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Dios y el ángel rebelde. Sally Pierson Dillon
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Dedicatoria
A Miguel Dillon, el pensador, por hacer tantas preguntas; y a Don y Betty Pierson, mis padres, por relatarme estas historias y enseñarme lo que necesitaba saber para responder las preguntas de Miguel.
Reconocimientos
Este libro no estaría en tus manos hoy si no fuese por la ayuda de muchas personas dedicadas. Gracias a todas ellas. Virginia Smith, directora del departamento de Ministerio del Niño de la Asociación General, fue el catalizador para que este proyecto se hiciera realidad. El pastor Roberto J. Kloosterhuis abrió el camino para que se publicara. Ruth Satelmajer lo incorporó al Patrimonio E. G. White. Denice Grove y LuWana Kumalae dedicaron incontables horas a mecanografiar el manuscrito. La Pacific Press7 Publishing Association produjo la gran edición en mylar de The Triumph of God’s Love [El triunfo del amor de Dios], con las hermosas ilustraciones a color que captaron la atención de Miguel y le hicieron preguntarse “¿Por qué?”
Introducción para los padres
Las conversaciones de este libro ocurrieron de verdad entre Miguel y yo. Hace poco, leímos Margie Asks Why [Margarita pregunta por qué], y Miguel todavía tenía dudas. Nos sentamos juntos a hojear un ejemplar grande de El conflicto de los siglos, de Elena de White, mirando las ilustraciones a color mientras yo respondía sus preguntas y le describía las historias representadas en las figuras.
Margie Asks Why es un libro maravilloso para explicar el origen del pecado y del sufrimiento, y el plan de salvación a niños en edad escolar. Pero termina en la ascensión de Jesús. ¿Qué ocurrió después de eso? ¿Por qué creemos lo que creemos? Y, ¿qué va a suceder después? El conflicto de los siglos se ocupa de todas estas cuestiones. El primer tercio del libro narra la historia de la Reforma protestante. El libro luego continúa revelando la evolución de nuestras creencias adventistas específicas, seguidas de la descripción paso a paso, que hace Elena de White, del tiempo del fin y de la segunda venida de Jesús. Todo esto, junto con la interpretación adventista del Santuario, la Expiación, el Milenio, nuestra llegada a la Tierra Nueva y el Juicio Final, está explicado a gusto de Miguel.
Este libro no es para niños que no saben nada de Dios ni de su plan de salvación. Para que sirva de provecho, los lectores ¡y los oyentes! necesitan conocer las historias bíblicas básicas. Solo entonces pueden encuadrar todas esas cosas en su marco de referencia. Dios y el ángel rebelde no debería considerarse un sustituto de Margie Asks Why sino, más bien, una continuación. El propósito de este libro es: a) brindar información a sus hijos y respuestas a sus preguntas, b) cimentarlos firmemente en sus creencias y en la base bíblica para ellas, y c) ayudar a prepararlos para la pronta venida de Jesús y el Juicio Investigador, y para que los aguarden con gozo y confianza.
Este libro tiene 42 capítulos. Cada uno incluye el mismo material que el capítulo correspondiente de El conflicto de los siglos. El vocabulario, la extensión del capítulo y la complejidad están adaptados para niños de ocho a diez años. Estas conversaciones se dieron cuando Miguel tenía siete años. Miguel tenía un fuerte trasfondo religioso y, por lo tanto, estaba preparado para entender esta información.
Al niño promedio de ocho años no le será fácil leer este libro solo. Fue ideado para la interacción adulto/niño, como la que compartimos Miguel y yo. Sugiero encarecidamente que usted lea esto con su hijo. Analicen los puntos de interés. La interacción entre Miguel y yo ofrece un modelo para la formación espiritual y la interacción padre-niño. Obviamente, no fue posible incluir todos los detalles de las más de seiscientas páginas de El conflicto de los siglos. Pero, todos los conceptos importantes están aquí. Animo a los padres a leer los capítulos correspondientes de El conflicto de los siglos para mayor información y para responder preguntas que su hijo pueda formular y que a Miguel no se le hayan ocurrido.
Mi mayor anhelo es que los propósitos de este libro se cumplan: que usted y su hijo estén más firmemente cimentados en Jesús y que día a día tengan más confianza en su capacidad para llevarlos a salvo a su hogar en la Tierra Nueva.
Sally Pierson Dillon
Introducción
Miguel entró en la cocina cuando su mamá estaba cortando trozos de zanahoria. Ella le sonrió cuando se arrimó a su lado con un banquito.
–Estuve pensando –comenzó él.
–¡Oh, no! –dijo la mamá–. ¿Te dolió?
Miguel se rió.
–¡No! Estuve pensando en tu amiga, la señora García. La escuché decir que su iglesia era la única iglesia cristiana verdadera y que todas las otras iglesias salieron de su iglesia. Dijo que su iglesia todavía es la misma que cuando los discípulos de Jesús la fundaron al principio. Eso ¿es cierto?
–Bueno –dijo la mamá–, mi amiga Florencia García pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa.
–¿Qué es eso? –preguntó Miguel.
–Inmediatamente después de que Jesús regresara al cielo –dijo la mamá–, había solo una iglesia cristiana. Por aproximadamente mil años hubo solo una iglesia oficial. Entonces, los líderes tuvieron un gran desacuerdo, y la iglesia se separó en dos grupos. Cada uno afirmaba ser la verdadera iglesia. El grupo oriental se autodenominó Iglesia Ortodoxa. Su iglesia todavía existe; se la conoce como la Iglesia Ortodoxa Griega, o la Ortodoxa Rusa, o la Ortodoxa Oriental, dependiendo del idioma utilizado. El otro grupo se quedó en la parte occidental de Europa, y por mucho tiempo fue la iglesia cristiana oficial allí. Hoy, a esa iglesia se la conoce como la Iglesia Católica Romana.
–Ah –dijo Miguel–. ¿Así que los ortodoxos creen que los católicos romanos se separaron de su grupo?
–Sí –la mamá asintió.
–Bueno, y ¿por qué hay tantas iglesias hoy? Casi no hay ningún católico en nuestro barrio, y la señora García es la única ortodoxa que conozco. Pero hay muchos bautistas, metodistas, luteranos, episcopales y hasta algunos adventistas del séptimo día. ¿De dónde vienen todos?
–¡Bueno! –exclamó la mamá–. ¡Una pregunta a la vez!
–Y ¿cómo es que, aunque se supone que los cristianos son amables y se aman, hacen cosas tan malas? Yo sé que hicieron cosas malas hace mucho tiempo en la historia, como perseguir gente y matarla; y cosas así; pero los cristianos todavía hacen cosas malas. En las noticias, había un cristiano en Florida que amenazaba a algunas personas en una clínica, y otro baleó a un médico y a otras personas que trabajaban allí. Y la noticia también hablaba de cristianos que se bombardean entre sí en Irlanda. Los cristianos no debieran bombardear a nadie, ¿o no, mamá?
–No –respondió la mamá–; no si viven de la manera en que Jesús les enseñó.
–Hay otras cosas que también me pregunto –anunció Miguel.
La mamá se tragó la explicación y se sentó a escuchar.
–Nuestra iglesia comparte muchas creencias con otras iglesias. Los no adventistas que conozco creen en una o dos cosas diferentes de las nuestras apenas. Pero la diferencia depende de a qué iglesia pertenecen.
–Sí, eso es verdad –dijo la mamá.
–Yo sé cuáles son las cosas que creo que son diferentes –continuó