Historia de la música de jazz (IV) - Los debates sobre la identidad del jazz (1980-2000). Patricio Goialde Palacios
tabla
tamb tamboura
tb trombón
tp trompeta
tba tuba
ts saxo tenor
v voz
vn violín
vclo violoncello
vib vibráfono
s.f. sin fecha
s.p. sin página
ss. siguientes
INTRODUCCIÓN
Este libro es el cuarto volumen publicado de una historia de la música de jazz, desde sus orígenes hasta la actualidad, que tiene como objetivo fundamental proporcionar una visión completa de las diversas etapas, corrientes estilísticas e intérpretes que conforman el devenir de un género musical que se ha desarrollado y que ha evolucionado desde comienzos del siglo XX. Las tres primeras entregas —Historia de la música de jazz (I), 2009; Historia de la música de jazz (II), 2012; e Historia de la música de jazz (III), 2017— analizaban esta música desde sus orígenes hasta la época del swing, así como el bebop y la enorme variedad, riqueza y diversidad que surgieron inmediatamente después de ese estilo, algo que se manifestó en diferentes expresiones artísticas como el hard bop, el free jazz y las músicas de fusión. Este cuarto volumen se centra en los años ochenta y noventa del siglo pasado e intenta explicar los estilos e intérpretes más interesantes de esa época, analizándolos desde la perspectiva general del intenso debate que se suscitó sobre la esencia y la identidad del jazz, sobre el papel de la tradición y los límites y las fronteras de la innovación.
El texto tiene, en primer lugar, una finalidad didáctica: servir como libro de referencia para la asignatura Historia de la música de jazz, que suele formar parte de los planes de los estudios superiores de música en la especialidad de Interpretación (Jazz). No obstante este propósito inicial, puede ser también útil para el alumnado y profesorado de otras especialidades, y para cualquier persona interesada en las diversas manifestaciones del fenómeno musical y en su secuenciación histórica. La claridad en la división de los apartados permite asimismo que se pueda acceder directamente a un estilo o a un intérprete determinado, sin que sea preceptiva la lectura completa del texto ni el orden que en el mismo se propone.
Cada capítulo estudia una manifestación estilística específica, con un recorrido por la historia de los principales representantes individuales de la misma, a excepción del primero, que intenta contextualizar toda la época tratada a través del debate sobre la identidad del jazz. Este contenido, que quiere ser una síntesis de las principales aportaciones de la investigación y de las publicaciones de interés sobre la historia del jazz, se completa con una amplia información bibliográfica, a través de referencias intercaladas en el texto y en notas a pie de página —que remiten a la bibliografía final—, lo que permitirá un conocimiento de las fuentes que se han utilizado y, si así se desea, una ampliación de determinados aspectos que en un texto de esta naturaleza, inevitablemente, deben ser sintetizados. El contenido se completa con algunas referencias discográficas, que pueden ser una posible guía de acompañamiento musical a la lectura de los capítulos.
Este libro, así como los tres volúmenes anteriores de esta serie, es, en buena medida, el resultado de mi experiencia personal como profesor de Historia de la música de jazz en el Centro Superior de Música del País Vasco – Musikene. En primer lugar, porque su origen se encuentra en los materiales de preparación de las clases; en segundo lugar, porque la enseñanza es, en mi opinión, una transmisión de conocimientos en la que el profesor se ve interpelado por el alumnado al que se dirige, por lo que los citados materiales han ido variando con los años, adaptándose a circunstancias y necesidades diversas, hasta llegar al texto actual; en tercer lugar, porque Musikene ha facilitado su elaboración, a través de la creación de una excelente biblioteca y discoteca de jazz. Espero que el objetivo citado al inicio de esta introducción se cumpla, que cada persona encuentre la información necesaria sobre el tema de su interés y que este texto contribuya a la difusión y a un mayor conocimiento de la historia de la música de jazz.
