Desde la capital de la República. AAVV
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En el Frente de la Juventud español se integraron las juventudes socialistas y comunistas (unificadas posteriormente en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU); las organizaciones juveniles de los diferentes partidos republicanos (Juventud de Izquierda República (JIR), de Unión Republicana (JUR), y de Izquierda Federal (JIF); y la Federación Universitaria Escolar (Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH).26
En la Conferencia de Bruselas participaron delegados de organizaciones de 23 países, la mayoría europeos, con la excepción de China, Indonesia y Estados Unidos, y 29 organizaciones internacionales de diferentes tendencias ideológicas y religiosas –entre ellas, la Young Men’s Christian Asociation (YMCA), la Young Women’s Christian Asociation (YWCA), el Buró Internacional de la Juventud Revolucionaria (BIJR),27 la Internacional Juvenil Comunista, la Confederación Internacional de Estudiantes (CIE),28 la Federación Internacional de Estudiantes Socialistas, la Federación Universal de Asociaciones Cristianas de Estudiantes, y las secciones juveniles de la Internacional Sindical Roja y el Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo (comunistas).29
Los dos congresos destacaron por reunir a una gran cantidad de organizaciones juveniles de numerosos países y de ideologías, filosofías y religiones muy variadas: como se dijo sobre el de 1938, «jóvenes de prácticamente todo país importante, de casi toda Iglesia clave, de toda la gama de opiniones políticas». Hubo una mayor participación que en congresos anteriores: entre delegados y observadores en cada uno de ellos participaron unos 700 jóvenes, en su mayoría hombres.30 En el primer congreso hubo representantes de diferentes organizaciones juveniles de 33 estados, predominantemente europeos, y de dos territorios coloniales. A propuesta de la delegación norteamericana se aceptó realizar el siguiente congreso en Estados Unidos para que pudiera haber una mayor representación de Australia, América y el Lejano Oriente. Así, en el congreso de 1938 participaron 43 estados y 11 territorios coloniales, y la representación latinoamericana fue mucho más importante.31 Las organizaciones procedentes de países nuevos fueron principalmente estudiantiles (por ejemplo, las de Panamá, Perú, Nicaragua o China), lo que puede relacionarse con el hecho de que, entre los jóvenes, suelen ser los estudiantes quienes primero se organizan.
En ambos congresos fue en las delegaciones más amplias y/o de países con más larga tradición de organización juvenil en los que la variedad política y religiosa era mayor. Por poner algunos ejemplos, la delegación británica al primer congreso estuvo formada por once organizaciones políticas que incluían representantes de las organizaciones juveniles de los partidos más importantes (Conservador, Liberal, Laborista, Comunista, Partido Socialista Escocés y, en algunos casos, también de sus organizaciones estudiantiles, como la del Partido Liberal o el Laborista); 10 organizaciones religiosas –entre las que estaba el Consejo de la Juventud de la Iglesia de Inglaterra y el de la Iglesia de Escocia, la YWCA, la Federación Universitaria Judía, la Juventud Metodista o la Federación de Jóvenes Cristianos de Irlanda del Norte. Participaron también 11 organizaciones pacifistas -entre ellas los grupos juveniles de la LNU y las asociaciones pro Sociedad de Naciones de las principales universidades británicas– y representantes de ocho organizaciones definidas como «sociales», entre ellas la Unión Nacional de Estudiantes. En el congreso de 1938, la delegación argentina la conformaban, entre otras organizaciones, la Federación Universitaria Argentina, delegados juveniles de la Unión Cívica Radical y del Partido Socialista, la Federación Juvenil Comunista y la Federación Argentina de Asociaciones de Jóvenes Evangélicos. De Chile llegaron representantes de la YMCA, la Asociación de Jóvenes Judíos, las juventudes socialista, radical, liberal y comunista, o la Federación Estudiantil Chilena.32
En el primer congreso estuvieron presentes delegaciones de 10 organizaciones internacionales, entre ellas la YMCA, la YWCA, la IJC, la Federación Mundial de Estudiantes Cristianos, la Comisión de Jóvenes de los Movimientos Ecuménicos, o la Federación Internacional Universitaria de Mujeres. En el congreso de 1938 participaron 14: volvieron a estar presentes las citadas anteriormente, excepto la Comisión de Jóvenes de los Movimientos Ecuménicos y, entre las que participaron por primera vez, destacan la Internacional Juvenil Socialista (IJS), la Unión Mundial de la Juventud Judía, la Federación Internacional de Sociedades Universitarias pro Sociedad de Naciones o la Alianza Internacional de Estudiantes por el Socialismo, resultado de la unificación de la Federación Internacional de Estudiantes Socialistas y el Secretariado Internacional de Estudiantes Comunistas en 1937.33
MÁS ALLÁ DE LA SOLIDARIDAD: GUERRA CIVIL, GUERRAS JUSTAS Y GUERRAS INJUSTAS
Desde el comienzo de la guerra civil, las organizaciones juveniles españolas canalizaron la solidaridad juvenil a través de órganos internacionales afines, como la IJS y la IJC en el caso de la JSU, resultado de la unificación de la Federación de Juventudes Socialistas (FJS) y la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), o el BIJR, en el de la JCI. Ya en agosto de 1936, la UFEH realizó un llamamiento a los estudiantes de todo el mundo para que apoyaran a la España republicana, que se extendió a través del Rassemblement mondial des étudiants pour la paix, la liberté et la culture (RME)34 y de la Federación Internacional de Estudiantes Socialistas. Las organizaciones republicanas y las anarquistas no contaban con organismos internacionales y, en el segundo caso, las organizaciones homologables eran escasas. Aunque la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL), afecta a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), intentó crear una Internacional Juvenil Anarquista nunca lo logró.
Celebrado a partir del 31 de agosto, a poco más de un mes del comienzo de la guerra civil española, el Primer Congreso Mundial de la Juventud sirvió a las organizaciones juveniles que luchaban junto al gobierno republicano para presentar su primera «defensa» de la República. La delegación española, con más de 20 miembros, incluyó 8 militantes de la FIJL y 1 de la Juventud Nacionalista Vasca, aunque estas organizaciones no eran miembros del Frente de la Juventud, además de 3 miembros de la Comisión de Unificación entre la FJS y la UJCE, dos de la JUR, uno de la FCDO y otro de la UFEH, entre otros.35 La British Youth Peace Assembly informó de que «se produjo una gran conmoción por la entrada de 13 delegados más de España, que habían llegado recién del frente de Cataluña y venían uniformados». Manuel Vidal, presidente de la delegación, subrayó la «acogida entusiasta, fervorosa» que el congreso les dio, mientras que otro de los miembros de la delegación, Eugenio Imaz, escribió que los delegados al congreso «no tuvieron reparo en acercarse, en intimar con esos terribles incendiarios de iglesias que éramos nosotros, según la insinuación perseverante de los filofascistas [...]. Y nos escribieron cartas fervorosas de adhesión y hasta hicieron colectas».36
La delegación española destacó el apoyo de jóvenes españoles de diferentes tendencias políticas al gobierno republicano. Consciente de la información que llegaba al extranjero, planteó que la República luchaba «por el orden», la libertad y la cultura, y destacó su respeto por todas las religiones, a la vez que lamentó que hubiera gobiernos europeos que estuvieran permitiendo que sus ciudadanos ayudasen a los rebeldes. Henri Rolin, que actuaba como presidente del congreso, intervino diciendo que había realizado un discurso que se salía de los objetivos de aquel pero que era explicable por la situación que vivían. Y tanto en esta intervención como en la clausura del congreso