Análisis de redes sociales. Edinson Gabriel Brand Monsalve
de interacción a pequeña escala: la fuerza de los vínculos duales.
Se afirma que el grado de coincidencia entre dos sistemas individuales varía directamente según la fuerza que los une o vincula entre sí. Ha sido examinada la repercusión de este principio en la difusión de la influencia e información, la oportunidad de movilidad y la organización comunitaria.
Se ha puesto el acento en el poder de unión de los lazos débiles. La mayoría de los modelos sistémicos tratan, implícitamente, con los lazos fuertes, de este modo delimitan su aplicación a grupos pequeños y bien definidos. El énfasis en los lazos débiles lleva por sí mismo a la discusión de las relaciones entre los grupos y a analizar los segmentos de la estructura social que no quedan fácilmente definidos en términos de grupos primarios.59
Estos son vistos “como indispensables para las oportunidades individuales y para su integración en las comunidades”,60 debido a que cualquier cosa que sea difundida por ellos “puede llegar a un gran número de personas y atravesar una gran distancia social”.61 En consecuencia, son más efectivos a la hora de proporcionar recursos como información, en la medida en que disminuyen la posibilidad de obtener información redundante.62
Por otro lado, los vínculos fuertes son definidos como aquellos contactos familiares y sociales con fuertes conexiones afectivas. Comprenden familiares, parientes, amigos de familiares, compañeros de estudio, amigos sociales como vecinos o amigos con los que se interactúa con mayor regularidad e intensidad, por lo que forman una red más densa,63 aunque menos efectiva a la hora de proporcionar recursos de información, en razón de que esta puede ser altamente redundante.64 Entre sus características se encuentran la combinación de cantidad de tiempo, intensidad emocional e intimidad o confianza mutua.65
Finalmente, es importante mencionar la teoría de la estructura social de Siegfried Frederick Nadel, en su trabajo “La Teoría de la Estructura Social”, el cual ha sido fundamental para entender y crear rutas de redes sociales. Aunque se remite a los lectores de este libro a trabajar sobre la obra de este autor, es importante mencionar su contribución a este tema. Para Nadel, “llegamos a la estructura de una sociedad abstrayendo de la población concreta y de su comportamiento concreto el esquema o red (o sistema) de relaciones que prevalecen entre individuos en su capacidad de desempeñar roles los unos respecto a los otros”.66 Sin embargo, el mismo Nadel acepta que es una definición incompleta, para lo cual define que “para completarla, tenemos que mencionar no solo relaciones entre actores y personas, sino también las interrelaciones entre grupos”.67 Hasta aquí también, en su consideración, quedaría incompleta la definición, por lo cual continúa diciendo: “los subgrupos, igual que el grupo máximo que es la sociedad en su totalidad, constan de personas en relaciones determinadas, estables. Y todo grupo se caracteriza por el tipo de relaciones que se presentan entre dichas personas y las mantienen juntas”.68 En esta concepción se tienen en cuenta las relaciones de personas que definen relaciones intergrupales, así como las relaciones de las mismas personas al interior del grupo dado.
Esta idea va a ser muy importante, especialmente para tramitar una serie de discusiones que confunden las redes personales con las redes interorganizacionales, apoyadas en el argumento de que todas las relaciones son entre personas, desconociendo totalmente este tipo de planteamientos, en los cuales, aunque se reconoce esta condición del relacionamiento entre personas, se entiende que conllevan situaciones diferentes cuando ocurren en un marco organizacional, donde las relaciones son limitadas por una estructura en la que cada persona representa un eslabón del grupo, en función del rol que cumple, siendo que a la vez puede pertenecer a diferentes grupos, según sean sus intereses y según estos se vean limitados en cada grupo. Esta argumentación va a ser muy importante en la gestión de redes sociales, pues todavía proliferan ideas en las cuales se utilizan las mismas metodologías para gestionar redes de personas y de organizaciones, lo cual constituye un grave error, ya que las condiciones son muy diferentes, aunque no excluyentes. Esta diferenciación entre tipos de redes se aclara de forma más detallada en la tercera parte de este libro.
