Voces al margen: mujeres en la filosofía, la cultura y el arte. Diana Erika Ibarra Soto
ir cubriendo poco a poco esas ausencias de las que hablábamos y con ello participar de alguna manera en la construcción de los horizontes futuros. Voces que habían tendido a encontrarse al margen.
Este proyecto fluyó también con la convicción de que las injusticias, las violencias sufridas por mujeres resultaban fácilmente detectables. Las omisiones, los arquetipos que producían efectos contraproducentes en las vidas de las mujeres, los estereotipos y la distribución de roles según sistemas opresores anquilosados, vimos que se decantan casi naturalmente a denuncias muy claras y consensuadas. Sin embargo, el beneplácito sobre los caminos positivos, los rumbos futuros, la construcción de nuevos modelos o ideales de lo femenino, nos ha venido requiriendo de una mayor amplitud de la imaginación creativa. Así, también nos abrimos a reflexionar mucho sobre la necesaria apertura hacia la diversidad de rutas, de roles, de proyectos libres en el camino de la construcción de la justicia para la mujeres. De manera que estas páginas quieren ser también una invitación para discutir sobre si resulta necesario construir nuevos modelos, deconstruir arquetipos quizá ya obsoletos y dañinos, así como fijar nuevos paradigmas que perseguir. Incluimos aquí voces plurales que abonan a la reflexión en este sentido y nos ayudan a ir ensayando respuestas para cuestionamientos varios, como ¿qué significa entonces ser mujer en el siglo xxi?, ¿cuáles son los ideales que debemos perseguir si es que debiéramos perseguir alguno?, ¿qué sentido habrá que darles a nuestras vidas femeninas, qué caminos elegir, qué profesiones, qué posiciones políticas?, ¿cuál es exactamente nuestra diferencia respecto a los otros seres humanos con los que compartimos la existencia actual?, ¿el ser mujer (o sentirse mujer) no habría de ser tan relevante?, y seguir preguntándonos si estamos haciendo buenas preguntas o estaremos equivocando el rumbo al cuestionarnos acerca de lo femenino.
El contenido de este libro presenta un recorrido panorámico por tópicos relevantes para la reflexión sobre lo femenino. Nuestro primer apartado, que responde a la parte filosófica, tiene interrogantes clave. Roberto Rivadeneyra nos interpela desde los textos clásicos griegos y nos responde por qué Platón pudo conceder la igualdad entre mujeres y varones en una época que contradecía teórica y fácticamente una propuesta de este tipo. Por su parte, Diana Ibarra se pregunta ¿qué daño ha hecho el mito del amor romántico a las mujeres de la historia, a las mujeres de hoy? Víctor Isolino nos presenta la interesante propuesta de Jane Jacobs con la intención de arrojar luces sobre el porqué las ciudades en las que vivimos habrían de considerar un diseño distinto, más femenino, más incluyente y menos opresor para las mujeres.
En su capítulo sobre la importante filósofa María Zambrano, Darío Camacho y Rogelio Laguna contribuyen a la reflexión sobre la existencia de emociones comúnmente consideradas femeninas y el papel que desempeñan en la educación de varones y mujeres. La especialista en Edith Stein, Paulina Monjaraz, nos brinda un profundo análisis sobre lo que podría significar tener un alma femenina hasta, quizás, incluso llegar a preguntarnos de la mano de la filósofa, ¿si es esto así o el alma debe entenderse al margen del sexo y del género? La reflexión que, desde la filosofía política, hace a continuación Regina Luévano abona a la discusión sobre cómo influye la distinción entre lo público y lo privado en la construcción de identidades y vidas femeninas, en la consideración de la idea de familia. Cierra el apartado un texto de Sandra Anchondo y Claudia García Parada sobre el papel que tiene la vulnerabilidad y el cuidado en el mundo de hoy. Un mundo en el que la dependencia incomoda y se priorizan la independencia, la fortaleza y la inmunidad, atributos considerados, en general, propios de los sujetos masculinos; todo esto a partir del pensamiento de la filósofa Eva Kittay.
