Filosofía en curso. Gonzalo Valdés
contemporáneo Platón y llama a sus disertaciones desertaciones; a la escuela de Euclides, la llama escólera.50 Detrás de estas ironías hay un cuestionamiento radical del nomos al que se ve en permanente oposición a la physis, a lo natural. El deber del filósofo es poner de relieve esta tensión y esto no se logra por el discurso dialéctico, sino adoptando una cierta forma de vida. Esta forma de vida resulta ser desvergonzada y desfachatada, pero a la vez que extremadamente frugal y ascética (recordemos su manto, morral, barril y bastón), ya que se trata de poner en cuestión todas las convenciones que el nomos impone a lo natural. De esta forma de vida dan cuenta las numerosas y desopilantes anécdotas que relata Diógenes Laercio. Sócrates enloquecido llamará a Diógenes Platón, uno de los blancos de sus diatribas.
Epicuro estará muy distante de estos extremos, pese a que coincidirá con Diógenes al considerar la filosofía como una forma de vida que, en su caso, es, por cierto, más discreta y más prudente, menos escandalosa. Considera también la autosuficiencia como un gran bien51, pese a que la vida en el Jardín es mejor que la del barril. Sin embargo, queremos pensar que su noción de clinamen insinúa otra posible coincidencia en un plano más conceptual: un reconocimiento de que nuestra racionalidad y nuestro nomos descansan en una materialidad corporal que la afecta de manera a veces impredecible, como un clinamen.
Encontramos un eco contemporáneo de estas inquietudes en un personaje muy respetable racional y equilibrado, de un texto de Albert Camus. Este personaje narra un incidente de tránsito sin importancia en el cual se ha visto involucrado, que lo hace perder totalmente el control de sí mismo. Devorado por un resentimiento que dura varios días, llega a comprender “que su verdadero deseo no era la de ser la criatura más inteligente y generosa de la tierra, sino solamente de golpear a quien quisiera, en fin, de ser el más fuerte, y esto de la manera más elemental. La verdad es que todo hombre inteligente…sueña con ser un gánster y de reinar sobre la sociedad por la pura violencia”.52
Locura, violencia, clinamen. Curiosas vecindades estas, las de nuestra racionalidad.
Bibliografía
CAMUS, Albert, La Chute. Paris : Editions Gallimard, 1956.
EPICURO, Versión Carlos García Gual. Madrid: Editorial Gredos, 2007.
FOWLER, Don. Lucretius on atomic motion. A Commentary on De rerum natura 2.1-332 Oxford: Oxford University Press, 2002.
HAMPSON, Margaret Róisín. A non-intellectualist account of Epicurean emotions. 2013. Tesis Doctoral. UCL (University College London).
LONG, Anthony A. Chance and natural law in Epicureanism. Phronesis, 1977, p. 63-88.
LUCRECIO, De la natura de las cosas, Versión Rubén Bonifaz Nuño, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1984.
OYARZÚN, Pablo; MOLINA, Eduardo. Sobre el clinamen. Méthexis, 2005, vol. 18, p. 67
OYARZÚN, Pablo. El dedo de Diógenes: La anécdota en filosofía. Santiago: Dolmen Ediciones, 1996.
STRAUSS, Leo; LIVCHITS, Leonel. Liberalismo antiguo y moderno. Buenos Aires: Katz, 2007.
VARELA, Francisco. Ética y acción: conferencias italianas dictadas en la Universidad de Bolonia 16-18 de diciembre, 1991. Santiago: Dolmen, 1996.
Notas
1 Strauss, Leo, Notas sobre Lucrecio, en Liberalismo antiguo y moderno, Buenos Aires: Katz Editores,2007 pp 123-130.
2 Lucrecio, De la Natura de las Cosas, versión de Rubén Bonifaz Nuño, México: Universidad Nacional Autónoma de México,1984.
3 Strauss, op.cit. 126.
4 Ídem.
5 Epicuro, versión Carlos García Gual, Madrid: Biblioteca Gredos,2007, pág. 88
6 Idem,91
7 Estrictamente, en filosofía epicúrea, no debería haber dolor insoportable, ya que sería de corta duración.
8 Es la terminología que emplea, por ejemplo, Margaret Róisín Hampson en su tesis, aunque quizás en un sentido más aristotélico que el que queremos emplear aquí. Cf,HAMPSON, Margaret Róisín. A non-intellectualist account of Epicurean emotions. 2013. Tesis Doctoral. UCL (University College London).
9 Se conjetura que existiría una laguna textual después del párrafo 43 de la carta, donde Epicuro habría postulado el clinamen. Otros sostienen que la carta a Heródoto es anterior a la introducción de la tesis del clinamen por Epicuro. Cf. OYARZÚN, Pablo; MOLINA, Eduardo. Sobre el clinamen. Méthexis, 2005, vol. 18, p. 67 (en adelante O & M) p.3 nota 4.
10 Epicuro, op.cit. p 95 (28)
11 Lucrecio, op.cit. p 44
12 Citado por O & M, p9
13 Para una revisión de esta literatura y también como ejemplo de estudio erudito, ver Fowler, Don, Lucretius on atomic motion, A Commentary on De Rerum Natura 2.1-332, Oxford: Oxford University Press, 2002.
14 O & M, op.cit.1
15 Para una visión más restrictiva, que sostiene que si bien todo átomo se desvía, este desvío no tiene efecto en compuestos atómicos más grandes, ver Long, A.A. Chance and Natural Law in Epicureianism, Phronesis 22:63-68. Citado por Fowler,op.cit. p 415.
16 O & M, op.cit. Intentamos seguir de cerca las coordenadas de ese trabajo y remitimos al lector a éste, en el entendido que las equivocaciones y extrapolaciones son nuestras y no de los autores. En particular, dicho trabajo no aborda específicamente el tema de las emociones en Epicuro.
17 Idem, p 1.
18 Ídem, p 5.
19 Epicuro,Carta a Herodoto,62, op. cit. P114.
20 Cf. O & M, op.cit.8.
21 Idem, p 10 y p. 16.