El placer de seducir. Ezequiel López Peralta
el lenguaje corporal de la seducción
Los tres vértices de la expresión sensual: mirada, sonrisa y voz
Las bombas atómicas de la seducción
¿Qué va a pensar de mí? Sexo en la primera cita
Libreto del seductor principiante
¡Ya te sigo en Instagram! Seducción en línea
Olvídate de la discoteca. Aplicaciones para citas
4TA Parte SEDUCTORES EN ACCIÓN
Ejercita los tres vértices de la expresión sensual
Planifica estrategias de acercamiento
¿Y entonces qué digo? Habilidades para el diálogo
Reconoce tus capacidades y limitaciones para seducir
Desarrolla tus potenciales y supera los límites
5TA Parte DIEZ COSAS SOBRE SEXO QUE TODO SEDUCTOR DEBE SABER
Volver a empezar. El sexo con una pareja nueva
Reglas de etiqueta entre las sábanas
El sexo responsable no es aburrido
¿Cuál es el verdadero placer del 69?
Activadores del deseo sexual femenino
Enseñanzas del Kamasutra: mucho más que posturas sexuales
Errores imperdonables en el sexo
El show debe continuar. El sexo después del orgasmo
6TA Parte BONUS TRACKS
Novios para siempre: la seducción en la pareja estable
Seductores en problemas: los trastornos del cortejo
Seducción total. Entrevista a la famosa sexóloga Flavia Dos Santos
Los códigos de la seducción homosexual. Entrevista al psicólogo Miguel Rueda Sáenz
De padre a hijo. Diálogos sobre seducción
epilogo SEDUCIR PARA SER MEJORES PERSONAS
Biblioteca BIBLIOTECA PARA SEDUCTORES EXPERTOS
Pocos temas resultan tan seductores como, precisamente, la seducción. Cualquier libro, película, obra de arte o expresión cultural que incluya la palabra seducción o el verbo seducir, inevitablemente llamará tu atención.
Escribir un libro de seducción representa para mí un enorme desafío: no quedarme solamente con un bonito título, sino conseguir que tú encuentres atractivo su contenido y que los conceptos te faciliten alcanzar un mayor bienestar y desarrollo personal.
En general el material escrito sobre este tema está monopolizado por las llamadas Escuelas de seducción y los autodenominados Maestros de la seducción. Ellos —y me refiero en masculino porque casi siempre son hombres— escriben manuales extensos que incluyen mandamientos infalibles orientados al conquistador novato y sin experiencia en este campo. En estos textos vas a encontrar un vocabulario particular (como si se tratase de una subcultura) y estrategias que funcionan (¿?) en contextos y sociedades particulares. Además, subyace la idea de que seducir es un proceso mecánico en el que la clave consiste en aprender un conjunto de procedimientos a ser aplicados con facilidad, siempre del mismo modo, como si se tratara de cocinar hamburguesas en serie para un restaurante de comidas rápidas. Lo que me parece más pobre de estas propuestas es que incentivan la creencia de que el objetivo único es la conquista, mientras que nada te dicen acerca de los valores de la otra persona y del desarrollo de tus propios potenciales intelectuales, sociales, eróticos y afectivos.
Mi concepto acerca de la seducción es radicalmente distinto, ya que considero que la seducción es placentera en sí misma y una fuente de realización personal. Los juegos que se dan en las miradas, en el tono de voz, en las sonrisas, en las posturas corporales, en las sorpresas, en la ambigüedad, en las palabras, en el acercamiento, en las fantasías, en la incertidumbre. Todo esto (y mucho más) merece ser disfrutado y vivido con placer, independientemente de que consigas o no tu objetivo de conquistar. La seducción es, además, una maravillosa oportunidad para conocer más acerca del otro y de conocerte para potenciar tus aspectos más virtuosos, para superar tus propias limitaciones.
Mi propia experiencia me ha enseñado que puede aprender a seducir quien se lo proponga, y por eso transmito mis creencias y conocimientos con seguridad, firmeza y convicción. Solo es necesario tener ganas, voluntad, capacidad de observación y saber tomar lo mejor de la experiencia. Propia y ajena.
Luego de estos comentarios acerca de la filosofía de El placer de seducir,