La consulta previa: daño inmaterial y reparación. Diana Carolina Rivera Drago

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cardinales, cuatro elementos de la naturaleza, cuatro mares, cuatro son los símbolos que se usan en cada pagamento, cuatro veces se deben hacer y pensar las cosas, y así sucesivamente. El universo, según el saber ancestral del pueblo arhuaco, posee cuatro dimensiones que corresponden a las etapas evolutivas sucedidas durante su formación: Anugwekin, Churokin, Jwerukin y Orokin, en una especie de camino hacia la perfección, que sirve de referente a sus vidas85.

      La primera es la esencia de la naturaleza y del cosmos como energía sin forma ni color, la Ley de Origen establece su orden y estructura y la conectividad y reciprocidad de sus elementos y de ellos con el mundo y los otros mundos. La segunda está constituida por imágenes sutiles y evocaciones de su aspecto pero aún sin una estructura física definida, son la base de la materialización de la naturaleza, el cosmos y su Ley de Origen. La tercera contiene ya diversos colores y formas materializadas en rocas perpetuas como base del planeta Tierra, del agua y de los seres de la naturaleza; aquí se formó la Tierra sobre la roca perpetua junto con las aguas del mar, lagunas, glaciares, quebradas, ríos, pozos, ciénagas, manglares y toda la biodiversidad del planeta, incluida la humanidad. Las formas, el orden y su comportamiento, así como su ubicación en el mundo obedecen a la Ley de Origen, ésta determina las funciones de cada pueblo y de cada elemento material y espiritual. La última es la materialización del padre Bunkwakukwi (Sol), la Madre Tima (Luna), las deidades que corresponden a las constelaciones de las estrellas, la Vía Láctea, los sistemas solares y las criaturas que incumplieron gravemente la Ley de Origen por lo cual constituyen la antítesis del orden, el equilibrio y la armonía de la naturaleza y el cosmos.

      Todas estas figuras quedaron representadas simbólicamente en diversos entes materiales dentro del territorio ancestral (cerros, ríos, lagunas, montañas, etc.), y las leyes que los rigen, en piedras preciosas, piezas de oro y otros elementos de valor cultural que se utilizan en los diferentes rituales para mantener el orden ancestral del universo. Estas etapas evolutivas de la formación del universo y las relaciones de reciprocidad que rigen dentro de este constituyen la base del conocimiento de la comunidad y su modelo de vida86.

      He aquí una primera muestra de la enorme importancia que puede llegar a tener para los iku su territorio ancestral: allí, en los elementos que lo conforman está contenida toda su espiritualidad, todas las leyes sagradas y todos sus dioses y demonios.

      Como puede observarse, los indígenas arhuacos son profundamente espirituales y todos deben conocer su propia filosofía porque es parte de su vida misma. Creen en la existencia de un Creador y Gran Padre, Kaku Serankua, del cual provinieron los primeros hombres, dioses y seres materiales, además de otros padres como el Sol y los nevados y otras madres como la Tierra y la Luna87. Para ellos la Sierra Nevada de Santa Marta es el corazón del mundo y de la Madre88, y tienen la convicción de que la naturaleza y la sociedad son una unidad en sí misma y están regidas por una sola Ley Sagrada, inmutable, preexistente, primitiva y sobreviviente a todos y a todo.

      Podría el mundo existir o dejar de existir, sin que esto alterara en lo más mínimo la esencia de dicha Ley, la cual constituye el pensamiento universal de lo no manifiesto, único origen de la vida. Es por esto, que la Ley universal Kunsamu, es representada por un niño, el mamo Niankua y halla expresión en el universo donde entonces se da una asociación entre Ley y pensamiento, que, a compás con el entorno, se transforma en Ley Natural. Esta Ley Natural da origen a la creación de la materia y a su evolución, equilibrio, preservación y armonía, que constituyen los objetivos fundamentales y la razón de ser de los mamos, las autoridades espirituales de la sociedad arhuaca, que encarnan el seguimiento a la Ley tradicional89.

