Hidráulica agraria y sociedad feudal. AAVV
El río Cent-Fonts era poseído, igualmente, por diversos individuos y establecimientos religiosos. El duque de Borgoña tenía, con el señor de Ouges, las fuentes, Marigny, el tramo comprendido entre el molino de la Velle (Saulon-la-Chapelle) y la confluencia con el Varaude. El tramo fluvial entre el Varaude y la confluencia con el Vouge era patrimonio de los señores de Lambres e Iseure.
Para derivar el curso del Cent-Fonts, los monjes llevaron a cabo una política que incitaba a los diferentes propietarios a ceder, cuando menos de momento o en un lapso de tiempo muy breve, sus porciones de molinos situados en el antiguo curso fluvial. En ciertos casos, los solapamientos entre actas de donación han permitido establecer a todos los propietarios de un mismo molino. Así, la donación efectuada por Damerus y Jacques de Strabonne, en 1217, indica que la otra mitad pertenece a Eudes de Marigny.43 Sucede lo mismo con el molino de las lagunas, cuya parte –un cuarto– cede el duque de Borgoña en 1214;44 luego, en 1215, la mitad es entregada por Margarita y sus hijos; finalmente, Hugues cede el cuarto restante en 1227.45 La identificación del origen de algunos molinos ha requerido la consulta de fondos de archivo pertenecientes a otras abadías.46 Es el caso del molino de las lagunas, para el cual contamos con un inventario de los bienes del capítulo catedralicio de Langres en el que se indica que Hugo, duque de Borgoña, había entregado en 1164 la mitad de este molino, situado junto al río de Saulon.47
Los documentos relativos a la donación de partes del curso del río Cent-Fonts son poco explícitos. El donante estipula, simplemente, su cesión de «todo lo que él posee o cree poseer» del cauce fluvial. Para localizar las partes concedidas ha sido necesario proceder a un solapamiento con las porciones de molino entregadas por esos mismos propietarios. De los ocho documentos de este tipo datados entre 1212 y 1228, cinco se refieren a una indemnización otorgada por la abadía a los donantes.
Las compras
Las compras representan el 20% de los documentos, y afectan tanto a bienes raíces (tierra, prado, molino) como a rentas (cuatro documentos de un total de ocho). Las compras son raras antes de 1200 (un documento), pero se hacen corrientes a partir de 1215 (seis). Los precios varían de 7 sueldos y 15 dineros a 50 libras. A diferencia de las donaciones de partes, los documentos de venta mencionan la causa de ésta: el perjuicio sufrido por los propietarios de unos molinos que ya no se pueden explotar. Además, los monjes se ven obligados a rescatar las rentas cargadas sobre estos molinos. En 1226 adquieren la renta de siete boisseaux48 de grano y una cartéranche49 de trigo percibida por Helvetz, hijo de Nicolas de Barges, de uno de los molinos de Saulon-la-Chapelle, a cambio del pago de 25 libras.50 El mismo año compran, por 7 sueldos y 15 dineros, siete boisseaux de grano de Raynard de Corcelles.51 En 1230 adquieren los dos setiers de grano percibidos por el señor de Barges pagando 18 libras;52 y en 1233 Cîteaux rescata por 7 libras los 28 boisseaux de grano que recibía Hugues de Fange del molino de Odeler.53
La gestión de conflictos
La construcción del canal de Cent-Fonts suscitó numerosos conflictos relativos a la titularidad de las aguas captadas, a su paso por señorías limítrofes situadas a lo largo de los 10 km de trazado y, por encima de todo, a los territorios recorridos por el antiguo curso fluvial. Entre otras dificultades, los monjes blancos tuvieron que garantizar a los habitantes de Noiron varias indemnizaciones y el compromiso de construir puentes sobre el canal. En 1215 el duque de Borgoña, en nombre de Cîteaux, asigna al capítulo de Langres una renta de diez libras sobre el peaje de Châtillon-sur-Seine, sustituyendo una renta similar que los monjes blancos debían a los canónigos y que éstos perdieron al desviarse las aguas de Saulon.54 En el transcurso del año 1221 varios propietarios de las parcelas atravesadas fueron compensados por la pérdida de superficie cultivable con un pedazo de tierra equivalente de 12 toesas de ancho.55 Los religiosos hubieron de afrontar una oposición muy decidida por parte de los caballeros de Izeure que, rechazando aceptar la captación de aguas del río de Saulon, confiscaron los bienes entregados en donación piadosa a la abadía por los vecinos del