La cosecha. Eduardo C. Fernández
href="#ulink_0eb48fe4-5216-5bc3-9a9b-eaeb5d85fd16">45 A. Stevens-Arroyo, “Puerto Rican Migration to the United States”, p. 269.
46 Ibídem.
47 Ibídem, pp. 270 y ss.
48 Moisés Sandoval, On the Move. A History of the Hispanic Church in the United States, p. 40.
49 Thomas Bokenkotter, A Concise History of the Catholic Church. Nueva York: Doubleday, 1979, p. 378.
50 Ibídem, p. 379.
51 Ibídem, p. 378.
52 Ibídem, p. 383.
53 Ibídem.
54 Ibídem, p. 396.
55 Varios autores proporcionan buenas fuentes históricas para documentar esta época. Entre ellos están dos trabajos anteriormente citados, el de M. García, Desert Immigrants, The Mexicans of El Paso, y el de R. Acuña, Occupied America. A History of Chicanos. En su obra El Paso: A Borderlands History (El Paso, Texas: Texas Western Press, 1990), W. H. Timmons describe uno de estos programas principales para trabajadores invitados, el programa de los Braceros, creado por Estados Unidos en 1942, p. 242.
56 Moisés Sandoval, On the Move: A History of the Hispanic Church in the United States, p. 106.
57 Puerto Ricans in the Continental United States: An Uncertain Future, un informe de la Comisión de Derechos Civiles de EE.UU. (octubre 1976), p. 18. Ver la exposición acerca de la emigración de Puerto Rico a la tierra firme en el curso de este siglo que A. Stevens-Arroyo presenta en A. F. Deck (ed.), Frontiers of Hispanic Theology in the United States; ver también, para una perspectiva desde el continente, Ana María Díaz-Stevens, Oxcart Catholicism on Fifth Avenue: The Impact of the Puerto Rican Migration upon the Archdiocese of New York. Notre Dame, Indiana.: Univ. of Notre Dame Press, 1963. Ver también A. M. Díaz-Stevens y Anthony M. Stevens-Arroyo, Recognizing the Latino Resurgence in U.S. Religion: The Emmaus Paradigm (Boulder, Colorado: Westview Press, 1998), para una presentación muy completa de los latinos en la Iglesia y la sociedad, contada por dos personas que han participado muy intensamente en la lucha por la justicia de décadas recientes.
58 Para un resumen histórico conciso de los latinos en la Iglesia de Estados Unidos, ver Jaime Vidal, “Hispanic Catholics in America”, en Encyclopedia of American Catholic History. Ed. Michael Glazier y Thomas J. Shelley. Collegeville: The Liturgical Press, 1998, pp. 635-642.
59 El censo de la población de Estados Unidos se toma cada diez años.
60 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United Status: Population Characteristics, March 2000”, Washington, D.C.: U.S. Department of Commerce, 2001, p. 1.
61 En un trabajo editado por Rodolfo Cortina y Alberto Moncada, Hispanos en Estados Unidos (Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica, 1988), se subraya el aspecto de las diferentes historias y diferente condición socioeconómica entre los varios grupos hispanos. Los autores lamentan una falta de investigaciones sociales que tome en cuenta esta gran diversidad. Ver en esta obra su artículo “El sentido de la diversidad: recientes investigaciones sobre las minorías hispanas en Estados Unidos”, pp. 31- 58.
62 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United Status: Population Characteristics, March 2000”, pp. 2-3.
63 Ibídem, pp. 3-4.
64 Ibídem, p. 4.
65 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population: Census 2000 Brief, 2000”, p. 3.
66 Ibídem.
67 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United States: Population Characteristics, March 2000”, p. 4.
68 E. Rodríguez, “Realities for Hispanics”. Company 6 (Chicago 1988), p. 9.
69 Ibídem.
70 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United Status: Population Characteristics, March 2000”, p. 6.
71 Suzanne Espinosa, “High Rate of Child Poverty Reported in U.S.”. San Francisco Chronicle, 23 de septiembre de 1993.
72 U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United Status: Population Characteristics, March 2000”.
73 J. G. Fernández, basándose en el trabajo de Joan Moore y Raquel Pinderhughes (In the Barrios), resume la historia del término: “Entre los científicos sociales y otros estudiosos todavía no existe ningún consenso acerca del término ‘clase marginada’ (underclass). Durante la década de los 1960, los analistas urbanos comenzaron a hablar de una nueva dimensión de la crisis urbana en la forma de una extensa subpoblación de familias de bajos ingresos y de individuos cuyo comportamiento era diferente al de la población en general. En los últimos años de la década de los 70 y en los primeros de la de los 80, la clase marginada se consideraba como un grupo urbano con tendencias a acciones criminales, dependencia en la beneficencia del Estado, enfermedades mentales, alcoholismo y drogadicción, e incluía a los más pobres de los pobres”. Cf. J. G. Fernández, “Latina Garment Workers in El Paso, Texas, Challenging the Urban Underclass Model” (Tesis para M.A., University of Texas, El Paso, 1995), p. 1. Ver J. Moore y R. Pinderhughes, In the Barrios (Nueva York: Russell Sage Foundation, 1993); Oscar Lewis, The Children of Sánchez: Autobiography of a Mexican Family (Nueva York: Random House, 1961); Nicholas Lehmann, “Origins of the Underclass” (Athlantic Monthly, June 1986, pp. 31-55 y July 1986, pp. 54-68); L. M. Mead, “The New Politics of the New Poverty” (The Public Interest 103, 1991, pp. 3-21). Le agradezco a Juanita García Fernández este análisis del modelo de la clase marginada como se aplica a los latinos en Estados Unidos.
74 Cf. D. E. Hayes-Bautista y otros, No Longer A Minority: Latinos and