Pedagogía social en Iberoamérica. Группа авторов
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Swedberg, R. (2016). El arte de la teoría social. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.
Touraine, A. (2013). La fin des sociétés. Paris: Éditions du Seouil.
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Úcar Martínez, X. (2002). Reaprender a enseñar: retos actuales de la pedagogía social y de la educación social. En J. Ortega (coord.), Nuevos retos de la pedagogía social: la formación del profesorado (pp. 189-200). Salamanca: Sociedad Ibérica de Pedagogía Social.
Úcar Martínez, X. (2006). El porqué y el para qué de la pedagogía social: intervención socioeducativa y vida social. En J. Planella y J. Vilar (coord.), La pedagogía social en la sociedad de la información (pp. 233-271). Barcelona: UOC.
Úcar Martínez, X. (2011). Social pedagogy: Beyond disciplinary traditions and cultural contexts? En J. Kornbeck y N. Rosendal Jensen (eds.), Social pedagogy for the entire human lifespan (pp. 125-156). Bremen: Europäischer Hochschulverlag GmbH & Co. KG.
Úcar Martínez, X. (2012). Social pedagogy in Latin America and Europe: Looking for new answers to old questions. En J. Kornbeck y N. Rosendal Jensen (eds.), Social pedagogy for the entire human lifespan (vol. 2, pp. 166-201). Bremen: Europäischer Hochschulverlag GmbH & Co. KG.
Úcar Martínez, X. (2016a). Pedagogías de lo social. Barcelona: UOC.
Úcar Martínez, X. (2016b). Relaciones socioeducativas: la acción de los profesionales. Barcelona: UOC.
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Wanger, L. y Krichesky (2010). Abordajes de la inclusión y el derecho a la educación. Documento multicopiado.
1 Laval y Dardot (2015) recogen, a partir de los trabajos de Hardt y Negri (2004), cuatro significados para el concepto de lo común: 1) La riqueza del mundo material: el aire, el agua y todos los frutos de la naturaleza. Según estos autores, es aquello que el pensamiento europeo clásico caracteriza como la herencia de la humanidad que tiene que ser compartida por todos. 2) El denominado común artificial, constituido por todo aquello que es necesario para la interacción social. Esto es, los conocimientos, los lenguajes, los afectos, la información, los códigos y un largo etcétera. 3) Todo lo relacionado con el denominado capitalismo cognitivo, el trabajo inmaterial y los recursos inmateriales producidos que lo constituyen. En la actualidad, el trabajo inmaterial está en el origen de las relaciones y de las formas sociales comunes. 4) Las luchas sociales y políticas colectivas que tratan de instituir lo común. “La common wealth (en dos palabras separadas), o sea, la ‘riqueza común’ producida por los trabajadores se traduce en el plano político en formas políticas que anuncian la Commonwealth (en una sola palabra) constituida no ya como ‘república de la propiedad’ sino como proceso de institución política de lo común (p. 222).
2 Con el concepto de sociocultura me refiero a las relaciones sociales generadas por el encuentro de identidades culturales personales, grupales y comunitarias en el marco, físico o virtual, que posibilitan un contexto cultural o multicultural específico (Úcar, 2016a, 2016b, 2016c).
3 Lo que en España se conocía como diplomatura a diferencia de la licenciatura que duraba cuatro años. En la actualidad, ambos diseños curriculares —pedagogía y educación social— son dos estudios diferentes de grado, que tienen, cada uno, una duración de cuatro años.
4 Estos perfiles fueron consensuados en 1988 en unas macrojornadas estatales en las que participaron académicos, investigadores, profesionales y escuelas municipales de formación. Estos eran 1) animación sociocultural y pedagogía del ocio; 2) educación especializada y 3) educación de adultos en sus tres posibilidades: alfabetización (educación básica de adultos), animación sociocultural de adultos y formación ocupacional/ laboral.
5 Ver, por ejemplo, al respecto, en el caso específico de Uruguay, Camors (2016).
6 Que han sido convidados a participar en congresos desarrollados en aquel continente; por ejemplo, Hans-Uwe Otto y Bernd Fichtner.
7 Cuestión lógica si se tiene en cuenta que en el ámbito anglosajón la pedagogía hace referencia en exclusiva a lo escolar (Davies, 1994; Hallstedt y Högström, 2005).
8 He desarrollado este punto con mayor profundidad en Úcar (2011). En cada uno de los puntos recogidos en este apartado, he optado por citar al primer autor que sostiene la afirmación. No obstante, a menudo son varios los autores que defienden esa misma idea.
9 Kornbeck (2009) muestra algunas de las inconsistencias teóricas y prácticas derivadas de estas confrontaciones corporativas al presentar cómo definen y caracterizan la pedagogía/educación social algunas asociaciones internacionales, como la International Federation of Social Workers y la International Association of Social Educators.
10 Entre ellos, la propia International Association of Social Educators, como muestra Kornbeck (2009, p. 222).
11 Este ha sido uno de los problemas derivados a la hora de introducir la pedagogía social en el Reino Unido. En este contexto, la pedagogía ha sido entendida solo en su dimensión cognitiva y se ha definido como la ciencia de la enseñanza y el aprendizaje (Petrie, 2001), lo cual históricamente la ha vinculado a la instrucción y a la escuela. Por eso, hay quien señala que la pedagogía social como concepto es poco conocido y resulta difícil de entender en el contexto inglés y norteamericano, incluso para los profesionales de este ámbito (Hegstrup, 2003).
12 Janer y Úcar (2014) afirman, en una investigación realizada a través de una metodología Delphi con expertos internacionales, que todos ellos piensan que existe un núcleo común y transcultural en la pedagogía social, pero que una parte de ella se especifica y concreta en cada entorno sociocultural. Para ampliar en lo que sería una ideología básica en pedagogía social, véase Úcar (2016b).
13 La sociocultura es, desde mi punto de vista, el contexto, el vehículo y el contenido de las acciones de la pedagogía social y la educación social (Úcar, 2016a, 2016b, 2016c).
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