lugar. Este rechazo, dirigido por el señor Raymond d’Izeure, estuvo motivado por el desvío de aguas realizado por los cistercienses, que había secado el curso inferior del río, en detrimento de los molinos,56 además de vaciar los fosos de la casa fortificada. A raíz de las numerosas quejas de los caballeros, la duquesa de Borgoña tuvo que intervenir en 1227 para calmar los ánimos y restaurar la paz entre los monjes y los propietarios perjudicados. Los cistercienses fueron condenados a construir a su costa, a lo largo de varios kilómetros, una nueva aducción de agua para suministrar a Izeure, pero se les prohibió construir una esclusa o un nuevo canal, así como sangrar el conducto. Para llevar a cabo esta operación, los religiosos movilizaron a 300 hombres de los alrededores.57
El coste
Para construir el canal, Cîteaux tuvo que comprar seis molinos, tal vez ocho si añadimos los de Quincampoix y Graveles, lo que representó un gasto de 102 libras, al que deben añadirse las sumas de dinero entregadas como gratificación: 249 libras; en total, 351 libras sólo para los molinos. El rescate de rentas comportó el dispendio de 50 libras. Un prado se compró por 2 libras, pero las indemnizaciones por donaciones de prados ascendieron a 105 libras; en total, 107 libras. La adquisición del río, con el derecho de atravesar la aldea de Noiron, costó 417 libras. El importe total de la derivación del Cent-Fonts ascendió, pues, a 926 libras, esto es, 246 marcos de plata.58 Es evidente que estos gastos no fueron los únicos vinculados a la apertura del canal, del mismo modo que no fue ésta la única operación llevada a cabo por Cîteaux entre 1212 y 1230. La única información que poseemos sobre las finanzas de la abadía nos la proporciona la relación de cuentas del capítulo general de 1235, donde se afirma que Cîteaux tiene, en esa fecha, una deuda de más de mil marcos de plata.59 No es posible saber si este endeudamiento concierne únicamente a los fondos reservados a la organización del capítulo general, o si tiene que ver con las obligaciones exclusivas de la abadía. Si admitimos la segunda hipótesis, la suma global que hemos establecido, 246 marcos de plata, representaría por sí sola un cuarto de la deuda de Cîteaux en 1235.
La adquisición de molinos situados en el antiguo curso no puso fin a los gastos relacionados con el canal de Cent-Fonts. Los monjes blancos, en efecto, tuvieron que rescatar luego las rentas de los molinos destruidos, y sólo una vez finalizado este proceso, en 1225, los cistercienses pueden considerarse plenamente propietarios del río, es decir, de las fuentes y del curso comprendido entre éstas y Saulon-la-Rue, así como de la parte situada entre el molino Saint Bénigne e Izeure.
La transformación del paisaje
El puente de Arvaux
El puente acueducto, edificado en seis años, se construyó en piedra desde el principio. A causa de la anchura del Varaude, los monjes planearon un puente de dos arcos labrados, cimentados sobre zapatas incrustadas en el lecho fluvial. Los contrafuertes de sillería se sostenían, a continuación, mediante taludes formados con la tierra procedente de la excavación del canal. La diferencia de nivel entre los ríos Varaude y Cent-Fonts es de cinco metros, la anchura del acueducto es de ocho y su longitud de doce. El puente actual, sin embargo, data de la reconstrucción de 1746, atravesando el Varaude por medio de dos arcos de piedra tallada que sostienen el canal.60
Los molinos
En 1221, una vez que el agua de Cent-Fonts fue conducida hasta Cîteaux, el cauce original del río quedó seco y los religiosos dejaron abandonados los molinos existentes entre la toma de agua del canal y confluencia con el Varaude. Parece, asimismo, que se desprendieron de los molinos de los que sólo poseían algunas porciones, como es el caso de Quimcanpoix y Graveles que, en lo sucesivo, dejan de aparecer en los cartularios abaciales, así como en las cuentas del tesorero y del cillerero. En su paso por la granja de La Forgeotte, el canal fue dotado de un dispositivo de descarga que permitía la construcción de un molino. Después incluso de la creación del canal en el siglo XIII, la granja mantuvo el nombre de «granja de la forja», al menos hasta 1307; no se menciona un molino en La Forgeotte hasta 1470.61 Los cistercienses sólo conservaron cuatro molinos, de los que un par habían sido edificados con sus propias manos: el