En este abordaje interdisciplinario de esta obra no podían faltar capítulos dedicados a mujeres de nuestra historia, como es el caso de las virreinas, las mujeres de Nueva España, sus místicas, poetas y filósofas. Daniela Pastor inicia este apartado presentándonos valiosísimas notas sobre el quehacer político de las virreinas novohispanas, lastimosamente invisibilizadas por la historia. Le sigue un texto de Alma Guadalupe Corona sobre dos miradas femeninas en Nueva España, a través de los ojos de Joana de Irazoki y Catharina de San Joan. Virginia Aspe se une a las reflexiones sobre este periodo con un texto sobre sor Juana Inés de la Cruz en el que le atribuye un papel relevante en la conformación de la identidad mexicana. En la siguiente parte de esta sección encontramos reflexiones sobre la cultura contemporánea en las que abordamos problemáticas sobre los estereotipos y valores femeninos. En este sentido, Emilio Maus —desde el derecho y la reflexión sociopolítica— denuncia la cosificación y la violencia ejercida sobre las mujeres a través de diversos mecanismos de objetivación y mercantilización de sus cuerpos.
Desde otra perspectiva, reflexionando también sobre las corporalidades, presentamos un potente texto filosófico sobre el estigma y la vergüenza en relación con los cuerpos a cargo de Ana Isabel García Gómez. Para cerrar el apartado incluimos la participación de Teresa Nicolás, quien analiza, desde una metodología propia, la influencia de personajes femeninos de series de televisión en la formación axiológica de universitarios, principalmente en temas laborales.
En la última parte del libro reconocemos la presencia de lo femenino en el arte a través de un panorámico pero ilustrador recorrido por las representaciones de la mujer en México que nos presentan Luis González y Sandra Anchondo. A continuación, Fabiola Saúl Gavito nos entrega una lectura novedosa sobre las mujeres de la Odisea ayudándose del concepto de hospitalidad para su planteamiento. Le sigue el texto de Alejandrina Lincoln, quien nos conduce por el camino de la recuperación de la voz de la mujer a través de un viaje por la historia de la ópera que va desde las ausencias, pasando por la usurpación de lo femenino de los castrati, hasta la gran Violetta Valéry, de Verdi. En su análisis, también de algunas piezas de ópera, Alfonso Ortega Mantecón aborda el arquetipo de la mujer fatal a través de las ideas de expiación, libertad y poder. No podía faltar un capítulo para el análisis crítico de la cinematografía mexicana. Rocío González lo realiza mediante el estudio de los estereotipos y arquetipos en los melodramas femeninos del cine mexicano basando su reflexión en un cortometraje de remontaje. Cerramos el libro con la participación especial de Karla Paniagua, quien consciente de que la violencia es un fenómeno complejo, presente de formas muy diversas en nuestras sociedades, reseña películas con alto grado de violencia, cuidadosamente seleccionadas, para señalar este fenómeno que también se ejerce por parte de las mujeres y hacia las mujeres.
Con el conjunto de textos que ahora presentamos esperamos contribuir a la construcción de nuevos escenarios de escucha, que pongan atención a las expresiones politonales provenientes de las voces femeninas, sus demandas, sus problemáticas, sus propuestas y sus contribuciones. El concierto plural de estas voces al margen trasciende la búsqueda de un feminismo unificado. De modo que nos reconocemos sencillamente como participantes de este coro abiertamente polifónico, que se va construyendo en nuestro país y refiere a realidades, tanto locales como globales, que nos resulten útiles para este complejo proceso participativo. Frente al problema eterno de cómo hacer encajar lo plural en la unidad y de tratar de homogeneizar las diferencias, optamos por dar generosa cabida a la diversidad.
Nuestra contribución busca unirse a este gran reto actual, al esfuerzo de este coro por marcar una nueva ruta, que compense, que abra, que posibilite nuevos horizontes de lo femenino. Estaremos satisfechos si podemos ayudar a integrar estas voces marginalizadas e impulsar este esfuerzo por disminuir el distanciamiento entre las posturas feministas y abrazar una diversidad de voces abiertas e irreductibles, compuestas a su vez por muchas otras voces, que avancen juntas en la superación de las negaciones que los patrones establecidos imponen todavía a las mujeres. Deseamos que este primer volumen de Voces al margen: mujeres en la filosofía, la cultura y el arte vaya abriendo espacios más acordes a los deseos de las nuevas generaciones de mujeres, a las nuevas maneras de ocupar los espacios públicos y de definir lo privado, de comprender la vida y de ejercer la justicia. Ojalá contribuya también a reconocer que las mujeres siempre han estado allí, nunca han estado ausentes.
Los coordinadores
Filosofía
Examinar lo que se ve
Una nota de justicia para la mujer
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