Los Ungidos. Elena G. de White
Jeremías, el hombre que sintió la angustia de Dios
Un profeta verdadero siempre “construye”
La maravillosa misericordia de Dios
El coraje de Jeremías le salva la vida
La disposición pacífica de Jeremías
La asombrosa terquedad de Judá
Los jóvenes fieles fueron alentados
Sedequías, el último rey de Judá
Por qué era tan importante la sumisión
Jeremías se enfrenta a falsos profetas arrogantes
Se le muestran abominaciones en el Templo a Ezequiel
Sedequías pierde su última oportunidad
Cita secreta de un rey vacilante
Un etíope le salva la vida a Jeremías
Sedequías no tiene resistencia moral
Los babilonios respetan a Jeremías
¡No estaba todo perdido!
Jeremías se siente abrumado con la tentación de dudar
Aliento cuando todo parecía perdido
La iglesia de Dios es consolada
El nuevo pacto resolverá el problema de la apostasía
Daniel, un cautivo en Babilonia
La idolatría y la tentación seductora
Resultados extraordinarios de la verdadera reforma pro salud
El secreto del éxito de Daniel
El sueño de Nabucodonosor de los imperios mundiales
Llegó la oportunidad de Daniel
La reconfortante honestidad de Daniel
Por qué caen las naciones y los imperios
Tres hebreos en el horno de fuego
La imagen de oro: la gloria eterna de Babilonia
El rey intenta presuadir a los hebreos
Un tiempo de prueba cual nunca hubo
Los siete años de locura de Nabucodonosor
El efímero arrepentimiento de Nabucodonosor
La fiesta de Belsasar: la última noche de Babilonia
Daniel le presenta al rey su pecado
Interpretación de la escritura en la pared
Se retira la mano refrenadora de Dios
Un poder invalida los asuntos humanos
Daniel en el foso de los leones