La moneda en el aire. Roy Hora
Índice
1. Entre el comunismo y el peronismo
4. El largo siglo XIX
5. El radicalismo y la Década Infame
6. De Perón a Frondizi
7. Del Proceso a Alfonsín: crisis y estancamiento
8. De Menem a Kirchner
9. La era Macri
10. Un final abierto
Pablo Gerchunoff
Roy Hora
LA MONEDA EN EL AIRE
Conversaciones sobre la Argentina y su historia de futuros imprevisibles
Gerchunoff, Pablo
La moneda en el aire / Pablo Gerchunoff, Roy Hora.- 1ª ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2021.
Libro digital, EPUB.- (Singular)
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-801-003-8
1. Historia Política Argentina. 2. Historia Económica Argentina. 3. Historia Argentina. I. Gerchunoff, Pablo II. Título
CDD 320.982
© 2021, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.
Diseño de portada: Ana Zelada & Rompo
Fotos de interior: Las imágenes del Archivo General de la Nación (AGN) provienen del Departamento Documentos Fotográficos, Fondo: Acervo Gráfico Audiovisual y Sonoro, Serie Repositorio Gráfico
Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina
Primera edición en formato digital: junio de 2021
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN edición digital (ePub): 978-987-801-003-8
A Tania, Emi y Vicky
PG
A Martín y Manuel
RH
Prólogo
Roy Hora
Este libro es fruto de una larga conversación con Pablo Gerchunoff sobre el pasado y el presente de la Argentina. Pablo no requiere presentación. Es uno de los historiadores más reconocidos de nuestro país y, desde mi punto de vista, uno de los más originales y talentosos. En la historia económica argentina, su campo de especialización, el último cuarto de siglo ha sido suyo. En este período publicó libros fundamentales como El ciclo de la ilusión y el desencanto, Desorden y progreso y El eslabón perdido. También dio a conocer ensayos más sintéticos, pero igualmente iluminadores, como Entre la equidad y el crecimiento y ¿Por qué la Argentina no fue Australia? Compuestos con elegancia y talento narrativo, tan sensibles al gran panorama como atentos al detalle revelador, quien lea estos ejemplos del poder analítico de la historia económica no solo tendrá la oportunidad de sofisticar su visión del pasado, sino que podrá desmentir a los que afirman que esta disciplina es, por definición, árida y poco estimulante. En manos de autores como Pablo, la historia económica sigue viva.
Antes de volcarse al estudio de la historia, Pablo recorrió otros senderos. Formado como economista y economista de profesión durante un tramo de su vida, también pasó por la función pública. Integró la plana mayor del Ministerio de Economía en dos momentos particularmente complejos: acompañó a Juan V. Sourrouille en la segunda parte del gobierno de Alfonsín, y a José Luis Machinea en el comienzo de la presidencia de Fernando de la Rúa. Más atrás en el tiempo, en su primera juventud, allá por la década del sesenta, incursionó en el periodismo gráfico. Su lugar en ese mundo fue la revista semanal, género estrella de esos años. Su último libro, el provocativo La caída, evoca esa estación de su biografía a través de una entrevista imaginaria, pero con sólidos fundamentos documentales, del novel periodista que era Pablo en 1968 con el Perón del exilio en Puerta de Hierro. Quien esté interesado en la discusión contemporánea sobre la naturaleza y los desafíos de la narrativa histórica tiene allí una referencia ineludible.
Periodismo, economía, política económica, historia: todas estas experiencias lo han ayudado a forjar una manera muy singular, además de muy apreciada, de mirar la Argentina. Ya sea bajo la forma de libros o de artículos académicos, de entrevistas en los medios o de los agudos y con frecuencia irónicos comentarios que publica en su cuenta de Twitter, el interés que las intervenciones de Pablo suscitan en tribus muy distintas –economistas, historiadores, cientistas sociales, políticos, periodistas– es un buen indicador de la relevancia y el atractivo de lo que tiene para decir.
Pero además de todo esto –y, algunos dirían, por sobre todo eso– Pablo Gerchunoff es un gran conversador. Profesor destacado, conferencista de relieve, todo aquel que lo haya escuchado disertar puede dar testimonio de su gusto por la palabra y sus destrezas retóricas. Pero un practicante de la conversación es algo más que un orador capaz de presentar sus argumentos de manera clara y elocuente. El diálogo supone el intercambio, y a Pablo también le agrada escuchar otras voces (no es casual que muchos de sus trabajos, comenzando por el ya clásico El ciclo de la ilusión y el desencanto, escrito junto con Lucas Llach, hayan sido elaborados en colaboración, a cuatro y hasta a seis manos). La conversación, para ser tal, requiere considerar al interlocutor no como un sujeto al que ilustrar, seducir o doblegar sino, ante todo, como un individuo cuyos juicios merecen respeto y consideración. El punto de partida de este poderoso antídoto contra el narcisismo es el reconocimiento del valor de la palabra y de las verdades ajenas. El diálogo solamente florece cuando sus protagonistas admiten la legitimidad de las ideas de aquellos que ven las cosas desde otro ángulo y, además, están dispuestos a aprender de esa experiencia. De allí que nadie emerge de una auténtica conversación con el mismo bagaje con el que ingresó. El diálogo es un juego plural, y Pablo es un conversador consecuente. Le gusta hablar, pero también le agrada y sabe escuchar.
Enfatizo estos aspectos de su personalidad para explicar por qué cuando Carlos Díaz y Caty Galdeano, los editores de Siglo XXI, me propusieron este proyecto, acepté de inmediato. Un poco más de dos décadas nos separan, y nunca habíamos trabajado