cuidaría, etc. Entonces podemos observar que todos los actos están movilizados por recompensas o por temores creados deliberadamente por esta conciencia material para producir y man- tener el funcionamiento vital de las especies.
En esta limitada dimensión, el ser humano posee una mínima conciencia apta sólo para manejar las necesidades básicas de subsistencia; la gente casi no tiene contacto con la realidad objetiva, dado que la mente al creerse individual y separada pierde la visión universal, por lo tanto, las percepciones y las respuestas al mundo se convierten en subjetivas. Afortunadamente, a pesar de que somos víc- timas de esta fuerza adormecedora de la conciencia material, existe la libre elección que nos permite escoger voluntariamente qué camino tomar y así poder lograr obtener la esquiva y ansiada paz interior.
Este libro pretende despertar la conciencia y aprender a ver que nuestra mente está caída y enredada en los oscuros y magnéticos mundos instintivos, y así de esta forma poder descubrir por sí mismo que el psiquismo ha sido usurpado por el ego. La mente, al iluminarse, se da cuenta que ha vivido en una dimensión baja en donde casi no existe autoconsciencia, quedando expuesta a que la materia le inyecte energías centrípetas, egotizándola.
Todo lo dicho hasta aquí lo estudiaremos detalladamente más adelante, además usted aprenderá a espiritualizar la materia, haciendo que su psiquismo se llene de conciencia de sí mismo para luego experimentar la Conciencia universal; de esta manera, su mente se descomprimirá y se liberará de las apretadas fuerzas del instinto, elevándose a los planos superiores en donde gozará de la levedad del Ser. Al lograr este maravilloso estado, usted sabrá que ha vivido engañado e hipnotizado por las “astutas” energías instintivas de la materia que le han impuesto un argumento de vida ilusorio, egocentrista y falso en su mente. En este momento, tal vez sea difícil comprender esto, pero a medida que usted comience a alimentarse con energía espiritual su mente se impregnará de una vibración pura y autoconsciente que lo contactará con la Conciencia universal.
· El siguiente gráfico nos indica que cuando la mente se alimenta de energía centrípeta e instintiva se convierte en un ego cayendo al oscuro, inconsciente e individualista, plano tridimensional.
· Aquí vemos el bajo nivel de conciencia de la humanidad. Mientras la mente esté caída en el instinto y en la materia, no podrá iluminarse.
· Existe una conciencia inteligente de la materia que mantiene adormecida y engañada a toda la humanidad, haciéndole creer