Lo que esconden los sueños. Natkim Martin Elgueta Orellana

Lo que esconden los sueños - Natkim Martin Elgueta Orellana


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turba, se oye una ráfaga de disparos,

      Manuel Rivas Cabezas: ¡Aléjense de ellos o disparo!

      La turba poseída por el mal, la necesidad y la adrenalina no obedece y se abalanza sobre Manuel, quien sin miramientos dispara abatiendo a seis de sus integrantes. La muerte también había retornado. En ese momento los demás huyen.

      Manuel: Rápido, entren, yo los cubro.

      Marcos junto a Manuel son los últimos en entrar a la casa.

      Todos se apresuran a reforzar puertas y ventanas en caso de nuevos ataques. Mientras están en eso, Marcela nota que en la casa ya hay gente; Dos personas. Cecilia Weldt y Patricio se encuentran parados en la escalera.

      Manuel: ¿Marcos, los conoces? (Manuel los apunta con su arma). ¡Marcos! ¿Los conoces?....

      Cinthia: ¡Dispara!

      Gustavo: Baja el arma, es la madre de Marcos.

      El ambiente es tenso, Marcela y Camila se miran sorprendidas, mientras Alejandro y Lourdes la reconocen de inmediato.

      La presencia de Maca y Coni solo se traduce en sollozos y necesidad de contención; están aterradas.

      (Manuel baja su arma)

      Gustavo: ¿Qué haces aquí Cecilia?

      Cecilia: Solo hablaré con Marcos, claro, en caso que él desee escucharme (Cecilia mira a Marcos).

      Marcos: Hablaremos, pero no será ahora. Marcela, debemos proteger la casa y comer algo. Manuel, acompáñame arriba y escolta a mi madre y a Patricio.

      Marcos le habla a Cecilia: Permanecerán en esta habitación, la que quedará con llave, si intentan salir, Manuel los matará. Yo no confío en ustedes.

      Patricio: Gracias por darnos refugio Marcos. Sé que piensas que no lo merecemos.

      Marcos baja las escaleras y se encuentra con Cinthia.

      Cinthia: ¡Marcos!, Cecilia y Patricio nos matarán a todos, debes actuar primero o al menos sacarlos de esta casa.

      Marcos no dice nada, pero comienza a extrañarse de la actitud de Cinthia.

      Todos menos Patricio y Cecilia se reúnen en el comedor a cenar. Las provisiones permitirán abastecerse por dos días como máximo, lo que al menos les da algo de tranquilidad.

      Todos sienten miedo, hasta los más valientes están aterrados. El clima de maldad se respira en el aire, es como si la protección que siempre ha estado ahí, de pronto desapareciera. No lograban sentir dicha protección ya que era tan familiar que se volvía invisible, pero al desaparecer, la percepción fue clara; ya no hay calma, calor o humanidad.

      Alguien toca la puerta. Manuel deja su guardia en la habitación de Cecilia y Patricio y baja con su arma.

      Manuel: Claudio, abre la puerta y aléjate.

      Claudio sigue la instrucción. Logran notar que son tres personas, dos hombres y una mujer, todos a muy maltraer.

      Claudio; Son mis padres, déjenlos entrar.

      Manuel: ¿Quién es el otro?

      Marcos: Es Richard Aniston. Lo conocí hoy, me advirtió del peligro; que entre.

      Claudio y sus padres se abrazan y se retiran al living junto a Camila, Lourdes, Maca y Coni, mientras tanto Marcos invita a Richard y a Gustavo a su habitación para hablar en privado.

      Marcos: ¿Qué haces aquí?, te escuchamos.

      Richard: Hasta hace unos meses fui parte del equipo de científicos de CERC. Fui yo quien recibí a tu hijo José y a Matías en Nueva Ginebra. Además de ser la segunda autoridad de CERC, yo desarrollaba las tecnologías que permitirían realizar desplazamientos temporales. Solo a días de que tomara conciencia del real objetivo de CERC y de la importancia de tu hijo y de Matías, tuve éxito en enviar el primer objeto a través del tiempo; un neurocelular con su filmadora panorámica prendida, obteniendo a su regreso imágenes de diferentes momentos del tiempo. Lo sorprendente fue, que en uno de los viajes al futuro, (específicamente 2 meses en el futuro), el aparato se conectó a la red de información y descargó datos de noticias, videos y aplicaciones, por lo que al volver, pude ver en detalle la misión de los arrieros, la real naturaleza de CERC y las intenciones de Ralph Stevenson, quien posteriormente fue asesinado.