      Una de las bases más importantes de su religión es el culto a la Madre Universal, figura que podría identificarse con la fertilidad y las leyes intrínsecas de la naturaleza: todo es un ciclo constante que inicia con la concepción y termina con el renacimiento después de la muerte; este ciclo constante de siembra (concepción), nacimiento, crecimiento, maduración, muerte y de nuevo nacimiento corresponde a la “Ley de la Madre” o “Ley del Origen”. Esta misma ley es además aquella que indica a cada arhuaco el modo según el cual debe relacionarse con los elementos del mundo, según ella cada individuo tiene un derecho y un deber frente a los demás hombres y componentes de la naturaleza: el derecho a no ser dañado y el deber de no dañar, y en el caso en el cual se reciba un daño, la “Ley de la Madre” indica que no se debe guardar rencor ni buscar venganza: “todos debemos ser como el Sol, la función del Sol es dar luz a quien la necesita y así debemos ser todos”.

      La “Ley de Origen” es un principio ético fundamental que se encuentra en la base no solo de la vida diaria de cada individuo sino además del sistema político, jurídico y social; la Madre es el principio del todo, de la existencia humana, individual y colectiva y de todo aquello que nos rodea: la tierra, los animales, las plantas, los ríos, las piedras, etcétera.

      Según la Ley de Origen el territorio fue distribuido teniendo en cuenta que cada grupo indígena tiene una misión particular determinada por los dioses, nada es fortuito y todo se da porque existe un espíritu que lo antecede. El universo y todo lo que hay en él es una cadena de correlaciones de materia a espíritu y de espíritu a materia que permiten el equilibrio y la convivencia. La Ley de Origen es como los vientos que envuelven el mundo y fluyen de un lugar a otro para garantizar el aire a todas las cosas que lo ocupan, es una ley universal que cobija a todos los seres y que les indica cómo deben vivir y relacionarse con los otros; lo espiritual y lo material constituyen una misma unidad, se complementan entre sí y funcionan como un solo ser. A toda materia le es posible existir porque hay un espíritu que la complementa y la gobierna.

      Dentro de esta concepción de relaciones entre espíritu y materia se indica que los no indígenas abastecen materialmente a los indígenas de algunos elementos necesarios, por lo cual éstos deben hacer pagamentos: si se sirven por ejemplo de un vehículo o de algún electrodoméstico, deben compensar ese préstamo pagándole a la Madre Tierra. Es así como tiene lugar la correlación de beneficios, donde los no indígenas no podrían vivir sin los indígenas y los indígenas tampoco podrían fortalecer sus vidas sin los bunachis90.

      La correlación de beneficios se refleja en el funcionamiento de la naturaleza:

      Los mares necesitan del agua dulce para enfriar su calor, las aguas dulces necesitan del mar para facilitar sus movimientos, la temperatura de la Tierra necesita alternarse para establecer un equilibrio, para ello se da el calor y el frío, la cadena alimenticia constituye uno de los más claros ejemplos de correlación de beneficios, así sucesivamente todo es correlación de beneficios como ley de unidad. La lógica de estas correlaciones de beneficios que podemos entender sin mayor esfuerzo en el mundo material, dicen los mamos, es similar a la que ocurre entre el mundo material y el mundo espiritual; hay correlación de beneficios porque solo así puede existir un equilibrio en la vida de todas las cosas, así fue ordenado y establecido, así fue concebido por los padres mayores; todo está sujeto a unos principios o leyes, ellos son los espíritus91.

      Del mismo modo, el sistema jurídico de los arhuacos tiene como fundamento la filosofía religiosa anteriormente descrita basada en la correlación entre materia y espíritu y en la correlación de beneficios, el principio básico para hacer justicia corresponde a la búsqueda de la causa del problema, causa que podrá encontrarse en los pensamientos y comportamientos del culpable o bien en aquellos de sus ancestros. Será delito todo aquello que infrinja la “Ley de la Madre”, es decir, todo comportamiento que rompa el equilibrio de la armonía universal.

      Por otra parte, la Sierra Nevada de Santa Marta se considera como un cuerpo humano: la cabeza son los picos nevados92, las lagunas de los páramos son el corazón, las venas y arterias son los ríos y quebradas, los huesos son las rocas, los músculos son las capas de Tierra y el cabello y las vellosidades son las palmas y los pajonales. La nieve es el mundo de las almas y es masculina, el mar es el principio y es femenino. Así, la filosofía común de la Sierra se basa en la vida, la fertilidad expresada en el agua de las nieves, el mar, los ríos, las quebradas y las lluvias. Es por esta razón además por lo que la geografía de la Sierra es una geografía sagrada: las lagunas, los valles, las grietas y los pozos son femeninos, y los cerros sobresalientes son masculinos.


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