Para cerrar este apartado sobre el trabajo de Nadel, se quieren dejar establecidos dos asuntos. En primer lugar, que para el autor es importante diferenciar entre red y esquema, definiendo la primera como “aquel entretejimiento de relaciones por el cual las interacciones implícitas en una determinan lo que ocurren en otras”,69 mientras que el segundo es “toda distribución ordenada de relaciones sobre la base exclusiva de su semejanza o desemejanza”.70 En segundo lugar, que “deseamos suscitar con el término red la ligadura ulterior entre los eslabones mismos, y la importante consecuencia de lo que ocurre, por así decirlo, entre un par de nodos tiene que afectar también a lo que ocurre entre otros adyacentes”.71 Se citan estas teorías debido a que son las que han apoyado el trabajo realizado durante estos últimos años y pueden servir para quienes vayan a orientar trabajos de análisis o gestión (intervención) desde las redes sociales; sin embargo, como ya se mencionó, se definen de manera ilustrativa, en tanto la intención de este texto no es hacer un desarrollo teórico sobre las redes sociales, sino más bien presentar algunos elementos que pongan en discusión el concepto y también el enfoque de trabajo.
Finalmente, es importante apuntar que autores como Freeman72 y Rodríguez73 identifican aportes de autores clásicos de la sociología desde una perspectiva estructural, como lo son Auguste Comte, Émile Durkheim y Georg Simmel. El primero, por concebir la sociedad en términos de interconexiones entre actores sociales y no por individuos; el segundo, al plantear que en las sociedades tradicionales pequeñas los individuos están ligados por relaciones primarias o íntimas, y en las sociedades grandes y modernas se relacionan a través de relaciones secundarias o impersonales; el tercero, al afirmar que si “ha de haber una ciencia cuyo objeto de estudio sea la sociedad, y nada más, dicha ciencia debe dedicarse a investigar exclusivamente estas interacciones; estos tipos y formas de socialización”,74 en tanto que para este solo hay sociedad gracias a las influencias recíprocas que se dan entre seres humanos. De esta forma, concluye definiendo la sociología como el estudio de patrones de interacción, en donde se debe centrar la atención en la estructura global de las redes.
1.4. Cómo caracterizar redes sociales
Una vez definido el concepto, queda aún por resolver la pregunta de cómo operativizarlo, cómo llevarlo a la práctica, entendiendo que la definición que se ha dado es elemental y amplia, aunque es la única definición que sobre redes es posible dar en este libro, debido a que solo el contexto donde se interviene o se estudia es el que puede terminar de dar contenido a la definición específica de acuerdo al problema que se pretenda abordar.
Una fase clave en el proceso de caracterización de las redes sociales consiste en conocerlas, es decir, caracterizarlas. Para el desarrollo de esta fase se proponen dos formas, las cuales pueden verse como un horizonte para desarrollar estudios e intervenciones en este ámbito. En la medida en que cada uno de los elementos que se presentarán a continuación sean definidos, reconociendo que puede haber otros, será posible tener claro cuál es el horizonte que se puede trazar para adelantar propuestas basadas en redes sociales y comprender que la caracterización de redes permite construir indicadores para medir los alcances de las acciones emprendidas en la gestión.
Específicamente, se proponen dos formas de caracterizar redes, aunque no constituyen las únicas, pero sí las que, en la experiencia aquí presentada, han servido para el desarrollo de diferentes investigaciones realizadas desde esta perspectiva reticular. La primera es la propuesta por Carlos Sluzki, la cual ofrece bastante claridad sobre lo que se puede hacer. La propuesta de este autor se fundamenta en tres líneas, a saber, características estructurales, atributos de los vínculos y funciones de la red.75 En características estructurales Sluzki ubica el tamaño, la densidad, la composición o distribución de la red, la dispersión, la homogeneidad o heterogeneidad, los atributos de los vínculos específicos y el tipo de funciones:
Tamaño: número de personas en la red. Redes de tamaño medio son más efectivas que las pequeñas o las muy numerosas.
Densidad: conexión entre los miembros independientemente del informante (amigos propios que son amigos entre sí).
Composición o distribución: refiere