      Luego de eso, debí viajar en el tiempo para ocultarme, ya que La Orden quería asesinarme. Tomé la decisión de viajar a mí era favorita, la que me permitiría dilucidar si somos producto del azar o del plan de un creador; y me trasladé al año 32 d.C. con el objetivo de ir a buscar a Jesús de Nazareth. Estuve 11 meses en ese viaje, ya que debí viajar a pié por varias semanas y lidiar con el problema del idioma. Lleve oro y joyas para el viaje, además de especias para hacer trueque y armas para protección. En mi viaje conocí a un pescador llamado Juan Pablo, quien había escuchado acerca del profeta de Nazareth y emprendí el viaje junto a él. Cuando al fin llegué a mi destino, todos hablaban de “Jechua din Zaret” (así se oía su nombre en arameo), y logré así asistir a su discurso en el Monte de los Olivos. ¡Todo es cierto Marcos!, el pan, el pescado, los milagros, la crucifixión, todo. Cuando Jesús terminó de hablarle a la multitud me acerqué a él, era imponente; alto, moreno, de rasgos árabes y una mirada profunda. Si bien me miró en varias ocasiones, cuando quise hablarle, dijo en mi idioma (Francés), “Se te ha permitido estar aquí, pero tú no perteneces a este lugar”, y luego invitó a Juan Pablo a ir con él. Yo me quedé hasta su muerte y resurrección.

      El día de su muerte hubo un gran terremoto, no quedó piedra sobre piedra, la gente estaba muy alterada y violenta. La lluvia lo inundó todo, supe que era tiempo de irme pero quería esperar los tres días. Fue impresionante, Jesús no subió al cielo sólo en cuerpo, lo hizo en un aparato; en un aparato idéntico a La Turbina. En ese momento tomé el dispositivo y me trasladé al 10 de enero del año 2039 para ver que más ocurriría, pero el dispositivo falló y llegué al 27 de diciembre de 2038, es decir pasado mañana. Marcos, si quieres saber más debe ser en privado.

      Gustavo se levanta y sale de la habitación.

      Richard: Solo confiaré en ti. ¿Tú guardas en esta habitación un viejo dispositivo que anula señales de celular verdad?

      Marcos: Si, ¿Cómo lo sabes?

      Richard: Leí los documentos de tu hijo, donde se detallaba todo lo relacionado con su nacimiento. Busca el dispositivo y enciéndelo.

      Marcos se levanta y saca del closet un aparato a todas luces arcaico pero útil para ese momento.

      Richard: Tengo la hipótesis de que no pude viajar más adelante en el tiempo debido a que éste terminará. Cuando volví del pasado, traje algo conmigo. Es un fragmento de la túnica de Jesús de Nazaret (Richard saca un género de su bolsillo y se lo entrega a Marcos). Debes llevarlo contigo, tu eres el mensajero entre mundos, de eso estoy seguro. En dos días esta casa ya no estará en pie, habrá guerra y solo Manuel podrá protegerlos; él es el guardián. Campusano no es el enemigo, es sólo el sirviente y como él hay muchos.

      Marcos: Hoy vi a Campusano acompañado de un hombre que creo conocer, pero no recuerdo quien es.

      Richard: Campusano no es un ser humano, es un demonio. El hombre al lado de él, es el primer Ángel; Lucifer. Lo sé porque lo vi en mis dos viajes. Estuvo en la multitud en el monte de los olivos, en la crucifixión y estará también pasado mañana, en ese momento se revelará ante el mundo como el líder que es.

      Marcos: Richard, ¿sabes algo de mi hijo, lograste verlo?

      Richard: Si, ellos volverán pasado mañana y para ese momento ya nadie estará en esta casa. Una última cosa; Cinthia guarda un gran secreto y le diré que es momento de decírtelo, pero ahora duerme, debes descansar.

      Marcos sale de la habitación, esta exhausto. Cinthia está en el pasillo esperándolo e insiste en que deben matar a Cecilia.

      Cinthia: Marcos, ella es un demonio.

      Marcos: Ahora no Cinthia,


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