Corazones rotos. Amy Chan
y dedicabas mucha atención a hacer cosas por ti misma, como ver amigos, ir a clases de acondicionamiento físico, aprender cosas nuevas, etcétera. Entonces conociste a tu pareja. Tu tiempo para “ti” se convirtió gradualmente en el tiempo para “nosotros”: citas, pijamadas, domingos por la mañana. En algún momento, te acomodaste en una cadencia en la que los horarios de ambos estaban completamente integrados, y el tiempo y el espacio que antes se habían enfocado en tu estilo de vida como soltera se fusionaron con el estilo de vida de pareja. Después de una ruptura, de pronto se abre una gran brecha. No es de extrañar que te sientas desconcertada, con un horario y estilo de vida que ya no reconoces.
Para poner en perspectiva cuánto de nuestro tiempo, energía y atención invertimos en nuestras relaciones (muchas veces a expensas de otras áreas de nuestras vidas), la doctora Zendegui guía a las mujeres a través de un ejercicio de “dibuja tu pastel”. En una hoja de papel en blanco, les indica que dibujen un círculo y lo dividan como si fuera un pastel; cada porción representa la cantidad de tiempo y energía que dedicaron a una actividad o prioridad. En cuestión de minutos, hay quejas y risas dentro del grupo de mujeres, algunas medio apenadas, otras medio sorprendidas.
La doctora Zendegui pide una voluntaria:
“¿Quién quiere compartir con el grupo?”
Cindy levanta la mano. Avergonzada, revela cómo la mayor parte del pastel, más de 70 por ciento, era consumida por su relación. Tras ahondar a través de preguntas adicionales, Cindy admite que extraña a la mujer independiente que alguna vez fue:
“No me di cuenta de cuánto había perdido de mí misma. Yo tenía todos estos sueños y los puse en espera. Pero me quedé tan atascada que ni siquiera volví a ellos.”
Esto hace la transición perfecta a la segunda parte del ejercicio, momento en el que la doctora Zendegui pide a las mujeres que dibujen otro círculo para representar su nuevo pastel en el futuro. Esta vez, las guía para que dividan las porciones creando un pastel más equilibrado, lo cual incluye dedicar tiempo al cuidado personal, a los amigos y a otras actividades que les satisfacen.
Si no llenas el espacio vacío que solía estar reservado para la rebanada que dedicabas a tu relación, la falta y el dolor por un amor perdido persistirán. Y si no lo llenas con otras cosas que sean importantes para ti, ¡puede que termines llenándolo con los pensamientos obsesivos alrededor de tu ex!
Debes llenar esa parte de la gráfica con actividades que alimenten tu sentido de identidad e independencia, y asegurarte de que la próxima vez que tengas una relación, no le des la mayoría de tu pastel al “nosotros” (relación de pareja). El equilibrio es clave, y si dedicas más de la mitad de tu pastel a un factor externo —una persona, un trabajo o un vicio—, con el tiempo, cuando ese factor externo cambie, es posible que te sientas confundida.
La gráfica de pastel de Cindy antes y después. A la izquierda, observamos cómo solía gastar su tiempo y energía. La gráfica de la derecha ilustra la nueva distribución: cómo llena sus bloques de tiempo con nuevos enfoques, desde el cuidado personal hasta conocer gente y hacer un viaje a Costa Rica, con el que ha estado soñando durante años.
EJERCICIO: Equilibra tu gráfica
Utilizando el ejemplo anterior, dibuja dos círculos para representar tu “pastel”: tu gráfica cuando estabas en una relación y luego tu gráfica ideal y equilibrada cuando salgas adelante.
Haz un plan para llenar las porciones del pastel que alguna vez fueron consumidas por tu relación, con actividades enriquecedoras que te nutran: cuidado personal, voluntariado, viajes, emprender un nuevo pasatiempo o cualquier otra cosa que genere alegría y empoderamiento en tu vida.
