Estudios transnacionales. José Federico Besserer Alatorre
ha girado en torno a proyectos de investigación colectiva que se han sucedido en el tiempo.
El libro que la lectora y el lector tienen ahora entre sus manos es el resultado de un alto que he hecho en el camino para sintetizar algunas de las líneas de reflexión con las que desde mi punto de vista el Programa de Estudios Transnacionales ha contribuido a la construcción de una orientación teórica y analítica de los estudios transnacionales. En este sentido, el libro se propone como una síntesis del trabajo realizado en estos años, pero también como una guía para los nuevos interesados en esta corriente de pensamiento y acción social.
La polisemia de la palabra “clave” usada en el título de este libro, es útil para sugerir distintas formas en que puede ser leído este trabajo en torno a los estudios transnacionales, producto de la reflexión institucionalmente situada en un departamento de antropología.
La primera lectura posible de este texto es abordarlo selectivamente por “palabas clave”. En este sentido los títulos de los ca pítulos orientan para el acercamiento a lo que considero temas y problemas centrales de los estudios transnacionales en este momento.
La segunda aproximación posible emplea la palabra “clave” (como se usa en la música) para exponer las interpretaciones diferentes que pueden hacer cada una de las afinaciones o temples de las corrientes de pensamiento que dialogan en el campo de conocimiento que llamamos estudios transnacionales. Así pueden apreciase armonías y disonancias entre los estudios culturales y el transnacionalismo migrante; y puede también comprenderse la manera diferenciada en que distintas epistemologías feministas contribuyen a la interpretación de una misma problemática transnacional.
Un propósito central de este libro es precisamente contribuir a la construcción de mediaciones entre estas posturas en tensión que participan en la construcción de los estudios transnacionales. Es así que el texto contribuye también con claves o mapas para construir una posible articulación entre corrientes de trabajo distintas, como podrían ser por un lado los enfoques que han estudiado procesos sociales desde la perspectiva de la globalización, y por otro lado los estudios que han enfatizado en las dinámicas de transnacionalización de las sociedades contemporáneas.
Este libro también sostiene la idea de que en el momento actual nos encontramos ante un vertiginoso cambio en la lógica con la que está cifrado el mundo contemporáneo. En este sentido los capítulos del libro ofrecen claves para el análisis y desciframiento de los nuevos códigos con los que se construye la lógica cultural y afectiva actual.
El libro está dividido en ocho capítulos que pueden ser leídos por pares, generalmente uno de los capítulos presenta una síntesis de materiales en clave teórica, mientras que otro capítulo se enfoca en la presentación en clave etnográfica de ideas relevantes para los estudios transnacionales.
El primer capítulo introduce a la lectora y al lector a una revisión de distintas posturas teóricas cuyos aportes han contribuido a la construcción del campo de los estudios transnacionales. El recorrido teórico empieza por los primeros usos del concepto transnacional en la antropología y continúa rastreando los aportes desde la perspectiva transnacional en otras disciplinas. La propuesta de este capítulo es que los estudios transnacionales deben ser entendidos como un diálogo entre corrientes de pensamiento que atraviesan distintas disciplinas, que estudian procesos sociales comunes, pero que han mantenido una tensión que ha permitido resolver sesgos interpretativos y metodológicos en distintos momentos del desarrollo del pensamiento transnacional. Este capítulo se centra en el diálogo de dos corrientes de pensamiento, por un lado los trabajos que han sido reunidos bajo el concepto de “transnacionalismo migrante” y por el otro lado las corrientes de pensamiento que giran en torno a los “estudios culturales”. El capítulo propone la importancia de construir una mediación entre ambas posturas. Esta teoría de la mediación delinea por un lado puentes que facilitan la discusión teórica; por otro lado aboga por un diálogo en el plano metodológico para lo cual propongo un enfoque desde la simetría que he denominado “etnografía especular”; y finalmente invita a una discusión sobre los profundos cambios que vive la sociedad contemporánea que obligan a repensar la manera en que entendemos y nombramos aquello que en nuestras investigaciones hemos dado por un hecho como el cuerpo y los sentimientos.