Patricio Goialde Palacios
CAPÍTULO I: LOS DEBATES SOBRE LA IDENTIDAD DEL JAZZ
1. La polémica sobre la esencia y la definición de la música de jazz
Los debates sobre la identidad del jazz, sobre su esencia y definición, sobre qué elementos lo conforman necesariamente y cuáles son ajenos al mismo, sobre los límites entre los géneros y la autenticidad de algunas propuestas han sido constantes durante toda la historia de esta música. Ya en los años veinte algunos críticos, como Roger Pryor Dodge, escribieron artículos contra determinadas expresiones comerciales, ejemplificadas en Paul Whiteman, que en su opinión utilizaban la palabra “jazz” de una manera superficial y sin una percepción clara de su verdadera naturaleza (Pryor Dodge, 1995, p. ix); otros posteriores, como Rudi Blesh o William Russell, se refirieron a la “muerte del jazz” cuando algunos solistas, como Louis Armstrong, se convirtieron en estrellas de la música popular o las orquestas de la época del swing atrajeron a grandes masas de público con una propuesta de música comercial (citados en Gennari, 2006, p. 376). La aparición del bebop, como hemos explicado en un volumen anterior (Goialde Palacios, 2012, pp. 26-30), suscitó una controvertida polémica sobre la naturaleza del auténtico jazz y opiniones de todo tipo sobre la pertenencia del nuevo estilo a la historia de esta música, hasta el punto de que intérpretes, críticos y público se vieron obligados a tomar partido en una disputa que dejó poco espacio a los términos medios. La historia se volvió a repetir a finales de los años cincuenta cuando la figura de Ornette Coleman irrumpió en la escena del jazz, con una propuesta rupturista que, tomando el nombre de su grabación más famosa, se conoció con la denominación de free jazz (Goialde Palacios, 2017, pp. 22-23); muchos creyeron que los intérpretes de este estilo carecían de la formación técnica necesaria para tocar música de jazz y que su experimentación no era más que una fachada para ocultar sus carencias, mientras que otros, como John Tynan en un conocido artículo publicado en Down Beat sobre el grupo de John Coltrane y Eric Dolphy, utilizaron epítetos excluyentes como “antijazz” (citado en Kahn, 2004, p. 121). En fin, la aparición de las músicas de fusión, y de manera especial del jazz eléctrico en la segunda mitad de la década de los sesenta, suscitó también controversias y polémicas, pues algunos consideraron que era una concesión a la comercialidad (“un pacto fáustico por el mercado”, según las palabras del historiador Grover Sales —citado en Pond, 2005, p. 3—), que cuestionaba elementos esenciales de esta música, como el ritmo de swing, lo que produjo, en opinión de las posiciones más conservadoras, una situación de confusión y de dificultad para determinar qué era realmente el jazz (Goialde Palacios, 2017, pp. 121-122).
Por lo tanto, los debates sobre la identidad del jazz y la pertenencia o no al mismo de determinados estilos que han propuesto rupturas con el pasado han sido una constante en la historia de esta música, cuyo desarrollo poco monolítico ha impulsado las discusiones sobre su definición. En las décadas de los ochenta y de los noventa del siglo XX, esta controversia se volvió a repetir, si bien de una manera aún más general y virulenta: a la mera discusión teórica sobre el papel de la tradición y la innovación, sobre los elementos esenciales que deberían configurar una música para que pudiera ser denominada “jazz”, se añadieron otros aspectos relacionados con el funcionamiento del mercado, el papel de las instituciones públicas y privadas en la difusión del jazz o la función de la educación y de los medios de comunicación, todo ello aderezado con agrias polémicas ideológicas y personales. A nuestro entender el debate alcanzó una magnitud tal, que necesariamente nos obliga a una explicación del mismo, pues fue uno de los referentes fundamentales para entender la música de jazz realizada en las dos últimas décadas del siglo XX y la dinámica del mercado que determinó el ensalzamiento de algunas figuras y el papel secundario de otras1.
La polémica a la que nos referimos tiene como principal protagonista a un nuevo músico que surge en la década de los ochenta y que con su discurso, sus decisiones y sus