El camino de la imperfección. Andre Daigneault
débiles y heridos, y al mismo tiempo entregados a la misericordia de Dios.
Es necesario bajar y no subir.
Es siempre abajo, en el corazón de nuestra debilidad, donde Dios nos espera. Por eso el discípulo que quiere seguir a Jesús debe también él bajar y aceptar su debilidad. Mientras nos opongamos a nuestra debilidad o la neguemos, Dios no puede actuar en nosotros.
Muchas veces nos apoyamos en nuestra energía natural, en nuestro temperamento voluntarioso, e intentamos subir la escalera de la perfección a partir de nuestra generosidad; todo eso puede durar un cierto tiempo, pero no es el camino de la santidad evangélica. Tenemos que rebajarnos y descender a nuestra pobreza para que el poder de Dios se derrame en nuestra debilidad.
NUESTRA PERLA PRECIOSA
En el fondo, el fariseo y el publicano combaten en cada uno de nosotros. El fariseo representa el camino de una perfección natural, y el publicano, los pasos por un camino propiamente cristiano, que es el de la conversión a través de la bajada a nuestra miseria.
No hay otro camino fuera de esa pequeña vía del descenso a la debilidad, que nos hará descubrir nuestra pobreza como la perla preciosa por la cual tenemos el coraje de vender todas nuestras riquezas para poseerla.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.