Manual de patología quirúrgica. Fernando Crovari Eulufi
3-5).
Tabla 3-5
Niveles de intervención en la prevención
de complicaciones postoperatorias.
Bibliografía
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CAPÍTULO 4
HERIDAS Y QUEMADURAS
JUAN PABLO HENRÍQUEZ R. • BRUNO DAGNINO U. • SUSANA SEARLE F.
Heridas
Definición
Las heridas corresponden a toda interrupción o solución de continuidad de tejidos superficiales y/o profundos, con disrupción de estructuras anatómicas y funcionales, producto de un agente traumático externo.
Clasificación
Las heridas pueden ser clasificadas según distintas características: cantidad de detritos/grado de contaminación, mecanismo de producción, profundidad o tiempo de evolución.
Según cantidad de detritos
Esta clasificación tiene relación con el grado de contaminación y consecuentemente el riesgo de infección de la herida (Tabla 4-1).
• Limpia o tipo I: se definen como aquellas heridas no traumáticas en que no se produce contaminación exógena ni endógena (no comprometen cavidad oral, nasal, tracto digestivo, respiratorio o genitourinario), ni hay transgresión de las técnicas de asepsia. Constituyen aproximadamente el 75% de todas las heridas. El riesgo de infección de estas heridas es menor al 1%.
• Limpia-Contaminada o tipo II: constituyen aquellas heridas no traumáticas en que se transgrede una barrera conocidamente contaminada por microorganismos, en un ambiente controlado, tales como la cavidad oral o el tracto digestivo, pero no existe contacto directo entre el contenido de estas cavidades y la herida. También aquellas heridas limpias en que se transgredió alguna regla de asepsia o bien existió una exposición intraoperatoria prolongada de la herida. El riesgo de infección de estas heridas es cercano al 5%, por lo que se beneficiarían de antibióticos profilácticos.
• Contaminada o tipo III: son todas las heridas traumáticas (accidentes automovilísticos, heridas de balas, heridas por arma blanca) y/o aquellas no traumáticas en que se produce transgresión de barreras conocidamente contaminadas con derrame y contacto directo entre el contenido de la cavidad y la herida, sin poseer material purulento. Su riesgo de infección es de 12-15% aproximadamente por lo que deben recibir antibióticos profilácticos. Si estas heridas se dejan sin tratamiento, estarán inevitablemente infectadas al cabo de 6 horas.
• Sucia o tipo IV: son aquellas heridas que presentan signos de inflamación o infección activa, contienen abundantes detritos, restos inorgánicos y/o material purulento. Quedan dentro de esta categoría aquellas heridas que tengan contacto con una fuente séptica muy bien identificada, como sería el caso de contacto con deposiciones, un absceso o una perforación del apéndice ileocecal con peritonitis purulenta. Dada su alta contaminación con microorganismos, se deben administrar antibióticos, no de manera profiláctica, sino terapéutica (lo que puede incluir cambio en la elección del antibiótico). Su riesgo de infección es alrededor de 30-40%.
Tabla 4-1
Clasificación de heridas según cantidad de detritos.
Según mecanismo de producción
• Cortantes: producidas por elementos cortantes o de bordes con filo. Las heridas tienen bordes netos, es decir, bien delimitados.
• Contusas: son ocasionadas por un objeto plano o de bordes redondeados que impacta el tejido blando. Producen bordes irregulares, anfractuosos, con múltiples direcciones y suelen tener tejido desvitalizado. Producen además un halo de daño de aproximadamente tres veces la longitud de la herida misma.
• Punzantes: se producen por la penetración de un elemento agudo en dirección perpendicular a la piel. Deja heridas pequeñas y, a veces, no se logra localizar el punto de entrada, ya que el elemento causante puede introducirse y no ser visible fácilmente, siendo a veces necesaria la utilización de exámenes radiológicos.
• Erosivas: pueden ser causadas por mecanismos abrasivos, fuego, químicos o calor. Producen pérdidas en grado variable de las capas superficiales de la piel. Su cicatrización depende de la profundidad de la pérdida de tejido (solo epidermis versus epidermis y parte de la dermis). Producen gran pérdida de fluidos por exudación.
• Traumatismo cerrado: son lesiones en donde no hay pérdida de la continuidad cutánea o bien esta es solo parcial, con compromiso variable de las partes blandas. El grado de daño no es evidente en la primera evaluación, ya que el compromiso puede variar en el tiempo y en general evolucionan a escaras.
• Mordeduras: pueden ser por mordeduras tanto humanas como de animal. Son heridas complejas que requieren cuidados específicos. Se consideran altamente contaminadas y siempre requieren de tratamiento antibiótico específico para cubrir los microorganismos de la flora intraoral de la especie causante de la lesión.
• Por proyectil de arma de fuego: son lesiones complejas que dependen de las características del arma y el proyectil, los cuales pueden ser de alta velocidad y/o expansivos. Generalmente la lesión cutánea no es proporcional al daño de los tejidos subyacentes.
Figura 4-1
Clasificación de heridas según grado de profundidad.
• Compresivas: se producen cuando se comprimen los tejidos entre dos superficies de mayor resistencia.
• Lacerantes: se producen cuando los tejidos son arrancados violentamente.
• Colgajo: son lesiones que separan una porción de tejido, adheridas en su base por un pedículo. Comprometen piel, aponeurosis y/o músculo.
Según grado de profundidad (