Crea un elemento de acción para desarrollar de manera proactiva una parte específica del pastel para ti. ¿Una porción se destina al ejercicio? Reserva una clase nueva. Si lo que anhelas es el trabajo en comunidad, ofrécete como voluntaria en una organización benéfica o sin fines de lucro para ayudar a los necesitados. Además, comunícate con dos amigos con los que no has pasado mucho tiempo últimamente e invítalos a comer. Crea pasos tangibles que te ayudarán a utilizar tu nueva libertad y a apreciar la independencia de manera positiva. ¿Cómo utilizarás tu tiempo, energía y atención?
También puedes recurrir a este ejercicio de pastel cuando salgas con alguien otra vez. Para evitar que dediques gradualmente más y más de tu pastel a tu relación, a expensas de las otras cosas que te llenan de luz, puedes utilizar la gráfica para recordarte cómo emplear tu tiempo y energía. ¡El equilibrio es clave!
EL PRINCIPIO DE ADAPTACIÓN
¿Sabes qué tienen en común ganar la lotería, perder tus extremidades en un accidente automovilístico y una ruptura devastadora? Puedes creer que cada uno de esos escenarios altera tus niveles de felicidad para siempre pero, en realidad, lo más probable es que termines adaptándote a ello. Jonathan Haidt, autor de La hipótesis de la felicidad, explica cómo los humanos tienden a sobrevalorar la intensidad y duración de sus reacciones emocionales: “En un año, los ganadores de la lotería y los parapléjicos han regresado (en promedio) casi por completo a sus niveles básicos de felicidad”.32 Este autor señala que, aunque los seres humanos son en extremo sensibles a los cambios, no lo son tanto en los niveles absolutos. Las células nerviosas responden a nuevos estímulos (un premio económico, una pérdida de miembros o una separación), y luego se habitúan y se recalibran de manera gradual.
Los humanos somos bastante malos para predecir cómo nos sentiremos en el futuro. Durante este tiempo, cuando creas que no se vislumbra un final para el dolor, recuerda que eso no es cierto. Si aplicamos la teoría de Haidt, es probable que una vez que tus células vuelvan a calibrarse sin tu ex, regreses finalmente a tu línea de felicidad. Cuidado: esto no significa que tener un conflicto crónico con tu pareja no afecte tu felicidad. Según Haidt: “Nunca te adaptas al conflicto interpersonal; éste te daña todos los días, incluso cuando no ves a la otra persona, de cualquier manera, mantienes tu pensamiento obsesivo dando vueltas sobre el conflicto”.33 Sin embargo, después del impacto en el sistema, llega el momento en el que te adaptas a la pérdida y, con suerte, después de leer este libro, se extenderá tu rango de felicidad.
VOLVER A SER HUMANO OTRA VEZ
Después de una separación, tu corazón, tu mente y tu cuerpo están en estado de shock. La realidad puede parecerte confusa y caótica. Pero la rutina crea orden en el caos y es algo que tú misma puedes lograr y con lo que puedes contar. Mientras estás en modo de supervivencia puedes sentir que no tienes control sobre tus emociones, pero sí lo tienes sobre tu rutina. Por lo tanto, es hora de redoblar esa práctica.
EJERCICIO: Crea un ritual matutino
Cada mañana, reserva un tiempo para ti, para conectarte a la tierra y comenzar tu día sintiéndote inspirada. Lo ideal es que sea una hora, pero si sólo puedes permitirte entre quince y treinta minutos, es un buen comienzo. Comienza tu ritual matutino antes de mirar siquiera tu teléfono y permite que el mundo exterior comience a dictar tu estado de ánimo. Tú eres la jefa aquí: establece el tono del día de la manera que lo desees: tranquilo, positivo e inspirado.
Primera parte
Medita. Si necesitas ayuda para comenzar a meditar, intenta alguna aplicación como Insight Timer, Headspace, Mindful o Calm.34
Segunda parte
En tu diario, escribe una intención/meta para el día. Cuando escribas, usa frases como “puedo” en lugar de “debería”.
Tercera parte
Elige uno de los siguientes ejercicios para mejorar tu estado de ánimo durante el día. Si lo deseas, puedes optar por más de uno.
Haz una pausa y observa tu entorno