El segundo capítulo revisa algunos de los aportes que ha hecho el feminismo al diálogo que conocemos como estudios transnacionales. El capítulo nos muestra cómo las reflexiones desde la teoría feminista de la ciencia y sus aportes sobre epistemología y método han sido de gran utilidad para explicar las distintas posturas de las corrientes de pensamiento transnacional identificando así un empirismo duro que dio como resultado la crítica al nacionalismo metodológico y por el otro lado, un transnacionalismo de ruptura que desde la experiencia diaspórica gestó una corriente de pensamiento que se distanció de las posturas disciplinarias clásicas sobre la migración. El capítulo recorre algunas de las reflexiones más significativas del feminismo en clave transnacional, como son el feminismo transnacional, el feminismo diaspórico y el transfeminismo. En este capítulo el método de exposición que elegí fue la revisión de la forma en que distintas posturas teóricas del feminismo permitieron a nuestro proyecto avanzar y complejizar nuestro conocimiento sobre la realidad transnacional que estudiamos. Así, la geografía feminista crítica nos permitió construir una fórmula para la comprensión del espacio y la geografía que habitan las comunidades transnacionales, la discusión desde la filosofía política feminista fue central para comprender los cambios en los sistemas de gobierno indígena transnacional, y la teoría feminista sobre el conocimiento llevó nuestra atención al estudio de la subjetividad y los sentimientos como una dimensión fundamental para comprender las contiendas de poder en el ámbito de la vida transnacional.
La ruptura epistémica que significó la conformación de los estudios culturales como una forma de entender el mundo desde la experiencia de los sujetos diaspórico abre el segundo bloque del capitulado con un trabajo dedicado a la revisión de un concepto clave que es el de la diáspora entendida como el entramado de la vida y el conocimiento transnacionales, pero también como una categoría en contienda política. Para empezar, el concepto de diáspora es tal vez el que mejor explica cómo es que los estudios transnacionales no son solamente estudios sobre la migración, ya que las diásporas pueden estar formadas por generaciones de descendientes de aquellos que alguna vez migraron, o pueden ser formas de identidad a las que las personas llegan en un momento de su vida, sin haber tenido una experiencia propia de movilidad importante. Desde esta perspectiva, los estudios transnacionales pueden incluir a la migración y a la movilidad pero también pueden no hacerlo. Este capítulo hace un breve recorrido de los estudios de la antropología mexicana, la importancia que esta ha tenido en la construcción de las formas en que entendemos a la nación mexicana, y el papel que el estudio de las diásporas y la migración han tenido para el cambio tanto de la antropología como de la nación mexicana en distintos momentos de la historia. Hoy en día, México aparece como un país cuyo Estado reconoce como propios a su diáspora formada por sujetos que frecuentemente detentan otra nacionalidad y otra ciudadanía. Sustentada en estudios que hemos hecho en el Seminario de Estudios Transnacionales, el capítulo describe la tensión entre las Diásporas (con mayúscula) como sujetos construidos desde la nueva hegemonía transnacional, y los sujetos cuya condición diaspórica (con minúscula) sigue siendo subalterna y cuyas vidas siguen estando en los márgenes en pleno siglo XXI.
El segundo concepto clave de este bloque es el de “regímenes de sentimientos”. Este trabajo inició como una reflexión sobre los cambios en una comunidad transnacional indígena, que nos permitió comprender cómo los cambios políticos están acompañados (y a veces son antecedidos) por cambios en el régimen sentimental que da sustento a dicha forma de gobierno. Propongo en esta sección que la relación entre gobierno y sentimientos es circular, un sistema de poder produce sentimientos, pero el sistema de poder está estructurado sobre un entramado de sentimientos. A esta circularidad es que le hemos llamado “regímenes”. El apartado distingue entre afectos (aquellos que tienen un efecto que crea subjetividad), sentimientos (que se constituyen en herramientas para darle sentido a la realidad aun cuando no pueda ponerse esta en palabras) y emociones (que son parte de las tecnologías del yo en una sociedad de control). El texto se aleja de las interpretaciones que ven una economía